En marzo del próximo año, cuando entre en vigor la ley de fusiones y adquisiciones empresariales (M&A) aprobada por el Gobierno, ciertas operaciones serán mucho más sencillas de concretarse. De acuerdo con un proyecto de Decreto Supremo publicado recientemente por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), existen al menos dos casos en los que solo se realizarán notificaciones simplificadas.
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Según Mauricio Olaya, socio principal del Estudio Muñiz y director del área de M&A, esta facilidad se le está otorgando, en primer caso, a operaciones hechas por agentes que no participan en el mercado de la empresa por adquirir, como el de una empresa extranjera que busca expandirse y, en el segundo caso, adquisiciones por parte de empresas que ya tenían cierto control sobre la firma adquirida.
“Ahora lo que se ha hecho, es que en esos casos se les permita la notificación simplificada como un reconocimiento de que las probabilidades de que allí haya una afectación al mercado son realmente bajas. Son dos grandes supuestos que no necesitaron estar incluidos en primer lugar”, comentó.
ESCENARIOS ANTE LA CRISIS
Olaya precisó que las adquisiciones más comunes en el mercado peruano son las de absorber al competidor directo y a empresas vinculadas al sector, que todavía seguirán el proceso regular establecido. Sin embargo, consideró que se hizo lo correcto al postergar la aplicación de la norma en todos los casos, debido a la crisis económica por la pandemia.
“Ante una situación como la actual, con fusiones casi de sobrevivencia, se podía ‘matar’ a las compañías. Era una búsqueda de salir de la crisis y por eso se prorrogó hasta marzo”, explicó.
En la misma línea, Mario Zúñiga, líder de Competencia y Mercados de EY Law, estima que incluso se pudo extender este beneficio de simplificación a empresas fuertemente golpeadas por la crisis.
“Hubiera sido ideal que este tipo de notificación se aplique a más supuestos, como los de ‘empresas en crisis’ o a aquellos que notoriamente no afecten la competencia”, sostuvo.
Aunque considera que la aplicación de la norma será complicada el próximo año, porque se trata de proyectar situaciones en el mercado, el procedimiento debe mantenerse para evitar posiciones de dominio de mercado.
“Mejor es tener el procedimiento, pero con un marco legal flexible que permita tabular el factor coronavirus al momento de evaluar la operación; por ejemplo, a través del mecanismo de empresas en crisis”, detalló.
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