Aún no acababa el 2019, año en el que se revisó la proyección del crecimiento desde 4,2% hasta 2,2%, cuando el Ministerio de la Producción (Produce) informó el 31 de diciembre la suspensión de las actividades extractivas de la anchoveta por tiempo indefinido entre Trujillo y Nasca.
Esto, debido a la “incidencia de juveniles de anchoveta” encontrados en algunas zonas de influencia de pesca por factores climáticos.
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La veda se arrastraba desde el 21 del mismo mes y, según comunicó el Produce, solo se había capturado el 34,29% de la cuota total establecida (2’786.000 toneladas) para la presente temporada que se inició el 16 de noviembre.
Con ello, algunas proyecciones para el 2020, como la del Banco Central de Reserva, consideraron una mayor actividad del rubro pesquero (que sumaría medio punto de crecimiento del PBI del próximo año), dada la cuota pendiente por capturar. Pero el anuncio de fin de año del Produce modificaría la foto, al menos, en los primeros meses.
FACTOR AJENO
La presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Cayetana Aljovín, mencionó que la decisión de suspender las actividades, producto del ingreso de corrientes anómalas, sí tendrá una injerencia económica –aunque no es calculable por el momento–, dado que estas temporadas, generalmente, tienen a febrero como fecha límite. Esto, porque en ese mes se registra la etapa de desove, en la que los peces empiezan a reproducirse.
Para Luis Icochea, exdirector del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) y profesor principal de la Facultad de Pesquería de la Universidad Nacional Agraria La Molina, la situación sería aún más complicada porque el plazo que queda para pescar es más corto. “Nunca se ha pescado en febrero. Máximo se ha llegado al 31 de enero”, detalló el exfuncionario.
Considerando estos breves tiempos, Aljovín explicó que en los próximos días el Imarpe debe realizar una nueva evaluación. A partir de ello, el Produce decidiría si se levanta esta suspensión.
“Es importante que Imarpe haga una nueva prospección. Ojalá el clima cambie y juegue a nuestro favor. En octubre y noviembre estaba dándose todo normal, pero, lamentablemente, el Estado ni la industria lo controlan”, dijo Aljovín a El Comercio.
“Los cálculos [que se hayan respaldado en capturar en enero y febrero] deberán ser revisados en función de lo que ocurra”, añadió.
Sin embargo, Icochea no observa posibilidades de que se levante la veda, debido a que las condiciones climáticas no han variado.
Aun así, mencionó que, siendo optimista y contemplando que se otorgue luz verde en el plazo más breve, solo se tendrían alrededor de diez días para pescar. La producción en estos días tampoco sería suficiente para capturar siquiera el 60% (1’671.600 toneladas) de la cuota establecida.
“Suponiendo diez días muy buenos, calculo que máximo se capturarían 600.000 toneladas, un hecho difícil. Ojalá se alcance el nivel más alto, pero sin causar daño [a la fauna], sin causar la disminución de [anchovetas] juveniles”, mencionó.
Icochea sostuvo que la cuota establecida para esta temporada ha sido un mal cálculo, ya que –según afirmó– si bien en el informe original se detallaba una gran cantidad de biomasa, también se hacía referencia a una gran presencia de juveniles.
“No sé si fue por ambición por el PBI, pero para mí fue un mal cálculo, que está trayendo efectos negativos”, refirió el exdirector de Imarpe.
LARGO PLAZO
Luego de registrar un crecimiento interanual entre los diez primeros meses en el 2017 de 30,66% y de 18,11% en el 2018, la producción del sector pesca anotó una contracción de 18,45% en el mismo intervalo del año pasado, según el INEI.
En esta línea, el exministro de Economía y Finanzas Alfredo Thorne indicó que las estimaciones que auguraron una importante recuperación de este rubro habrían pecado de optimistas al considerar que se repetirían los indicadores previos al 2019.
“La pesca es una actividad volátil. Nuestra previsión [de Thorne & Associates] es bastante moderada. Otras proyecciones exageraron un poco esperando resultados del 2018”, dijo el exministro.
Para el 2019, cuya información se conocerá en febrero, se estima una caída del rubro de 22,6% y, para este año, un crecimiento de 3,9%.
En tanto, el Ministerio de Economía y Finanzas en el Marco Macroeconómico Multianual anota una contracción de 17,5% para el año que se fue y una recuperación de 8,4% para el 2020.
FIJAR LA CUOTA
► Para determinar el stock por capturar, solo se considera el 35% de la biomasa. Lo restante se deja en el mar para fines reproductivos.
TRIBUTOS
► Con la nueva tasa de derecho de pesca aplicado desde esta temporada, el Ministerio de la Producción estimaba recaudar casi S/59 millones.