El último jueves se presentó el Informe de Competitividad 2022 elaborado por el Consejo Privado de Competitividad. David Tuesta, exministro de Economía y presidente de dicho consejo, conversó con El Comercio para realizar una evaluación integral de la actual situación económica y del papel que ha jugado el actual Gobierno en los últimos ocho meses.
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—La economía ha perdido el impulso que se vio en el 2021 y, por el contrario, este año existen múltiples factores que están corrigiendo a la baja las proyecciones. En este escenario, ¿cuánta responsabilidad hay del actual Gobierno?
Yo diría que hay una parte, sí, que es responsabilidad de muchos de nuestros gobernantes que no lograron generar esa agenda de confianza. Otra parte es por el escenario de alta volatilidad de 5 presidentes en 5 años. También estuvo la pandemia. Pero hoy queda claro que hay un componente muy importante en los últimos 8 meses. Más allá de que el discurso se haya aplacado, tienes otro aspecto que yo creo que salta con mayor claridad que es el fuerte golpe a la capacidad de gestión del Estado con un desprecio absoluto sobre la meritocracia. Entonces, en un Estado que hoy es ineficiente, prácticamente esto se convierte en tu bandera casi de orgullo.
—El informe del Consejo de Competitividad advierte que somos uno de los países donde existe la mayor desconfianza sobre sus funcionarios.
Sí, sin duda. Con este Gobierno lo que hemos visto es un cambio absoluto de mucho del funcionariado público. Es el caso de Petroperú: entró una nueva gestión y, luego de haber designado gerentes de primer nivel en un proceso gestionado por un head hunter independiente, los sacas a todos. Esto es más que la anécdota.
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—¿Cuánto puede afectar estos casos a la competitividad del país?
La competitividad se ve a largo plazo. Tampoco puedo decir que mi competitividad va a caer mañana. En función a lo que estoy viendo y a las tendencias observadas, uno se pregunta ¿a dónde voy a ir a parar en los próximos 5 o 10 años? Y lo que uno observa desde hace bastante tiempo es que el Perú está estancado en los cuartiles más bajos a nivel comparativo en el mundo. Es impresionante. Ves todos los factores, todos ubicados por debajo. Hay uno que llama poderosamente la atención y que es lo que explica que este barco o país siga navegando: la estabilidad macroeconómica. Ahí somos número uno en el mundo. Todo eso se lo debemos en gran medida a estos pilares que se mantienen como es la institucionalidad del Banco Central de Reserva y, por otro lado, el pilar fiscal.
Minería peruana
—Hemos visto alta conflictividad social vinculada a la minería. Muchas de ellas no encuentran una solución definitiva, sino temporales. ¿Cuál es su opinión sobre la postura del Gobierno frente a la minería?
Yo creo que hay una falta de convencimiento por parte de este Gobierno respecto del rol de la minería. Y creo que, más bien, hemos visto varias señales de que lo que han intentado es debilitar y tratar de buscar otro tipo de prioridades más personalistas. Hoy lo que estamos viendo más bien son funcionarios en el sector minero que o no tienen ni idea de cómo se gestiona el sector o no tienen ni idea siquiera de los temas de conflictividad social. Están adoptando una actitud de trasladar la responsabilidad de los problemas al sector privado. Es silencioso, quizás, pero de forma tácita. Es como decir “oye usted, entregue o negocie lo que están pidiendo las comunidades”.
"Están adoptando una actitud de trasladar la responsabilidad de los problemas al sector privado. Es silencioso, de forma tácita"
David Tuesta, presidente del Consejo Privado de Competitividad
—Sin contar las intenciones de querer grabar con más impuestos a la minería. ¿Ve que esta idea haya sido descartada en el actual Ejecutivo?
Ese es un tema que seguirá trayendo debate. Hay como más de US$ 50.000 millones en el panorama de inversión para los próximos 10 años y que cambiaría completamente la capacidad y prosperidad del sector y de muchos trabajadores. En vez de impulsar ello, han estado optando por la vía mínima de desincentivo a la inversión privada que es la de subir la tributación al sector minero.
—El informe del FMI que fue solicitado por el entonces ministro Francke consideró que dicho aumento no haría una diferencia considerable.
Si uno lee le informe, abunda en explicar que el sector minero ya es competitivo. Lo que dice es que, si por un tema de la propia dinámica política se exige que el sector minero tenga una mayor carga, solo tienes un mínimo espacio para hacerlo. Pero lo importante es tener en cuenta el momento económico y político. Si nos guiamos solo por el momento económico, este es un país que ha salido golpeado de la pandemia. Perdimos miles de empleos y aún no llegamos a recuperarlo. Entonces, ¿cómo puede ser posible que un momento en el cual tú lo que debieras es promover inversión, quieras mellar esa mínima confianza introduciendo impuestos en este momento? Por el ámbito político, tampoco existe un espacio para ello porque más allá de que le grabes al minero, existe una alergia generalizada sobre cargar más impuestos en este contexto que tenemos.
