Si me dicen tienes que hacer esto y aquello para ser ministro, no es mi estilo, sostuvo el flamante titular del MEF, Carlos Oliva. (Foto: Juan Ponce)
Si me dicen tienes que hacer esto y aquello para ser ministro, no es mi estilo, sostuvo el flamante titular del MEF, Carlos Oliva. (Foto: Juan Ponce)
Redacción EC

(Por Juan Carlos Odar y Nicolás Castillo) El ministro de Economía, , conversó con El Comercio sobre los alcances de las proyecciones del y del . Oliva resaltó las líneas de acción para apuntalar la economía en los próximos años.

En el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) una de las críticas más fuertes del Consejo Fiscal fue hacia el estimado de PBI potencial de 4,5%. ¿Qué argumentos están detrás de la cifra? 

El tema de PBI potencial no es vinculante, es simplemente una señal que dice que la política del gobierno mira el PBI potencial y quiere aumentarlo. Que sea 4,5%, 4,6% o 4,8%, cualquiera de esas cifras nos sirve. Estamos trabajando muchas cosas en el camino y estamos dando el mensaje de que nos interesa apuntalar ese potencial.

Un factor clave para empujar el potencial es elevar el nivel de formalidad que pasa por, entre otras cosas, hacer más eficiente el mercado laboral. ¿Cuál es la visión del MEF?

Creo que la clave para atacar en el mercado laboral es la flexibilidad del mercado. Yo no entraría en esto que la gente llama ‘sobrecostos’, porque incluso es ficticio: cuando se calculan los sueldos anualmente, esos sobrecostos de alguna manera desaparecen.

El foco debería estar en flexibilizar más el mercado laboral, que significa que la gente pueda entrar y salir del mercado de una manera más dinámica y más fácil. Hay mucho recelo del sector privado por contratar a alguien. Eso hace que se genere informalidad y que el mercado no sea tan dinámico. Vamos a trabajar en algunas propuestas para flexibilizar el mercado laboral.

¿Se han trazado plazos?

Sabemos que es un tema complicado de vender políticamente, pero tenemos que hacer el trabajo. Hemos recibido a varios gremios de microempresas y pequeñas empresas. Todos nos decían que necesitan flexibilidad laboral. Si las obligas a contratar a alguien que después no pueden despedir, ni cambiar, ni crecer, entonces se ven afectadas.

Y eso no solo depende del Ejecutivo, también del Congreso...

Sabemos que no va a ser fácil. Tampoco queremos ser ingenuos y decir esto sale en seis meses ni mucho menos. Pero vamos a hacer que las propuestas estén bien sustentadas y vamos a explicarlas a la población. Mucha gente está convencida de que parte de su propia informalidad tiene que ver con estas restricciones que hay en el mercado laboral.Vamos a hacer esta labor de convencimiento en el Congreso y en todos los foros donde sea posible. Espero que durante este gobierno podamos dar un gran paso en este tema.

Además de estos temas, ¿qué se está trabajando para impulsar la competitividad?

En primer término, esta reforma institucional que ha planteado el presidente de la República en justicia y partidos políticos. Ambos factores tienen un potencial tremendo para influir en la competitividad de la economía. Si queremos ser un país desarrollado, tarde o temprano íbamos a tener que enfrentar esta debilidad que tenemos. En segundo lugar, infraestructura tiene que ser otro de los ‘drivers’. Ahí lo que hemos hecho es modernizar las leyes de APP y OxI. En el tema de APP, sacamos un decreto legislativo hace unas semanas y estamos trabajando en el reglamento. Se están haciendo unos cambios importantes y consolidando algunos cambios en los últimos años.

Aún no tenemos un plan nacional en este punto. ¿Está en agenda?

