Además de ser el texto más antiguo de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, el conocido como Evangelio Según San Marcos tiene como característica central relatar con mucho detalle las buenas acciones de Jesús. A diferencia de los otros textos, más centrados en entender la palabra del Señor, en este lo fundamental son los actos del hijo de Dios. Si esta característica de “acción” pudiera extrapolarse a todos los que llevan el nombre del evangelista, uno esperaría ver verdaderos milagros en que el distrito minero de San Marcos en la región de Ancash, bendecido de millonarios recursos en manos de su municipio. Lamentablemente, esto no es así.
En efecto, este distrito ancashino, es el receptor número uno de recursos del canon minero. El 2021 el distrito contó un presupuesto de inicio (PIM) de más de S/. 579 millones, es decir, casi S/. 40 mil por habitantes. Pocos distritos en el Perú pueden darse el lujo de mostrar tamaña cifra. Sin embargo, su ejecución el año pasado sólo llegó al 28,5%. Es decir, se dejaron sin invertir más de S/. 400 millones en obras necesarias para sus ciudadanos. De acuerdo a estimados del Consejo Privado de Competitividad (CPC), con solamente el 40% de esos S/.400 millones no ejecutados, este distrito podría haber cerrado su brecha de servicios básicos de agua, saneamiento y electricidad.
Es importante abundar en más en datos para dejar con amplia claridad el sinsentido de lo que sucede en este distrito. El municipio de San Marcos ha dejado de invertir S/. 829 millones en el periodo 2019-2021, lo que hubiera permitido atender a los más de 3 mil hogares con acceso a internet, cerrando la brecha digital. Se habría podido atender, igualmente, el déficit de 10 colegios, con lo que la brecha de infraestructura educativa quedaría cerrada. También, con este dinero, se habría construido 12 centros de salud, atendiendo el 57% de la brecha sanitaria; y, se habría podido desarrollar 109 kilómetros de vías vecinales asfaltadas pendientes, cerrando la brecha respectiva.
Otro tema relevante es que, de acuerdo al marco legal vigente, un porcentaje de los recursos que recibe el municipio productor deben ser invertidos en las comunidades donde se explota el recurso natural. No obstante, lo que ha invertido San Marcos en ellas se ubica muy por debajo de los porcentajes obligados por Ley. Sólo en los últimos tres años este distrito ha dejado sin invertir cerca del 70% presupuestado para las comunidades, lo que repercute por supuesto, en la desazón y molestia de sus habitantes. Esta frustración del distrito es sin duda mayor cuando se conoce que, de acuerdo con la Contraloría General de la República, existen 22 proyectos paralizados en el distrito, cercano a los S/. 140millones, lo que equivale a más de 83 mil servicios públicos no atendidos; hecho que es una cifra monumental si tomamos en cuenta el tamaño de la población del distrito de cerca de más de 15 mil habitantes.
Pero ahí está San Marcos, y otros tantos distritos mineros, recibiendo dinero del canon sin saber como ejecutarlos. De hecho, para este 2022 en curso, se prevé que el municipio estará percibiendo por canon y regalías mineras S/ 760 millones, lo que será todo un record máximo histórico no sólo en el distrito sino a nivel país. Sin embargo, a uno se le escarapela la piel cuando ve que sólo han ejecutado a la fecha el 6% de dicho monto. Lo mismo se aprecia para el caso de la inversión en comunidades donde se explota el recurso natural, en la que sólo se ha invertido el 2,6%. Todo indica que el pecado que se está cometiendo este 2022 en San Marcos será mortal.
La pregunta que surge a estas alturas es ¿por qué tanto pecado? ¿por qué se deja sin ejecutar tal cantidad de recursos? La respuesta descansa en la combinación de un mal proceso de descentralización que no dotó de capacidades a los gobiernos sub-nacionales -y que tampoco estableció un proceso de acreditación de estas-, y al pésimo diseño de su esquema de distribución de recursos que prioriza obtusamente la atomización geográfica en lugar de convertirse en un instrumento que promueva la integración productiva regional-nacional, que traiga escalabilidad económica y prosperidad del país en su conjunto.
En su último Informe de Competitividad 2022, el CPC ha presentado un amplio diagnóstico de esta problemática y propuestas concretas enfocados en propiciar mecanismos que permitan mayores espacios colaborativos del sector privado con los gobiernos sub-nacionales con el fin de dar soporte a sus capacidades y ejecución. También se desarrolla una propuesta donde los recursos del canon minero que no se ejecuten en el año, puedan ser ejecutados por un organismo como el de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, cuya operatividad y capacidad ha demostrado tener altos porcentajes de éxito. Es cierto que el desarrollo de cualquier solución requiere no sólo decisión sino el despliegue de amplios consensos que brinden viabilidad política a cualquier alternativa de mejora técnica. Sin embargo, hay que insistir en esa vía porque es la única; y porque de no encontrar salida al actual entrampamiento, terminaremos en situaciones comparables ya no al de los evangelios, sino a sufrimientos muy parecidos a los que se detalla en el famoso último de los libros del Nuevo Testamento. Usted ya sabe a cuál me refiero.