El Poder Ejecutivo designó a José Arista Arbildo como nuevo titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en reemplazo de María Antonieta Alva. Al respecto, El Comercio consultó con ocho exministros cuáles son las tareas que deben ser priorizadas en la cartera de Economía y Finanzas, y en qué materias no se debe dar el brazo a torcer.
Luis Valdivieso, ministro de Economía 2008-2009
El principal reto de corto plazo es lograr la máxima ejecución del presupuesto del 2020, incluyendo los gastos extraordinarios en el área de salud relacionados con la pandemia, transferencias sociales en apoyo de la población vulnerable y la reconstrucción del norte. Además, está pendiente aprobar el presupuesto del 2021, el cual debe establecer claramente lo que corresponde a la operación normal del gobierno, el gasto relacionado a la inversión y reactivación productiva, y lo que se mantendrá en reserva de contingencia por si se prolonga la pandemia y se requiere un programa de protección sanitaria y de vacunación extendido.
Mercedes Araoz, ministra de Economía 2009-2010
Tiene dos tareas inmediatas. Lo urgente es aprobar el presupuesto de la república a fin de mes estableciendo claras señales del regreso a la consolidación fiscal, mejorar la calidad del gasto y volver a la senda de reducción del déficit y la deuda. La segunda tarea es contrarrestar, con diálogo y didáctica, las iniciativas populistas que tienen impactos negativos en las expectativas de los inversionistas, para reactivar la economía de manera sana y generar empleo. Tiene, además, que apoyar las políticas sanitarias y sociales que permitan recuperar el consumo de las familias, así como fomentar la inversión privada y pública para dejar al siguiente Gobierno estabilidad y crecimiento económico.
Ismael Benavides, ministro de Economía 2010-2011
Esta es solo una gestión de ocho meses, con un proceso electoral en medio, con una gran crisis económica y cuentas fiscales en rojo. La primera prioridad debe de ser reactivar la economía generando tranquilidad en los agentes económicos e inversionistas, y relanzar la inversión privada y pública promoviendo sectores como vivienda e infraestructura que tienen gran efecto multiplicador y generan empleo. En simultáneo, promover la creación de empleo que ha sido devastado por la crisis. En paralelo, empezar a sanear las finanzas públicas reestructurando el presupuesto y generar los instrumentos para financiar el déficit.
Luis Castilla, ministro de Economía 2011-2014
El nuevo ministro de Economía deberá frenar la voracidad fiscal del Congreso de la República. Esto significa como mínimo contener la insistencia legislativa de la devolución de los aportes a la ONP y los pedidos de proyectos que condicionarían la aprobación de la Ley de Presupuesto del 2021. La reactivación de la economía demandará una mayor eficacia en la ejecución de la inversión pública y en la capacidad de viabilizar las inversiones privadas embalsadas en infraestructura y en el sector minero.
Alonso Segura, ministro de Economía 2014-2016
El ministro debe generar confianza y predictibilidad. Ello requerirá oponerse a iniciativas legislativas distorsionantes, clientelistas e inconstitucionales. Tendrá que enfrentar múltiples conflictos de interés del Congreso, que podrían trasladarse al Ejecutivo. Enfocarse en la reactivación del PBI y del empleo, así como en la mitigación de la pobreza. Esto sin sacrificar la estabilidad fiscal. Ello demanda sincerar la trayectoria fiscal (empezando por el presupuesto 2021), retomar las reglas fiscales y tener claridad en la estrategia de financiamiento (dejarle grado de maniobra al siguiente Gobierno).
Alfredo Thorne, ministro de Economía 2016-2017
El nuevo ministro de Economía debe garantizar la estabilidad macroeconómica, que ha sido la base de nuestro rápido crecimiento. Esto consiste en mantener la estabilidad de los mercados financieros, en asegurar el retorno a la regla fiscal, un retiro gradual de los estímulos fiscales protegiendo a la población vulnerable, un programa de recuperación económica que priorice la inversión pública, y dar garantía jurídica a los inversionistas privados.
David Tuesta, ministro de Economía 2018-2018
El nuevo ministro de Economía debe garantizar la estabilidad macroeconómica, que ha sido la base de nuestro rápido crecimiento. Esto consiste en mantener la estabilidad de los mercados financieros, en asegurar el retorno a la regla fiscal, un retiro gradual de los estímulos fiscales protegiendo a la población vulnerable, un programa de recuperación económica que priorice la inversión pública, y dar garantía jurídica a los inversionistas privados.
Carlos Oliva, ministro de Economía 2018-2019
Estamos ante un gobierno de entrada que también está de salida, que enfrenta cuestionamientos de legitimidad y también a un Congreso díscolo con las iniciativas del Ejecutivo. Ante este panorama, el manejo económico debe priorizar la contención del populismo antes que las reformas, que aún son necesarias en nuestro país. Todo ello en un escenario de pandemia donde todavía se requieren políticas de impulso de la demanda y recuperación del empleo.
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