Desde hace un par de semanas atrás venimos escuchando a los distintos operadores de telefonía móvil quejarse o respaldar la propuesta de Osiptel sobre los cargos de interconexión móvil. La discucion acabó ayer cuando el regulador publicó en las normas legales los nuevos cargos, los cuales empezaron a regir desde ayer mismo, dado el atraso de seis meses que se traía en el tema (por ley se debió establecer los nuevos montos a fines de setiembre del año pasado).
Pero ¿De qué se trata exactamente? ¿No se supone que el mercado de telefonía móvil es libre de toda regulación en tarifas, a diferencia de la telefonía fija, que si es regulada? Pues no.
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En nuestro país, en el 2004 para ser específicos, se dejó de tener una situación pareja de competencia en el mercado porque Telefónica había adquirido a su rival Bellsouth y se había hecho del 75% del mercado. Tim, el gran opositor, conocida esta realidad, decidió irse y dejó la posta a Claro. Dado este panorama, según informa Osiptel, se decidió que el regulador sea quien defina cuánto cobrarían por interconexión los operadores y que dicha tarifa vaya bajando gradualmente, porque consideraban que era muy alta. Además establecieron que para favorecer la competencia el operador entrante, Claro, debía pagar una tarifa diferente a la de los operadores ya establecidos (Movistar y Nextel) porque tenía costos diferentes.
La tarifa que se estableció es conocida como "cargo de interconexión móvil" y es una tarifa regulada que viene bajándose periódicamente. En el mercado no se fija el precio final que llegará al público porque este lo rige la oferta y la demanda y las distintas estrategias comerciales de cada compañía, pero sí se fija lo que se cobrarán entre ellos por usar las redes y ese costo incide directamente en las tarifas que van a cobrar luego a los usuarios.
INTERCONEXIÓN MÓVIL Y TARIFAS
Pero la gran pregunta sigue siendo ¿qué es el cargo de interconexión móvil? Entel nos explica que es el costo que cada operador paga por terminar una llamada en la red de otro operador. Es decir, lo que un operador cobra al otro por recibir una llamada suya.
Cuando yo llamo a alguien que tiene el mismo operador móvil que yo, la llamada fluye en la red de dicho operador y el costo de la misma lo cubre el mismo operador. ¿Qué incluye ese costo? Bueno, en la telefonía fija se hablaba del cable tendido para realizar las llamadas, pero en la móvil los gastos han sido las inversiones en montar o mantener las antenas celulares y las centrales inteligentes en donde se procesan las llamadas, además de los gastos de personal de mantenimiento y todos los costos comerciales propios de las empresas.
Eso es lo que Marcel Coderch (ex vicepresidente del comité regulador de telecomunicaciones en España) llaman un "monopolio natural", porque el operador es el amo y dueño de lo que sucede dentro de su red y ve la manera de diseñar una tarifa que le permite recuperar gastos y ganar y puede por su propio criterio cobrar lo que desee a quien intente comunicarse con el.
Cuando en un mercado hay más de un operador, el monopolio deja de existir, porque para que exista comunicación debe haber una conexión entre los usuarios de uno y otro operador. Puede parecer obvio, pero en términos prácticos, para establecer esa conexión entre operadores es necesario establecer un costo. ¿Qué tipo de costo?
Bueno, cuando yo llamo a alguien que tiene una línea en otro operador mi llamada entra a la red de ese otro operador y debo por tanto pagar un peaje, es decir aportar al mantenimiento de dicha red a la que estoy ingresando con mi llamada, tal como ocurre con los carros cuando ingresan a una determinada carretera.
EL DEBATE POR LA TARIFA DE INTERCONEXIÓN
¿Dónde radica el problema que generó tanto debate últimamente? En la forma en que se establece el costo de interconexión móvil, el monto que se fijará y en qué plazos será cobrado. Hasta setiembre del año pasado se había venido haciendo una reducción gradual en bloques de cuatro años con bajas anuales prefijadas que daban un valor diferente a cada operador, siendo Claro el que tenía mayores beneficios y podía cobrar un poco más por las llamadas que entraban a su red porque se trataba del operador retador a nivel nacional y poseía usuarios de bajo poder adquisitivo.
