La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) comenzó a operar oficialmente el 1 de abril del 2014. Y, un año después, ya se prepara para nombrar a su cuarto jefe, con lo que intentará –una vez más– volver a emprender una lucha frontal contra la informalidad laboral.
Aunque en la víspera, el ministro de Trabajo, Daniel Maurate, puso fin a los rumores que desde hace algunos días daban por descontada la salida de Óscar Gómez, aduciendo que el funcionario dejará el cargo por una promoción laboral en otra entidad del Estado, también es cierto que los resultados no habrían acompañado a la tercera cabeza de la Sunafil.
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Si al empezar su gobierno las metas del presidente Ollanta Humala con relación a la informalidad laboral eran bastante ambiciosas, en un contexto de desaceleración económica los objetivos han cambiado. Y si antes se hablaba de una reducción de doble dígito, ahora se apunta a reducirla en solo cuatro puntos porcentuales. Pero, con una Sunafil todavía débil y sin la cantidad de inspectores necesarios, todo parece indicar que ello no se cumplirá.
LOS CANDIDATOS
Con relación a la persona que reemplazará a Gómez, se sabe que son tres los candidatos. Uno de ellos sería Cayo Galindo, vinculado al partido oficialista, quien cuando intentó ser magistrado del Tribunal Constitucional, en el 2013, fue denunciado por una asociación pesquera, que lo acusó de influir –supuestamente– en la entrega ilegal de permisos de pesca, cuando era jefe del gabinete de asesores del Ministerio de Defensa.
Los otros dos voceados serían Felipe Noblecilla y Gustavo Gutiérrez Ticse. Mientras el primero fue secretario general de la Sunafil por ocho meses; el segundo fue intendente nacional de prevención y asesoría. Tratando de poner paños fríos en torno a las dudas que existen sobre algunos de los candidatos, el ministro Maurate, en diálogo con El Comercio, aseguró que velará para que se trate de una persona idónea para enfrentar los retos que impone el cargo.
CUADRANTE INSPECTIVO EN PILOTO
Pese a que la renuncia de Óscar Gómez aún no ha sido oficializada, el último viernes la Sunafil –con él a la cabeza– inició la ejecución del plan piloto del cuadrante inspectivo en La Victoria.
Esta herramienta permitirá recabar información de las empresas formales e informales, como parte de las tareas de diseño y formulación de la estrategia que pretende poner punto final a la informalidad laboral en nuestro país.
Por esa razón, esta nueva forma de fiscalización se convertirá en un instrumento de gestión territorial que servirá para planificar y enfocar el servicio inspectivo, con el objetivo de promover el cumplimiento de las normas laborales y de seguridad y salud en el trabajo.
TRES CABEZAS
► Aldo Ortega. Fue el primer superintendente de la Sunafil. Estuvo en el cargo hasta agosto del 2014.
► Gorki Gonzales. Asumió el cargo el 29 de agosto pasado. Renunció menos de cuatro meses después.
► Óscar Gómez. Se convirtió en jefe de la entidad fiscalizadora el 8 de enero último. Renunció también cuatro meses después.