En particular, el crecimiento del consumo privado (3,7%) explica la mayor recaudación por IGV. (Foto:)
En particular, el crecimiento del consumo privado (3,7%) explica la mayor recaudación por IGV. (Foto:)
Redacción EC

(Informe El Comercio - IPE) A pesar de la , el año 2018 mostró resultados positivos en la mayoría de indicadores macroeconómicos. Uno de estos fue el crecimiento en la recaudación de los ingresos corrientes del gobierno general, los cuales representaron el 19,3% del , su nivel más alto en los últimos tres años.

CRECIMIENTO POR COMPONENTES
Según la información del BCRP, los ingresos corrientes crecieron 13,0%, su mayor tasa desde el 2011. Este incremento se debió al aumento de la recaudación por Impuesto General a las Ventas (IGV), que creció 11,0% y por el Impuesto a la Renta (IR), que se expandió en 13,2%. En ambos casos, el fuerte crecimiento se produjo, principalmente, por el mejor desempeño de la economía, que se estima habría crecido 4,0% en el 2018.


En particular, el crecimiento del consumo privado (3,7%) explica la mayor recaudación por IGV. Por ejemplo, los ingresos por dicho impuesto provenientes del sector servicios aumentaron 10,7% en línea con el mayor crecimiento de la producción de dicho sector (4,5%).

Es interesante subrayar dos cambios relacionados con la mejor recaudación por IR. El primero, y más importante, son los mayores impuestos pagados por las empresas mineras (75,5%) debido a la mayor producción y a las mayores utilidades de las empresas de dicho sector en el 2017 ante el incremento de los precios de exportación luego de cinco años de caída. El segundo es el incremento en el IR a personas naturales en 8,9% por el crecimiento acumulado del empleo formal (3,8%) y de la masa salarial (9,0%) para el período enero-noviembre.

Adicionalmente al IGV y al IR, destaca el aumento del ISC (8,2%) explicado por el incremento de las tasas impositivas desde mayo del 2018 a productos como bebidas alcohólicas y no alcohólicas, vehículos, cigarrillos y combustible. La producción y ventas formales en algunos de los sectores impactados por este aumento, sin embargo, se vio resentida el año pasado, lo que podría limitar la recaudación por este concepto en el 2019. Respecto a los ingresos no tributarios, destacó el incremento de las contribuciones sociales (9,2%), como por ejemplo Essalud, ante la recuperación de la economía y el aumento del empleo formal, así como las mayores regalías y canon petrolero y gasífero (36,8%). Tomados en conjunto, estos incrementos superaron las expectativas ya optimistas de inicios del año anterior respecto a recaudación fiscal del 2018.

PRESIÓN AL ALZA
La mayor recaudación impulsó el aumento de la presión fiscal, que se calcula dividiendo el total de los ingresos del gobierno entre el PBI y refleja el peso de la carga impositiva en un país. Así, dicho indicador alcanzó el 19,3% del PBI en el 2018, 1,2 puntos porcentuales mayor al 2017, lo cual revierte la tendencia decreciente de los últimos años.

Aun así, la presión fiscal del Perú se sitúa por debajo del promedio de América Latina (24,4%). Según datos del FMI, la presión fiscal peruana es la segunda más baja de América del Sur. Es superada por países vecinos como Uruguay (29,8%), Colombia (25,7%) y Chile (23,5%). Uno de los principales factores detrás de la baja presión en el Perú es el alto nivel de informalidad laboral, que se encuentra alrededor del 73%, mientras que en Uruguay es de 24%, en Chile 42%, y Colombia 61%.

Entre estos países, destaca Colombia, que viene implementando una serie de reformas con el fin de disminuir su alto nivel de informalidad así como aumentar la recaudación. Por ejemplo, se modificó el IVA (equivalente al IGV), se crearon nuevas modalidades de declaración y simplificación para disminuir la cantidad de declaraciones tributarias, y se siguen reforzando medidas para reducir la evasión. Respecto a esto último, la evasión en Colombia alcanza el 20% en el caso del IVA y 34% en renta, en comparación al 36% y 57%, respectivamente, del Perú.

BUENAS PERSPECTIVAS
Existe consenso entre analistas económicos acerca del incremento de los ingresos en los próximos años, en línea con la recuperación de la actividad económica. Más aun, el aumento en el mediano plazo se debería también a las acciones tomadas por el gobierno para combatir la evasión y elusión tributaria. Algunas de ellas, como la masificación de comprobantes de pago y libros electrónicos, han encontrado consenso, mientras que otras, como el límite al gasto financiero y la aplicación retroactiva de la prescripción tributaria, tienen aún amplio espacio de revisión y mejora. Según el Marco Macroeconómico Multianual, el impacto de estas medidas en el 2019 sería de 0,3% del PBI aproximadamente. Asimismo, el MEF espera que el efecto de las medidas tributarias alcance su potencial hacia el 2020-2022 y que los ingresos fiscales asciendan a 20,6% del PBI el 2022.

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