Los promedios de ocupación para los hoteles de categorías cuatro y cinco estrellas en el Centro Histórico del Cusco no han provocado mayor celebración a finales del 2013. Y es que el incremento de la oferta de lujo que se ha dado en los dos últimos años no ha ido de la mano con un crecimiento de la demanda de más huéspedes, esto ha provocado caídas en el consolidado anual, señala Roger Valencia, presidente de la Cámara de Turismo del Cusco.
“Hemos pasado de 600 a 800 camas, lo que implica un alza de 33% en la oferta de los establecimientos de alto estándar en el Centro Histórico, pero la demanda por habitaciones no ha variado en esa medida, y ello ha generado la baja”, indica.
Valencia ejemplifica lo ocurrido con la colección Orient–Express, que posee dos hoteles de categoría en la Ciudad Imperial: el Monasterio y el Palacio Las Nazarenas. “Ellos han registrado una baja en su ocupación de ocho puntos entre el 2011 y 2013, cerrando el último consolidado con 70%”.
José Álvarez, gerente general del grupo San Pablo, propietario de un hotel Aranwa en la ciudad, ratifica lo dicho, y aclara que en su caso han mantenido el promedio del 2012.
Valencia cree que la situación mejorará tras el nuevo estudio de gestión para Machu Picchu, que permitiría mayor número de visitas diarias a la ciudadela (hoy el máximo es 2.500) y fomentar una mayor estancia en el Cusco.