Enfilados en la ruta más temida. (Ilustración: El Comercio)
Enfilados en la ruta más temida. (Ilustración: El Comercio)

El 2019 está resultando un año relativamente malo para la . Entre enero y setiembre ha crecido solo 2,17% y los indicadores disponibles para el resultado de octubre apuntan a que la actividad persistiría débil al inicio del cuarto trimestre.

De acuerdo con el Indicador Mensual Económico de El Comercio (Imeco), la producción nacional habría crecido alrededor de 2,2% durante el décimo mes del año. La cifra sería similar al resultado de setiembre e implica que la economía no despega, dado que los sectores primarios aún no dan indicios de recuperación y, al mismo tiempo, la demanda interna todavía parece fría.

De darse este resultado, la economía peruana se enfila en una ruta temida y corre el riesgo de cerrar esta década con el crecimiento más bajo desde que estallara la crisis financiera internacional.

LOS DETERMINANTES

Para construir el Imeco utilizamos dos estimados distintos, que recogen varios tipos de indicadores de la economía. El primer estimado consiste en ponderar el crecimiento sectorial a partir de indicadores adelantados que reporta el INEI.

Este estimado apunta a un crecimiento de 1,7%, detrás del cual hay dos datos desalentadores y uno positivo. La buena noticia es que el sector agropecuario retomó brillo y creció 4,25%, que es su mejor resultado desde abril.

En tanto, la producción minera y de hidrocarburos creció 0,67%. Si bien volvió al terreno positivo luego de la caída de setiembre, que la cifra sea cercana a cero implica poco impacto en el resultado del mes. En tanto, la pesca cortó una racha de cuatro meses al alza; retrocediendo 0,68%. Ambos rubros son importantes por su incidencia sobre la manufactura primaria.

El segundo estimado para construir el Imeco busca aproximar el comportamiento de la demanda interna a través de seis variables: consumo interno de cemento, producción de electricidad y de pollo, importaciones de bienes de consumo y de capital, y recaudación de IGV.

El indicador apunta hacia un crecimiento de 2,6%. Esta cifra es un punto porcentual más baja que la registrada entre agosto y setiembre; lo que indica que la demanda interna comienza a perder brillo.

En ese sentido, por ejemplo, la producción eléctrica se incrementó en 2,94%, con lo que suma su cuarto mes consecutivo de desaceleración. La recaudación por IGV –que es una aproximación a las ventas locales– también se está enfriando y en octubre creció 7,42%.

Más aún, la importación de bienes de consumo y de capital prácticamente se estancaron en octubre.

LO QUE SE VIENE

En lo que va de esta década, el peor año para la economía peruana fue el 2014, con un crecimiento de 2,4%. De darse el 2,2% que anticipa el Imeco para octubre, aumentan los riesgos de tener el resultado más débil desde el 1% registrado en el 2009.

Más aún, dicho resultado hace muy complicado lograr las proyecciones oficiales. Por ejemplo, la semana pasada la ministra de Economía estimó que el año cerraría en 2,6%. Para lograrlo, la producción tendría que crecer 4,5% en noviembre y diciembre.

En tanto, para alcanzar un 2,5%, que sería la nueva proyección del Banco Central, el crecimiento en los últimos dos meses tendría que ser 3,8%. Todo esto en un escenario en que el alto crecimiento del 2018 dejó la valla muy alta [ver punto de vista].

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