Tras estar en el ojo del escrutinio público durante casi todo el año, la noruega Interoil dio un paso al costado y abandonó el país definitivamente. La petrolera se va dejando una indemnización pendiente por US$47,5 millones que Peru-Petro le exigió por el usufructo de los lotes III y IV, los cuales habría explotado sin derecho para ello durante cerca de un año.
La petrolera se repliega a Colombia tras cerrar la transferencia de todas sus operaciones en el Perú a la petrolera United Oilfielfds, cuyo propietario es el empresario nacional Jorge Rivera.
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“La transacción ha permitido descontinuar nuestras actividades en el Perú de forma ordenada, sin ningún impacto material en su liquidez o en su posición financiera”, señaló la empresa en un comunicado de prensa.
Especialistas del sector explicaron a este Diario que la noruega no necesitó el aval de Perú-Petro o del Gobierno para irse, porque su retiro fue motivado por la venta de su razón social en el Perú (Interoil Perú S.A.) y no por la cesión parcial o total de sus contratos petroleros.
De haber sido este el caso, hubiera tenido que pedir permiso al Minem y al MEF y esperar la promulgación de un decreto supremo avalando los cambios.
JUGADA PETROLERA
Cabe señalar que la demanda que Perú-Petro interpuso contra Interoil fue desestimada por el juzgado respectivo en Lima, pero sigue su curso en Talara. La agencia petrolera no piensa dar marcha atrás en su objetivo de cobrarla.
El litigio ha sido heredada ahora por Jorge Rivera, empresario talareño, quien es el inversionista-propietario de United Oilfielfds, Interoil Perú S.A. y Upland Oil & Gas, que opera el lote XXIV, en Piura.
La interrogante que se levanta es: ¿por qué un inversionista –como es el caso de Jorge Rivera– se arriesgó a adquirir Interoil Peru S.A. si conocía que su compra iba atada a una fuerte demanda de indemnización?¿Por qué adquirió los lotes III y IV, si la licitación de ambos se encuentra ala vuelta de la esquina y solo podrá usufructuarlos por unos pocos meses?
La respuesta, según fuentes del sector, es que el empresario peruano jugaría a ganador en el concurso internacional de ambos lotes, sumando para ello las fortalezas de sus tres activos principales: Interoil Peru S.A., United Oilfielfds (que montó exprofesamente para la licitación) y Upland Oil & Gas.
De resultar vencedor podría alargar el litigio; cosa bastante sencilla porque la posición legal de Interoil es mucho más sólida que la de Perú-Petro.
Trascendió, empero, que su apuesta por el lote III (el más importante de ambos activos) estaría a punto de naufragar debido a que Perú-Petro lo ha descalificado de la justa petrolera. La agencia estatal no aceptaría que Rivera vincule sus tres empresas para efectos de la licitación.
EMPRESAS EN PUGNA
Trascendió que la descalificación de Upland Oil & Gas deja dos postores de fuerza para el lote III: la peruana Graña y Montero Petrolera y BPZ.
La malasia Petronas y la surinamense Staatsolie (otras dos empresas que sonaban fuerte) habrían desistido de participar porque el lote no satisface sus expectativas económicas. Ambas estarían, sin embargo, muy interesadas en participar en la licitación de 26 lotes petroleros en la selva, que Perú-Petro lanzará el 2015.
La pugna por el lote IV e Interoil, en cambio, será más reñida. Allí participan Geopark, Graña y Montero, Pacific Rubiales, etc.