Para la economía peruana el principal factor a tener en cuenta este 2021 a nivel de previsiones tiene que ver con las revisiones de las evaluaciones de riesgo soberano que estarán haciendo en los próximos meses las principales calificadoras, dice Control Risk. (Foto: Twitter)
Para la economía peruana el principal factor a tener en cuenta este 2021 a nivel de previsiones tiene que ver con las revisiones de las evaluaciones de riesgo soberano que estarán haciendo en los próximos meses las principales calificadoras, dice Control Risk. (Foto: Twitter)
Leslie Salas Oblitas

“La vacunación contra el efectiva y rápida de gran parte de la población será el principal factor de recuperación de la economía de un país, permitiendo retomar cierto grado de normalidad y confianza, estimulando conjuntamente la inversión, la producción y el consumo”, asegura Control Risk.

Y aunque el Perú no es la excepción, hay puntos claves como la dinámica de las exportaciones mineras y agroindustriales que contribuirán en el mejor desempeño macroeconómico, cuyo comportamiento es independiente al proceso de vacunación interno, señala Nicolás Urrutia, analista senior de la consultora global especializada en riesgos.

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Sin embargo, estar a la cola en el proceso de vacunación y el contexto electoral hará que este 2021 no sea un buen año para el entorno de inversión, estima.

“Los periodos electorales tienden a disuadir a los grandes inversionistas institucionales de tomar decisiones hasta tener claridad del horizonte”, dice.

Aunque, indica, se pueden dar excepciones como en el caso de compañías que ya tengan presencia establecida y una lectura muy madura del entorno de riesgos como, por ejemplo, las mineras, que han podido continuar de manera relativamente rentable aún con la incertidumbre política.

En general, para la economía peruana el principal factor a tener en cuenta este 2021 a nivel de previsiones tiene que ver con las revisiones de las evaluaciones de riesgo soberano que estarán haciendo en los próximos meses las principales calificadoras, acota.

“El sector financiero logró, afortunadamente, mitigar bastante bien los primeros meses de la pandemia mediante el reagendamiento de créditos, reestructuración de mecanismos de deuda y también de inyección de liquidez al mercado. No obstante, la situación de riesgo político en el país y la inestabilidad de los últimos meses han llevado a las clasificadoras a ser cautelosas a la hora de calificar los niveles de riesgo-país, y en el momento que haya un cambio el mercado de capitales y el Gobierno peruano lo sentirá”, precisa.

Detalla, además, que el actual Congreso posiblemente va a seguir impulsando normas populistas en medio de la crisis económica y social causada por el nuevo coronavirus, lo cual genera riesgos regulatorios y de confianza en la institucionalidad, tal es el caso de los límites a las tasas de interés de los créditos, recientemente aprobado por el legislativo.

“Esta medida va a generar una reconfiguración en las tolerancias de riesgo y en el dinamismo del sistema financiero y crediticio y quizá se sigan viendo propuestas en esta misma línea los siguientes meses, ya que es altamente probable que el próximo congreso sea altamente fragmentado y caiga en esta misma dinámica”, afirma.

FACTOR SORPRESA

El analista sostiene que los tiempos de pandemia generan dificultades y también sorpresas, ya que es probable que a nivel político los candidatos de mayor continuidad y más cercanos a la tecnocracia y a la ortodoxia económica sean más tímidos a la hora de hacer actividades proselitistas, sobre todo en regiones, que candidatos más populistas y con mayor tolerancia al riesgo que implica la pandemia.

Por ahora, lo que vemos es un Gobierno de transición frágil, que no está en condiciones de enfrentarse al Congreso, ni en capacidad de contener y canalizar adecuadamente los estallidos sociales, como lo que hemos visto en las huelgas agrarias. “Aunque logra mantener la política del país, no tiene la capacidad para mantener la estabilidad social y las movilizaciones sociales marcan la pauta regulatoria de la política, lo cual genera incertidumbre para el entorno de los negocios.”, enfatiza.

RIESGOS GLOBALES

Pero además de la pandemia, hay otros riesgos latentes para las empresas en el mundo que pueden impactar, en menor o mayor medida, en nuestro país. Este es el caso de las emergentes amenazas digitales, el cambio climático y la relación entre EE.UU. y China, según el último estudio publicado por Control Risks.

Daniel Linsker, gerente general de la citada empresa, proyecta que este 2021 será un año con una recuperación desigual, pues la llegada de las vacunas evidenciará la diferencia entre un mundo de ricos y pobres. “Si en el 2021 no se logra poner fin a la pandemia, será el año que determinará lo que quede cuando lo peor pase”, proyecta.

En cuanto a la relación entre EE.UU. y China precisa que, si bien se debe ver una estabilidad superficial con el cambio de gobierno, el choque entre ambos países continuará como uno de los problemas actuales. “Si la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, se enfoca en temas de derechos humanos y concentra sus esfuerzos en una presión multilateral sobre China, chocará con los intereses principales de Beijing. De esta forma, podrían continuar las represalias y reanudarse el ciclo de escalada”, añade.

Alerta, de otro lado, que se acerca un punto de inflexión para la relación entre las empresas y el cambio climático en 2021. “Los países rezagados deberán considerar un futuro en el que la intransigencia deteriorará su competitividad y reducirá sus mercados de exportación. En los países en los que el gobierno se ha retrasado, serán las empresas, los inversionistas y los activistas quienes marcarán el ritmo”, considera.

Otro punto a tomar en cuenta es la acelerada digitalización de cara a nuevas amenazas, ya que en el proceso de adopción de nuevas tecnologías y una mayor conectividad se incrementa también el riesgo a los ciberataques a nivel de empresas públicas, privadas y gobiernos.

Se espera por ello una mayor regulación y nuevos desafíos para las empresas que se convertirán en oportunidades para los especialistas en amenazas cibernéticas.

Linsker destaca que durante el 2020 muchas empresas trataron de sobrevivir, pero el 2021 será el momento de centrarse en las oportunidades. “Aquellas empresas que convirtieron las ganancias en eficiencia y productividad continuarán evaluando con precisión las tendencias, beneficiándose del próximo aumento de la demanda”, asevera.

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