El Perú es una de las economías de América Latina y el Caribe que tiene la mayor incidencia de contratos a plazo fijo (por meses) frente a los contratos a plazo indefinido. Así lo demuestran datos publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El economista regional de la referida entidad, Hugo Ñopo, explica que dicho escenario está vinculado al costo que asume el empleador.
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“El costo de la empleabilidad fija implica casarse de por vida e ignora la volatilidad de la economía, innovaciones tecnológicas y muchas cosas que cada vez son más importantes en América Latina. Siendo estos costos altos como el caso del Perú, se opta por empleos temporales”, advierte.
En su recientemente publicado “Panorama laboral 2019”, la OIT muestra que para el caso peruano y para una población tan vulnerable como los jóvenes entre 15 y 29 años, el alcance de este tipo de contratos supera el 90% y deja un mínimo margen para los contratos a plazo indefinido.
Ante ello, la entidad internacional reconoce la necesidad de este tipo de contratos de cara a “facilitar el proceso de emparejamiento entre empleador y empleado”. No obstante, podría generar algunas consecuencias negativas para el funcionamiento del mercado de trabajo y de la economía en general.
“Algunos estudios muestran una asociación entre relaciones laborales de corta duración con una menor incidencia en capacitación. A su vez, una menor inversión en formación podría tener repercusiones en términos de productividad”, menciona el informe citando estudios referidos al tema.
Similar postura fue la que señaló el investigador principal de Grade, Miguel Jaramillo. “La consecuencia es que, en general, las relaciones laborales tienden a ser más cortas y la empresa tiene pocos incentivos para invertir. El trabajador está menos comprometido y la empresa está menos comprometida con él”, asevera.
A nivel general, en el mercado laboral peruano el 80% de la PEA ocupada se encuentra bajo contratos a plazo fijo, afirma el investigador. Esto por el alto costo de la indemnización por despido que asciende a un sueldo y medio por año trabajado. “Uno puede discutir si es mucho o poco, pero gran parte de la razón es la decisión del Tribunal Constitucional del 2001 y debería cambiar su parecer frente al tema”, agrega.
El presidente del Instituto Peruano de Economía, Roberto Abusada, también señala el fallo del TC como la causal del problema. “Y es antilaboral [la alta incidencia de contratos a plazo fijo] porque va contra la misma sindicalización y porque los trabajadores ganan menos”, explica.
El “Panorama laboral” de la OIT para la región también da cuenta de la variación de la tasa de desocupación nacional y la juvenil. Esta última llega al 10% al tercer trimestre del 2019.
No se siente efectos de bajas tasas
El desempleo en América Latina y el Caribe llegaría, según proyección de la OIT, al 8,1% para el 2019.
Para el organismo esto “aún no refleja los efectos de las bajas tasas de crecimiento de las economías”, ya que es una décima porcentual mayor al resultado del 2018.
De acuerdo con el director regional de la OIT, Juan Hunt, esto llevaría a esperar que la desocupación para el 2020 alcance el 8,4%.