Los peruanos iniciamos el 2020 con la esperanza de que este año la actividad económica se recuperaría, tras registrar en el 2019 el crecimiento más bajo en los últimos diez años (2,16%). En los primeros días de marzo, los principales analistas ajustaron sus proyecciones a un valor cercano a lo registrado el año anterior. Pero hablaban de crecimiento, al fin y al cabo.
Desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció el 15 de marzo que el Perú entraba en estado de emergencia sanitaria para hacerle frente al nuevo coronavirus, varios analistas incorporaron a sus discursos palabras como “contracción” y “recesión”, que nos remontan a las épocas más difíciles que vivió el país en su historia.
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En estos 34 días de confinamiento, las páginas de los medios periodísticos han abordado asuntos relacionados a cómo hacer para que las empresas sobrevivan a esta crisis y a cómo evitar que se rompa la cadena de pagos y con eso, que no aumenten de manera abrupta las cifras de desempleo.
La buena noticia es que en otros momentos de la historia del Perú y el mundo hemos sabido dar batalla y salir hacia adelante. Empresas de origen nacional con casi o más de 100 años en el Perú, como La Ibérica, Backus, Ferreycorp y El Comercio son testimonio de ello.
Segunda Guerra mundial
En Arequipa y en 1909, Juan Vidaurrázaga Menchaca fundó la fábrica de chocolates La Ibérica. Complaciendo a los paladares dulceros de la ciudad blanca y del Perú, la empresa se ganó un lugar importante en el mercado. Los mazapanes eran una de sus armas infalibles para cautivar a los consumidores más exigentes.
Treinta años después, estalló la Segunda Guerra Mundial y la actividad comercial global se restringió, afectando la importación de la almendra, insumo clave en la elaboración de los mazapanes.
“Cuando el stock de almendras se terminó y la importación era imposible por los estragos de la guerra, La Ibérica buscó una solución rápida y creativa al problema. Es así que inició una sustitución parcial de la almendra por castaña (nuez de Brasil). Se hizo de manera progresiva en un lapso de entre 6 y 8 meses, hasta tener mazapanes elaborados enteramente con este producto”, señala Juan Vidaurrázaga Zimmermann, hijo del fundador.
Al término de la guerra en 1945, Vidaurrázaga optó por devolverle a la almendra su lugar en los mazapanes, tal como lo indicaba la receta tradicional. Sin embargo, esta medida generó comentarios en los clientes, quienes aseguraron que “les estaban cambiando su mazapán”.
En la década de los setentas, el gobierno militar impuso limitaciones para las importaciones. Desde entonces, los mazapanes de La Ibérica se elaboran con castaña.
EXPROPIACIÓN DE MEDIOS
El 26 de julio de 1974, el régimen militar de Juan Velasco Alvarado publicó la denominada “Ley de Prensa”, en el que se estableció que la dictadura asumía el control de diarios y revistas.
A las 2:00 a.m. del día siguiente, el régimen impuso con un fuerte despliegue militar a Héctor Cornejo Chávez como director del Decano.
La censura acabó el 28 de julio de 1980. El entonces presidente de la República, Fernando Belaunde Terry, firmó la resolución que devolvía a sus legítimos dueños los medios expropiados por los militares.
José Antonio García Miró, expresidente del directorio del grupo El Comercio, comenta que algunos diarios de esa época tuvieron que cerrar porque no lograron captar la misma cantidad de publicidad que tenían antes de ser confiscados.
“Un sector importante optó por comprar El Comercio. Dentro de todo, era el diario más tradicional del país. Captamos la publicidad y eso fue lo que nos ayudó. Nosotros estábamos casi quebrados”, indica García Miró.
En ese sentido, el expresidente del directorio de este Diario sugiere a los empresarios que enfrentan la crisis del Covid-19 no desesperarse, tener paciencia y “un poco de muñeca” para capear el temporal.
LOS 80′S
Gustavo Guimas se incorporó a Backus en la década de los 80, donde vivió la crisis generada por los ataques terroristas de Sendero Luminoso, así como por las medidas proteccionistas del primer gobierno de Alan García.
“Un comando terrorista ingresaron a nuestras plantas. Rompieron uno de los cercos perimétricos de la cervecería. Dispararon contra las estructuras del techo destrozándolas por completo y colocaron explosivos”, narra Guimas, quien actualmente se desempeña como director de Supply de Backus.
A las 24 horas siguientes del ataque, la empresa retomó sus operaciones, ya que los mismos trabajadores ayudaron para reparar la infraestructura dañada. “Dimos una muestra de resistencia y actitud positiva ante la adversidad”, agrega.
Durante esos años, la hiperinflación también afectó a la empresa. Guimas detalla que cada vez le resultaba más caro a la compañía importar las materias primas, y además, no percibían los ingresos suficientes para mantener sus operaciones. En cuanto a los trabajadores, tenían una menor capacidad adquisitiva, dado que los precios de los productos aumentaban de manera exponencial.
Pese a las dificultades económicas, Backus implementó ciertas medidas para que sus trabajadores puedan cubrir sus gastos y los de sus familias.“Hubo un periodo en el que los incrementos de las remuneraciones se hacían casi todos los meses y los pagos se realizaban de manera semanal”, menciona Guimas.
A partir de su experiencia, considera que es relevante que las empresas cuiden a sus trabajadores y a las familias de estos. “Para tener trabajadores comprometidos y apasionados, la empresa debe querer y cuidar a su gente. Deben tratarse como una sola familia”, agrega Guimas.
En esa línea, señala que si las empresas y sus trabajadores tienen una actitud positiva, buscando ver la luz al final del túnel, no hay adversidad que pueda derrotarlos.
CONSTRUCCIÓN
Una de las crisis más duras que enfrentó Ferreycorp -desde su fundación en 1922- se remonta a 1998, cuando el producto bruto interno (PBI) peruano cayó en 0,4%. En los años posteriores, tuvo magros crecimiento de 1,5%, 2,7% y 0,6%. En dicho periodo, las ventas de la compañía cayeron en un 50%.
“Esta situación tuvo profundos impactos en la actividad de la construcción, industria de gran relevancia para nuestro negocio. Varios clientes tuvieron dificultades muy serias y hubo una afectación casi generalizada de la cadena de pagos de gran parte de la economía”, señala Mariela García de Fabbri, gerente general de Ferreycorp.
Ante ese escenario, la compañía adoptó una serie de estrategias en el ámbito financiero. No obstante, García de Fabbri comenta que, a pesar de la situación crítica, optaron por dar facilidades a los clientes, lo cual permitió fortalecer la lealtad de estos hacia la empresa.
“Hicimos a los empleados parte de la solución. Logramos que comprendieran la difícil situación que pasábamos y aceptaran las difíciles medidas que fuimos tomando durante ese periodo. Vimos gestos extraordinarios, como ofrecer más horas de trabajo o reducir sus salarios”, afirma García de Fabbri.
Por último, señala que los empresarios y líderes deben enfrentar la crisis del coronavirus, siendo colaborativos, empáticos y generosos.
“No solo entre los mismos empresarios, sino con toda la sociedad”, subraya.
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