El 1 de febrero se conmemorará el Día del Pisco Sour, siguiendo la tradición –vigente desde el 2004– de celebrar el aniversario de este coctel cada primer sábado de febrero. Los diversos eventos que se llevan a cabo alrededor del país a raíz de esta fecha buscan impulsar el consumo de la bebida bandera peruana, pero a raíz de las modificaciones realizadas por el MEF, que incrementan el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al pisco por primera vez desde el 2004, representantes pisqueros y empresarios muestran preocupación por las implicancias que la medida tributaria pueda generar en adelante para el precio de este producto.
Es el caso del Comité de Pisco de la Asociación de Exportadores del Perú (ÁDEX), que informó a este Diario que los asociados de ese grupo de trabajo se reunirán la próxima semana para evaluar el impacto del incremento tributario.
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Por su parte, José Moquillaza, productor de pisco y embajador de la marca Perú para esta bebida, consideró que el incremento, a puertas del Día del Pisco Sour, va a motivar protestas en las cinco principales regiones productoras: Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. “[El incremento del ISC al pisco] me parece una decisión equívoca e inoportuna, porque los productos con denominación de origen, más que promoción, necesitan protección”, agregó.
En tanto, Jorge Dávila, socio del área tributaria del estudio Olaechea y abogado de Tacama, precisó a El Comercio que el tratamiento que tiene el pisco en relación al ISC podría afectar de alguna manera al consumo del producto bandera, pues, indicó, “se trata de un impuesto que finalmente se traslada en el precio que se carga al consumidor”.
“Creo que hablando en términos macro, esta alza de ISC es una medida facilista para elevar la recaudación y que siempre apunta a lo mismo, a las empresas formales”, aseveró.
RETRIBUCIÓN DEL ISC
Moquillaza opinó que ante la naturaleza de la denominación de origen del pisco, que reconoce la promoción y protección de la bebida, “sería oportuno que el selectivo sirva de una manera gradual para financiar su supervisión, para que la Digesa [Dirección General de Salud Ambiental] haga su trabajo [fiscalizando la calidad de los productos] y para la defensa jurídica que se hace del pisco en el mundo”.
En ese sentido, comentó que un ISC más alto al pisco puede generar una desventaja competitiva para la bebida bandera frente a otros productos de importación, que tienen menores costos de producción.
“Colocando impuestos a productos alcohólicos como el peruano, lo que puede hacer es fomentar que los productos de baja calidad sean preferidos por el consumidor; porque claro, si aplicas más impuestos el consumidor lo único que va a hacer es ver cómo puede reemplazar esa oferta. Esa externalidad negativa que se quiere combatir puede beneficiar a productos de menor calidad”, puntualizó.