La petrolera canadiense Frontera Energy podría detener su producción en el mayor lote de crudo en Perú si no se repara pronto una rotura en el oleoducto del norte del país tras una protesta de pobladores, afirmó Petroperú este viernes.
Según la compañía estatal, la rotura se produjo el lunes por el "sabotaje" de un grupo de pobladores del distrito Morona, ubicado en Loreto y donde viven indígenas de la comunidad Mayuriaga, que rechazaron los resultados de unas recientes elecciones municipales en la localidad.
Debido al corte del oleoducto, Frontera Energy está dejando de bombear unos 12,000 barriles de petróleo por día, afirmó Manuel Ugaz, gerente del Oleoducto Perú de la estatal Petroperú, en una conferencia con la prensa extranjera.
"Si este problema no se resuelve de inmediato, haciendo una reparación provisional o definitiva, el sábado Frontera (Energy) tendría que parar sus pozos de producción", aseguró Ugaz.
Frontera Energy opera temporalmente el lote 192 en la región amazónica de Loreto, que tiene reservas físicas de 100 millones de barriles de petróleo. Su contrato vence en marzo del 2019.
Ugaz afirmó que la firma canadiense podría perder US$ 200,000 diarios si paraliza su producción. "La afectación económica es muy grande tanto para Frontera como para Petroperú", mencionó.
Petroperú ha estimado que por la rotura del ducto se podrían haber derramado unos 8,000 barriles de petróleo, aunque hasta ahora el petróleo no ha llegado a fuentes de agua por la zona. Por ello, la compañía ha suspendido el flujo de crudo por la tubería.
A su turno, la gerenta de Gestión Social y Comunicaciones de Petroperú, Beatriz Alva, dijo que los pobladores del distrito de Morona han admitido el atentado al ducto, pero ni la policía ni la fiscalía han podido detener su protesta y los técnicos de la compañía no pueden ingresar para reparar la tubería y contener el derrame.
"No nos dejan poner la grapa hasta hoy. Es un atentado ambiental que afecta a todos los peruanos", indicó la funcionaria.
Cabe señalar que Frontera Energy está dedicada a la exploración y producción de gas y petróleo, con operaciones enfocadas en Colombia y Perú.
El oleoducto de 1,100 kilómetros que transporta crudo desde los campos de petróleo de la selva peruana hasta la refinería de Petroperú en la costa del Pacífico, ha sufrido decenas de ataques desde que comenzó a operar hace cuatro décadas.
Solo desde inicios del 2016, casi unos 20,000 barriles de petróleo se han derramado del oleoducto en al menos 15 ataques, y otros 5,600 barriles se han filtrado debido a la corrosión o fallas operativas, según estimaciones oficiales.
Fuente: Reuters