SILVIA MENDOZA MARTÍNEZ
Ser asaltado o agredido en la calle es un escenario cada vez más probable en el Perú. Las estadísticas dicen que al menos el 70% de la población mayor de 15 años de las principales ciudades del país ha sufrido un intento de robo o un asalto.
¿Qué hacer ante tanta inseguridad? Tras sufrir un ataque, es común comenzar a buscar la mejor manera para evitar volver a hacer el papel de víctima. Si usted es de los que han descartado las armas de fuego –bien pensado, por cierto–, sepa que hay herramientas de defensa personal no letales, que usadas con prudencia harán la diferencia si tiene la desgracia de toparse con un delincuente.
El más conocido es quizás el gas pimienta. Se trata de un producto elaborado con la oleorresina de capsicum o la pimienta cayena, que causa irritación, picazón y ardor generalizado, sobre todo en las vías respiratorias. Su tiempo de acción suele estar entre los 15 y 20 minutos, tiempo suficiente para que el agredido huya. Hay en versión líquida y otra de espuma. Su costo varía entre los S/.40 y S/.133.
La vara retráctil de acero es menos conocida, pero también puede ser útil. Solo hay que sacudirla con fuerza para que triplique su longitud y pase a ser una aliada para su seguridad. Su costo en la tienda Armaq es de S/.95.
Los generadores de voltaje suelen ser las herramientas de defensa personal con más demanda, pese a su mayor costo, que puede superar los S/.200. Su uso es más eficiente cuando se aplica en los hombros, la ingle o el estómago. En el mercado local se ofrecen presentaciones con pulsos de salida de 70 kW, 100 kW y 200 kW. Para tener una idea, la corriente eléctrica doméstica es de 220 kW.
Si bien estos artículos pueden ayudar, tenga en cuenta que ante un ataque lo primordial es no poner en riesgo la vida. Lo material se puede recuperar.