Estamos trabajando –y va a tomar algunos meses– en la elaboración de un plan nacional de infraestructura. Básicamente la gran ventaja que va a tener este plan es que vamos a tener una visión territorial del cierre de brechas y, segundo, nos va a permitir priorizar inversiones. No basta con que un proyecto sea viable, tiene que ser prioritario. Eso va a mejorar mucho la calidad de las inversiones.

¿Cuándo estaría listo?

En unos seis meses debemos tener los primeros avances. No es tan fácil armarlo porque tenemos que conjugar la parte territorial con la sectorial. No queremos que sea un simple listado de proyectos. Sería muy fácil pedirle a cada ministerio un listado de proyectos, pero de eso no se trata. Tenemos que ver cómo esa articulación hace que los departamentos y las provincias sean más competitivos.

¿Cómo mitigar el riesgo de que todas las nuevas autoridades regionales y locales subejecuten la inversión pública? Esto no parece estar contemplado como riesgo en el MMM...

Sobre la inversión pública vamos a hacer varias cosas, pero menciono dos. Una tiene que ver con el gran esfuerzo que vamos a hacer entre octubre y diciembre por capacitar a los nuevos cuadros que salgan elegidos. Con la PCM estamos viendo una programación de capacitaciones. La segunda: es muy probable que destinemos equipos del gobierno nacional para que los ayuden en el sitio a hacer el trabajo.

Pero es posible que las nuevas autoridades deshagan lo que deja su antecesor...

A pesar de lo que vamos a hacer, puede haber alcaldes que no se sientan cómodos con lo que dejó la administración anterior. La última vez que hubo cambio de gobierno, la inversión se cayó 40%. Eso es grave. Ahora, si bien hay ese riesgo, si fuera 5% habremos avanzado un montón.

El Consejo Fiscal advirtió que no se consideró el riesgo de la inmigración venezolana en el mercado laboral. ¿Cómo lo evalúa?

Hablamos de personas que enfrentan problemas y son más que bienvenidos en el Perú. Estamos monitoreando su efecto sobre la economía, pero hay elementos bastante positivos: la están dinamizando de alguna manera. Los venezolanos están trabajando en cosas que antes no existían o no había, aunque también es cierto que van sobre todo a la parte informal. Aun así, mueven la demanda y el consumo. La verdad no me preocuparía en este momento sobre cuál podría ser el efecto final. Es masa laboral y qué país no quiere tener más masa laboral; además muchos de ellos vienen con capacidades.

¿Cuáles son las principales nuevas apuestas en el presupuesto 2019? 

Este presupuesto supera ligeramente los S/168.000 millones y crece 7%. Tiene cinco o seis elementos que lo hacen creíble y descentralizado; que mira lo que debería ver un presupuesto. Estamos aumentando la participación de dos sectores clave: educación y salud. Un 49% del aumento del presupuesto está en esos dos sectores. Segundo, estamos más que duplicando el presupuesto para la violencia contra la mujer. Tercer tema, friaje, heladas y nevadas. Ahí también estamos aumentando el presupuesto para estos temas, hasta S/240 millones. En temas de anemia, se pone mucho énfasis en la gestión, para que los niños tomen los suplementos que deben tomar. Además, estamos poniendo el dinero directamente en los gobiernos subnacionales, que suben a tener 30% del presupuesto. La expectativa es que en los próximos años esto siga creciendo.

También hay riesgos que vienen del Legislativo y generan presión en las cuentas públicas. Por ejemplo, la Caja de Pensiones Militar y Policial. ¿Se hace sostenible con la intervención del Parlamento?

Es un indicador de que el sistema, tal como está y sobre todo con la cédula viva, no es sostenible. Este año probablemente se tengan que inyectar unos S/1.400 millones. Cuando era viceministro había que financiar esa caja todos los años. La homologación que hizo el Congreso genera una presión de entre S/1.000 o S/1.200 millones más. Si esa ley no es observada o derogada, estamos hablando de S/2.500 millones más que le costaría al país el mantenimiento de esa caja.

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