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—¿Cuál debe ser el camino correcto, entonces, si se quiere subir impuestos?
Si uno quiere desarrollar política fiscal en el Perú, necesariamente tiene que pasar primero por una restructuración de la forma en cómo gastas. Y eso implica justamente hacer una reforma del gasto improductivo del gasto. El BID estimaba que esto representa alrededor de 2,5% del PBI. Difícilmente vas a alcanzar legitimidad para colocar más impuestos si es que tú previamente como Estado no das un paso transparente.
—Fue lo que usted intentó hacer cuando fue ministro de Economía.
Es correcto. En mi caso, yo creo que lo que hubo es un problema de secuencia. Creo que lo que se tuvo que hacer es eso [la transparencia del gasto] y solamente eso. Fue un error, digamos, incorporar al mismo tiempo el tributo por más que era una cosa pequeña, no. Siempre fui un convencido de que el gran problema fiscal que tiene el Perú es el mal uso de su gasto. Y yo en su momento quise poner mucha fuerza en ello. Acá si queremos ganar legitimidad tenemos que partir primero: el Estado tiene que haber una cuota extra de confianza.
Ingresos y alza de precios
—El alza internacional de precios llega en un momento de salarios aún no recuperados tras la pandemia. ¿Cómo responder a ello?
La respuesta más macro es el crecimiento. Con un país que está creciendo vigorosamente. Todo el mundo se puede beneficiar. Sin una política real en la parte de crecimiento económico, empezar a hacer políticas específicas es muy complicado. Ahora, si quieres abordar el tema laboral hay que tener dos cosas en cuenta: los factores de oferta y los factores de demanda. Si hablas de los factores de oferta, el empleo es de muy baja productividad. La productividad laboral en el Perú representa el 15% de la productividad laboral de los Estados. Ahí tienes un problema serio. Por ejemplo, cuando quieres hablar de la remuneración mínima, la productividad te pone límites. Es inevitable entrar al tema de la Agenda 19. Querer duplicar la indemnización por despido. No hay una lectura técnica sobre el tema.
—Es lo que se percibe en ministerios clave como el de Trabajo.
Totalmente. La propia ministra ha dicho que se está respondiendo a demandas de las fuerzas sindicales. Ella debería sincerarse: su ministerio no debería llamarse Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. Debería llamarse Ministerio para los sindicatos. Hasta ahora te he hablado de problemas, pero necesitas crecimiento económico y un espacio de consenso real.
—Y en ese trabajo de consenso, ¿cuánto espacio tienen, por ejemplo, el ministerio de Economía para encauzar la discusión a un nivel más técnico?
El contexto político ha ido disminuyendo el rol institucional del MEF. Se ha vuelto un ministerio muy influenciable por el contexto político. Ahora, el ministro Óscar Graham ha asumido el cargo entendiendo dónde le toca jugar. Entiendo que él está haciendo grandes esfuerzos. Él tiene la parte económica y tiene el Consejo Nacional de Competitividad bajo su ámbito. Creo que él debería posicionarse en esas dos anclas. Evitar que la Agenda 19 avance yo creo que es un rol central que tiene él.
—Se promovió una moción de vacancia que no prosperó. ¿Cuál debería ser ahora la actitud del Ejecutivo para revertir la actual situación?
El tema de si hay o no vacancia es parte del derrotero político. Prácticamente se ha convertido en una herramienta que está fácilmente accesible. El gran problema es que, más allá de la votación, no hay solución a la inestabilidad del país. Seguimos teniendo lamentablemente a un Ejecutivo cuyas prioridades son distintas a las que requiere el país. El país requiere crecer y este Gobierno no termina de entenderlo. Eso es lo que puede traer mayor beneficio, bienestar a la población, esa es la parte que a mí me sigue preocupando.
—Y bajo ese escenario, ¿es posible ingresar a la OCDE?
Honestamente, el tema de la OCDE lo veo bastante lejano. Con este Gobierno, más aún. Honestamente, me sorprendió tremendamente que el Gobierno haya aceptado este compromiso, pero ya hemos visto que se puede firmar y aceptar muchos compromisos y no hacer nada. Una cosa que seguramente nos van a pedir es el tema de Seguridad Social. Con un Congreso que promueve retiros y un Gobierno que no esté defendiendo [la seguridad social], difícil que vayamos a ver un ingresar a la OCDE. Es una visión pesimista, lamentablemente, pero básicamente porque no veo una sensación de cambio, de convencimiento en este Gobierno.