Ahora, con seis meses de retraso, el regulador ha establecido una nueva regla, basada en una forma diferente de catalogar a los operadores y ha establecido tarifas diferenciadas, pero no atendiendo al tamaño individual de cada empresa, sino como bloques, es decir agrupando a las dos grandes bajo un parámetro y a las pequeñas por otra.
Así, la nueva norma tiene no solo una tarifa diferente, siguiendo la tendencia a bajarla en aproximadamente más 50%, sino que establece una nueva forma de aplicar el cobro: reducción gradual para los operadores chicos - Entel y Bitel - e inmediata para los operadores grandes Movistar y Claro.
El regulador explica que Movistar tiene el 31,3% del tráfico de llamadas y el 54,4% de líneas, lo que le permite facturar S/.5.565 millones, cifra bastante cercana a los S/.5.129 que factura Claro con su 34,8% de tráfico y 39,2% de líneas. Dadas estas cifras, según el regulador, ambos deben ser tratados como semejantes y tener un trato diferente al que poseen los operadores con menos del 10% del tráfico y 5% de participación de mercado (Entel y Bitel).
Cuando el regulador lanzó esta propuesta el pasado 13 de febrero, se despertaron reacciones encontradas por parte de cada uno de los operadores, que defiendieron con amplios y profundos estudios cada uno sus propias propuestas.
¿EN QUÉ NOS AFECTAN LOS CAMBIOS?
Como usuarios del servicio somos nosotros quienes finalmente pagamos los costos que tienen los operadores, incluyendo el mantenimiento de su propia red o el peaje que pagamos cada vez que concretamos una llamada en la red de otro operador, es decir, la interconexión móvil. Si las tarifas a cobrarse entre ellos por las interconexiones son bajas, nos va mejor a nosotros porque se supone que nos traducen menos costos al llamar a cualquier operador. La tendencia internacional, de hecho, es reducir al máximo dicha tarifa y dejarla en un nivel estándar.
Si somos usuarios de un operador grande, explican desde Entel, y la mayoría de llamadas las hacemos en el mismo operador, no veríamos muchos beneficios con la reducción en dichas llamadas (hoy comercializadas como RPM o RPC) pero si somos usuarios de un operador pequeño sí veremos las ventajas porque podrán cobrarnos menos por las llamadas a esos otros operadores que tienen una mayor cantidad de usuarios.
Durante el debate, desde Claro, estuvieron preocupados porque aseguraron que sus usuarios son en la gran mayoría prepago (reciben llamadas, no las realizan) y de aplicarse la reducción de golpe ellos tendrían que aplicar modificaciones en sus tarifas, lo cual dicen perjudicaría a sus usuarios, quienes tendrían que pagar más. Además, sus consultores explicaron que la marca verían disminuidos sus ingresos de golpe por este concepto en 68%, lo cual afectará la capacidad para diseñar promociones especiales en otras cateogrías de productos, como las conexiones a Internet.
Desde Telefónica propuieron en su momento que la tarifa sea estándar y que los tres operadores que vienen operando o atendiendo clientes locales desde hace diez años (Claro, Movistar y Entel, que adquirió a Nextel) tengan el mismo cobro al mínimo valor posible, tal como es la tendencia internacional.
Desde Bitel también manifestaron durante el debate su descontento, porque ellos consideran que Entel es una empresa que ya trae más de diez años operando en el mercado como Nextel y arrancó con 5% de participación de mercado, mientras que ellos han empezado desde cero, y por esa razón no se les debería aplicar la misma tarifa.
La discusión en donde cada operador defiendió una postura diferente ya llegó a su fin y fue el regulador quien, luego de evaluar todo lo que los operadores propusieron, decidió los nuevos cargos por minuto de llamada: US$ 0,0176 para Movistar y Claro desde ya y US$0,0201 para Bitel y Entel en el 2017, pasando primero hoy a US$0,0325 y en el 2016 a US$0,263.
Las nuevas reglas del juego ya fueron fijadas y tocará ahora observar como se traducirán estos en reducciones en nuestros recibos, porque finalmente somos los usuarios de los servicios los que pagamos por el mantenimiento de las redes.