Jóvenes menores de 25 años son los que más se están endeudando
Jóvenes menores de 25 años son los que más se están endeudando

La “falacia del hombre de paja” es una conocida táctica usada en los debates públicos. Consiste en tergiversar las ideas del oponente, ya sea exagerando, sesgando o mintiendo, y así construir un “hombre de paja”, es decir, una versión deformada y fácil de derrotar de las ideas del oponente. Si prestamos atención, nos daremos cuenta que esta es precisamente la estrategia utilizada para intentar deslegitimar el nuevo (RLJ).

Se trata de un régimen temporal y opcional dirigido a jóvenes de 18 a 24 años, al menos con secundaria incompleta, y con problemas de empleabilidad. Es decir, que no hayan estado empleados formalmente por al menos tres meses o que nunca hayan trabajado en la formalidad. En el Perú, de cada diez jóvenes de esta edad solo uno o dos se encuentran laborando en el régimen general, con vacaciones, gratificaciones y CTS. El resto se encuentra desempleado o trabajando en la informalidad, es decir, fuera de planilla, en turnos de más de 48 horas a la semana, y sin seguridad social o cualquier otro tipo de protección laboral. 

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Es a ellos, no a los que pueden conseguir empleo en el régimen general, a quienes este nuevo régimen beneficia. Son estos los jóvenes que estarían dispuestos a aceptar entrar a un régimen que ofrece 15 días de vacaciones al año, ya que aquel que ofrece 30 días siempre estuvo fuera de sus posibilidades. ¿Por qué? Porque las empresas prefieren contratar trabajadores con capacitación y experiencia. De hecho, la tasa de desempleo de los jóvenes entre 18 y 24 años es cuatro veces mayor que la de los mayores de 30.

¿Cómo se alivia el problema de los jóvenes que carecen de capacitación y experiencia? Pues con capacitación y experiencia, claro. Y eso es lo que ofrece el nuevo régimen laboral juvenil. Incentivos para que las empresas contraten a estos jóvenes que hoy se encuentran desempleados o fuera de la formalidad. A las micro y pequeñas empresas les ofrece menores costos laborales no salariales y el pago de Essalud por cuenta del Estado durante el primer año.

Y a todas, les ofrece la oportunidad de capacitar a estos jóvenes y descontar el íntegro de estos gastos de sus pagos de Impuesto a la Renta (hasta por un 2% de la planilla total). Es decir, que el Estado asuma el costo de la capacitación.

Los jóvenes que ingresen a este régimen recibirán un contrato laboral por un período mínimo de un año, renovable cada seis meses. Asimismo, tendrán una jornada laboral de 8 horas diarias o 48 horas semanales, pago de horas extras, descanso semanal, 15 días de vacaciones, acceso al sistema de pensiones, pagos por invalidez y maternidad, así como seguro de salud, seguro de sobrevivencia y seguro complementario de trabajo de riesgo (para actividades que califican).

Como cualquier trabajador formal, tendrá derecho a la sindicalización, negociación colectiva y huelga. Además, su experiencia laboral quedará certificada y el Ministerio de Trabajo, tres meses antes que culmine su contrato, le enviará información de ofertas laborales acorde a su perfil laboral a través de la Ventanilla Única de Promoción del Empleo (VUPE). Luego de tres años como máximo, el joven contará con capacitación y experiencia, y estará suficientemente calificado para participar en el mercado laboral formal. El régimen no contempla pagos de gratificaciones y CTS.

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