La ley elaborada por el Ministerio de Vivienda para dinamizar el mercado inmobiliario a través del arrendamiento se enviará en pocos días al Congreso y podría entrar en funcionamiento desde octubre.
“Será una solución de aplicación inmediata para el acceso a vivienda”, dice Gerardo Freiberg, gerente general del Fondo Mivivienda. Según las proyecciones, en los dos primeros años de esta ley se podría beneficiar con inmuebles a más de 40 mil familias, las que no tendrán que pagar cuota inicial.
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Este nuevo mecanismo de financiamiento, que triplicaría la demanda efectiva de viviendas, está pensado para los trabajadores independientes o personas con ingresos irregulares –el grupo donde está la mayor cantidad de clientes potenciales– a quienes hoy les resulta complicado conseguir el visto bueno del sistema financiero para obtener un crédito hipotecario.
La norma incluye dos opciones para acceder a una vivienda: un alquiler con opción de compra y el leasing inmobiliario. En la primera, el cliente ocupará una propiedad por un periodo corto que podría ir de dos a tres años, para que en la práctica demuestre su capacidad de pago. Esta es una alternativa a los ahorros en cuenta que hoy exigen los bancos para la buena calificación, y que son severos si uno, por ejemplo, se retrasa en un depósito. Quien hoy vive en un lugar alquilado y a la vez deposita este ahorro para crear su récord crediticio, resolvería ambos temas con un solo paso.
El alquiler-compra es también un paso previo para acceder al leasing inmobiliario, que como en el caso de un leasing para el uso de una maquinaria o un automóvil, el cliente obtiene la vivienda luego de cumplir con el plazo de pagos que se fija por contrato. Aquí aplicarán con mayor facilidad las personas no asalariadas, pero que tengan ingresos regulares. “En esta modalidad, el banco o quien financie el leasing es propietario del inmueble con un marco de seguridad jurídica que le permite recuperar esta propiedad en caso el cliente no cumpla”, dice Freiberg.
Las cuotas mensuales podrían ser más altas que ahora porque se financiará un monto mayor, pero la competencia en esta modalidad podría también bajar las tasas de interés.
MERCADO EN ESPERA
Dependerá de las empresas inmobiliarias determinar cuáles de sus proyectos los ofrecerán con esta modalidad y cuáles no. No hay un límite en el precio de la vivienda que se compre bajo esta opción, aunque el objetivo del gobierno es dinamizar las colocaciones entre los segmentos emergentes y que los desarrolladores se animen a construir más para este público.
Gerardo Freiberg señala que esta propuesta ha sido bien aceptada por bancos, y que se mantienen reuniones con Asbanc para que las entidades financieras puedan tener los procedimientos listos para brindar este servicio, sin esperar que esta ley se promulgue para recién comenzar.
Enrique Zevallos, gerente general de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI Perú), dice que en este último punto pueden ocurrir algunas demoras porque los bancos no tienen todavía una logística apropiada para la administración de bienes inmuebles. Sin embargo, señala que la ley es muy atractiva porque abre posibilidades a un nuevo negocio y ha generado interés de fondos de inversión que lanzarían nuevos proyectos solo para alquiler. Además, la modalidad de alquiler-compra sería muy útil para que las empresas logren bajar su stock que por la desaceleración económica se ha tardado más en vender.