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Al igual que el Perú, muchos países han desplegado un enorme esfuerzo fiscal para atender la crisis sanitaria. Cuando dicha etapa llegue al límite, comenzarán a evaluar cómo recuperar sus finanzas. La OCDE ha puesto su atención en ese momento poscrisis y, en un reciente informe, ha enumerado recomendaciones específicas.
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La primera: dicho proceso debe darse cuando la crisis haya sido superada y la recuperación económica esté encaminada. “Es posible que no puedan recurrir a recetas tradicionales para obtener ingresos”, advirtió el director del Centro de Políticas y Administración de la OCDE, Pascal Saint-Amans.
“Un aumento de los impuestos al trabajo y el consumo puede ser políticamente difícil y en muchos casos no es deseable”, agregó. Por el contrario, Saint-Amans ha considerado que la tributación de la propiedad y las rentas del capital personal jugará un papel importante.
No obstante, la realidad peruana hace que los cambios tributarios deban ser estudiados al milímetro. La informalidad es una de las principales razones. ¿Qué otras características están presentes?
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El caso peruano
Bajo el esquema tributario actual, solo 9 de cada 100 trabajadores en el Perú cumplen con el pago del Impuesto a la Renta; un concepto que representa el 33,5% de los ingresos tributarios totales. Entre los otros 91 trabajadores, el 72% son informales y el 19% están inafectos del pago.
Pese a los años de crecimiento que ha registrado el país hasta antes de la pandemia, la presión tributaria nunca ha sido comparable a otros países de la región. Al 2019, la presión tributaria fue de 14,4% del PBI y un año antes fue de 14,1% del PBI. Países como Chile tienen una presión tributaria de 18% y los países que integran el bloque económico de la OCDE tienen una presión tributaria de 34,3%.
La principal razón es la informalidad, la cual alcanza al 72% de la Población Económicamente Activa Ocupada. En este punto, vale apuntar que las proyecciones es que el alcance de la informalidad en el país pueda crecer en los próximos años a raíz del evidente deterioro de la masa laboral peruana a raíz tras la crisis.
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Situación de la recaudación en el país. (Fuente: Sunat - BCR / Infografía: Luis Huaitan)
Es por ello que para Roberto Cores, socio de Impuestos de EY, antes que aplicar las recomendaciones de la OCDE es importante mejorar el esquema actual. “Aumentar tasas a personas y empresas sin mejorar antes el esquema actual me parece contraproducente”, dijo.
El Ministerio de Economía ya descartó un alza de impuestos para financiar el Presupuesto del 2021 y hoy está revisando propuestas de corte tributario que deberán ser evaluados por el próximo gobierno. “Pero no olvidemos que el Congreso puede crear una ley tributaria. Hoy, este Legislativo pretende evaluar la opción de crear impuestos sin consultar con el rector de la política económica y fiscal”, dijo Cores.
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Desde el lado empresarial, la gerenta general de Cómex Perú, Jessica Luna, recordó que los cambios tributarios vinculados a la renta deberían darse con espacio de un año, pero no aquellos vinculados al consumo.
“Esta es una de las peores crisis en la historia del Perú. Cualquier subida de impuestos lo único que va a hacer es restar competitividad y retrasar la recuperación de la economía. Eso tiene que quedar muy claro. Tocarlo hará más daño”, dijo.
Luna apuntó que el 0,2% de las empresas peruanas son consideradas principales contribuyentes del país. Sin embargo, ese porcentaje genera más de la mitad de la fuerza laboral del país y generan más del 70% de la recaudación tributaria en el Perú.
Entonces, ¿cómo atender adecuadamente la mejora de las finanzas en el país en las actuales circunstancias? Para el gerente general del Instituto Peruano de Economía, Diego Macera, el tema tributario implica revisar tanto los ingresos como los gastos. “Necesitamos subir los ingresos, sí; pero qué tal si pensamos también en dónde podemos ser eficientes en el gasto público”,expresó.
En la misma línea se pronunció el exministro de Economía, Alonso Segura. “Hay mucho por trabajar por el lado del gasto, tanto en eficiencia como en priorización. La trayectoria incluída en el Marco Macroeconómico Multianual es inconsistente con una proyección razonable de ingresos aún con medidas y con una trayectoria responsable de consolidación fiscal. Simplemente no suma. Es un documento desconectado de la realidad y por tanto peligroso pues conlleva a mantener y probablemente exacerbar la actual senda insostenible de las cuentas fiscales. Le están dejando una bomba de tiempo al siguiente”, remarcó.
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