Estos primeros meses han sido intensos para Coca-Cola Perú. Como parte de un plan global, la operación realizó cambios estructurales a fin de mejorar su llegada al consumidor. Ezequiel Fernández-Sasso, su nuevo gerente general, nos cuenta más sobre este plan y el nuevo rumbo de la empresa en el país.
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Recientemente se anunció una reorganización de las operaciones de Coca-Cola en la región. Además de su designación, ¿qué otros cambios se vienen para el Perú?
Antes veíamos desde aquí también las operaciones de Uruguay, Paraguay y Bolivia. Con esta nueva organización, vamos a tener un equipo exclusivo para las operaciones locales. Asimismo, desde Chile se coordinarán las estrategias. Ellos van a ser nuestros socios en este nuevo modelo.
¿Qué se busca con estos cambios?
Buscamos tener mayor cercanía con nuestro embotellador y los mercados. Contar con un equipo solo para nosotros nos permite tener mayor foco de atención en entender al consumidor y sus necesidades.
Desde hace algunos años no le está yendo bien al mercado de bebidas. Como líderes del mercado, ¿cómo piensan revertir esto?
Aunque no estamos creciendo a las altas tasas de antes, todavía hay un dinamismo en el mercado. Como líderes, el reto de la compañía será tener un portafolio completo para atender las nuevas necesidades.
¿Este año se podría revertir esta mala racha?
Estoy convencido de que este año vamos a ver un crecimiento positivo del mercado (de un dígito). En nuestro caso, en estos primeros meses tenemos buenos resultados y hemos incrementado nuestra participación en todas las categorías. Esta nueva estructura nos ayudará a desarrollar el negocio, a acercarnos más a los consumidores y a los clientes.
En esa línea, ¿este año dónde estará el foco de la compañía?
Uno de nuestros focos será acercarnos más a nuestros 315 mil puntos de venta y ver la forma de ampliar nuestra cobertura, ya que nos falta llegar a un 15% de puntos. Además, vamos a seguir arriesgándonos con nuevos productos (tanto desarrollos desde cero como marcas internacionales) para complementar el portafolio. No tenemos miedo a equivocarnos.
Y esto parece haber ocurrido con La Moradita. ¿Qué sucedió con esta gaseosa?
Está en nuestro ADN innovar. Vimos una oportunidad y nos atrevimos, y sucedió lo que sucedió. Creo que aprendimos mucho de La Moradita. Y con este aprendizaje vamos a saber cómo actuar en nuestros próximos lanzamientos.
¿Cuál fue la moraleja?
Aprendimos que el consumidor es al final quien decide qué quiere y no tomar. No podemos romper la barrera que tenemos con ellos o forzarlos a consumir algo que no quieren. Cuando nos dicen que no, tenemos que tomar acciones sanas y responsables.
Además de los nuevos productos, este año van a comenzar a manejar las marcas adquiridas a Backus (Guaraná, San Mateo, Viva Backus y Cristalina). ¿Cuáles son los planes con estos productos?
Esta fue una operación reciente, con lo cual estamos iniciando el proceso de adaptación e implementación de estos nuevos productos al portafolio de Coca-Cola Company. Apenas tengamos algo que comunicar, lo haremos.
¿Cómo avanza su plan de inversiones [de US$1.000 millones] para el 2019 ?
Sigue en marcha. Estamos invirtiendo mucho en la planta del norte y de Lima; en estructura de mercado; en potenciar el desarrollo de nuestros clientes y educarlos; en campañas de comunicación; y en programas del movimiento. No vamos a disminuir los esfuerzos; al contrario, los vamos a redoblar. En los últimos cinco años hemos invertido US$800 millones.
En vista de ello,¿la cifra se podría incrementar?
Podría incrementarse. Esto lo estamos revisando. No tengo una cifra exacta de las próximas inversiones, pero puedo decir que ahora estamos en línea con las metas que nos hemos puesto.