Entel y Bitel: ¿cómo avanzan en la competencia por el mercado?

Lo prometido es deuda, y todo indica que en esta primera etapa los nuevos jugadores del mercado de telefonía móvil ganan terreno y se acercan a sus objetivos. Según los últimos reportes de Osiptel, al cierre del 2015 Entel y Bitel sumaron 4,3 millones de líneas en un mercado de 34,2 millones, lo cual significa que entre los dos ya superaron el 12,5% de participación, el doble de lo reportado en el 2014 (6,4%).  

Entel alcanzó 3,1 millones de líneas, lo cual significa que posee casi el 9,1% del mercado, cifra cercana al 10% propuesto. Como se recordará, en su presentación comercial (octubre del 2014) ofrecieron conquistar un tercio del mercado (30%) en tres años y para lograrlo necesitaban avanzar un 10% el primer año, más del doble de lo que durante 10 años manejó su predecesor, Nextel. 

La vietnamita Bitel no se quedó atrás. Al lanzar su marca (octubre del 2014), ofreció llegar al 4% al culminar su primer año. Algunos analistas veían difícil que lo lograran porque partían de cero, pero se acercaron bastante: casi triplican su base de clientes y ya están en el 3,64%. Su mérito está en haber cautivado nuevos usuarios prepago de provincias (64% de sus clientes). 

Pero no solo los retadores son favorecidos, sino los consumidores con mayor variedad de ofertas y mejores servicios para elegir. Según Liliana Ruiz, presidenta de Alterna Perú, si miramos el mercado en su totalidad observamos que hay 7% más líneas móviles en servicio, lo cual quiere decir que la torta se agrandó. “Esto ha sido posible gracias a una combinación de factores: el crecimiento moderado de la economía, las fuerzas competitivas de los cuatro operadores y una regulación que no dio demasiados sobresaltos”, precisó. 

Carlos Huamán, director de DN Consultores, consideró que, en términos de regulación, Osiptel asumió un rol “pro competencia” distinto al asumido años atrás, en especial con sus normas de portabilidad y la fijación de cargos de interconexión. 

“En cuanto a la oferta de Entel y Bitel, cada uno ha desarrollado propuestas de valor suficientemente distintas a las de Movistar o Claro. Entel apostó por una diferenciación de servicios (experiencia de uso), mientras Bitel se orientó a una diferenciación de precios”, agregó.

¿SACRIFICIOS?
No obstante estas aristas positivas, no todo ha sido miel sobre hojuelas, pues alcanzar las metas ha conllevado invertir fuertes sumas de dinero en campañas de márketing que reten a los operadores tradicionales, que no se quedaron tranquilos y reaccionaron con bastante fuerza.  

Para la chilena, la batalla ha sido costosa. Prueba de ello es que el incremento en gastos en la operación local peruana ha afectado las ganancias del grupo, aun cuando haya sumado clientes (80% de incremento) e incrementado sus ingresos (67% más).

Además, ha ido reduciendo su proporción de clientes pospago, que son los que más ganancias generan, para dar más espacio a los clientes prepago, que son la mayoría de clientes para el resto de operadores. Según los reportes presentados por Entel a los inversionistas, el 55% de los clientes son hoy prepago, cuando a fines del 2014 eran el 47%. 

¿Llegará Entel al ansiado 30%? ¿Duplicará Bitel su clientela? A mediados del año pasado, los analistas preferían no adelantar opinión porque Entel parecía moverse más lento que Bitel, que no deja de crecer en las zonas de menor penetración móvil del país, pero retomó el ritmo y demostró que avanza. Hoy está claro que ambos van a buen paso y que el ganador ha sido el consumidor, pues ahora tiene un mercado mucho más dinámico. 

EQUIPOS, TECNOLOGÍA Y SERVICIOS
Según Liliana Ruiz, la presencia de cuatro competidores con suficiente fuerza comercial para pelear ha permitido que el mercado peruano goce de mayor variedad de ofertas y que las innovaciones tecnológicas tengan mayor acogida. En estos meses, explicó, hemos visto llegar nuevos smartphones que incluyen gran variedad de aplicaciones, las cuales introducen al usuario en el mundo de Internet móvil y le ofrecen servicios atractivos que lo hacen desear adquirir estos servicios. Si a ello le sumamos precios cada vez más democráticos y mensajería ilimitada gratis, tenemos un consumidor dispuesto a invertir más y más.