"Uno está condenado a ser el empleado de otras personas si tiene una educación sin un complemento ", dice Fernando Villarán, autor del libro “Educación emprendedora en la educación básica regular” del Instituto Peruano de Evaluación, Acreditación y Certificación de la calidad de la Educación Básica - IPEBA.

En entrevista con El Comercio, el exministro de Trabajo nos ofrece cuatro razones por las cuales se deben implementar estos conceptos en las aulas escolares, las mismas que compartirá con jóvenes universitarios en las siguientes semanas para su discusión. Precisamente, ayer estuvo en el auditorio de la (UCH), junto al viceministro de Educación, José Vega Torres.

NO BASTA CON SER EMPRENDEDOR

Según diversas mediciones internacionales, como el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el Perú se ubica entre los primeros lugares de actividad emprendedora total, superado únicamente por China y Chile en el rubro de economías basadas en eficiencia, según resultados de la medición de 2011.

Lamentablemente, esta característica no es suficiente para la subsistencia de los negocios, pues la mitad de ellos no continúa con sus operaciones luego del primer año.

LA EDUCACIÓN PÚBLICA AÚN NO OFRECE TODAS LAS HERRAMIENTAS

Sin ir muy lejos, países sudamericanos como Brasil, Uruguay y Chile fomentan entre sus estudiantes de educación pública básica la oportunidad de conocer los procesos necesarios para crear sus propios emprendimientos, a través de programas, proyectos, incubadoras  de negocios, entre otros, para que puedan salir al mercado laborar con la experiencia  y el conocimiento previo necesario.

Asumir este  le costaría a nuestro país cerca de S/.10 millones en un primer tramo que al cabo de dos o tres años, se situaría en los S/.100 millones.

FORTALECE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA

El que los niños y jóvenes entiendan la importancia de ser emprendedor aporta en su desarrollo personal así como en la formación de vocaciones sólidas orientadas a los negocios y con herramientas de trabajo para crear empresas viables.

Si bien en la educación secundaria ya existen cursos de laboral, con talleres de carpintería, repostería, mecánica, entre otros, esto no es suficiente para empoderarlos a asumir el reto de conducir un negocio.

AUMENTA LA PRODUCTIVIDAD DE LAS MYPES

De acuerdo a cifras del registradas el 2007, las microempresas equivalen al 26% del PBI, dos puntos porcentuales menos que la gran empresa, cuyo número de compañías es muchísimo menor (3’167751 microempresas versus 800 grandes empresas).

El rol de la y la precariedad detienen el crecimiento productivo de los pequeños negocios. Es por ello que formar desde muy jóvenes a los estudiantes impulsaría en la creación de emprendimientos sostenibles, más productivos y que sean parte del crecimiento económico, alejándose del camino de la pobreza y la informalidad.

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