El Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank espera que la economía crezca 2,8% este año. No obstante este avance, el escenario de conflictividad social en el país ocurrido tras el golpe de Estado de Pedro Castillo sí tendrá una consecuencia en el crecimiento en regiones. En entrevista, Guillermo Arbe repasa y dimensiona esos efectos.
— ¿Cuál es la magnitud del impacto de las protestas sobre la economía?
Hay impacto sobre el crecimiento. Una semana es un período importante para el crecimiento mensual. Entonces, diciembre estará impactado y será en varios sectores: minería, agricultura, comercio. También lo habrá en inversión pública y lo menciono porque diciembre es un mes estacionalmente alto para la inversión pública. Y las condiciones no están como para que esta inversión se realice de forma normal.
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— En cuanto a capacidad productiva, ¿qué tanto se está afectando a regiones?
Hay un impacto diferenciado. Si mañana se despejan las vías, entonces la minería, el agro y la industria regresan a la normalidad. Pero habrá un impacto más largo sobre el turismo.
— Teniendo en cuenta la destrucción y daños en aeropuertos, ¿qué tan prolongado puede ser?
No solamente por eso. Tú puedes arreglar una pista, pero si los turistas sienten el temor de que todo esto pueda pasar nuevamente, cancelan sus planes de meses.
— ¿Se encontraba ya en niveles prepandemia?
No se llegó a recuperar. El sector Turismo estaba expandiéndose, pero se le ha puesto una piedra en el camino, literalmente. No va a ser uno de los sectores dinámicos del 2023 como uno podría haber pensado. Y el turismo es importante para regiones como Cusco. Ahí está lo relevante: el turismo no representa más del 3% del PBI nacional, pero para regiones como Cusco sí va a ser perjudicial. Se está afectando su economía real.
— Usted menciona que la magnitud del impacto dependerá de la duración. Hoy tenemos ya un estado de emergencia de un mes, ¿representa un riesgo en expectativas?
La idea del estado de emergencia es que ayuda a regresar todo a la normalidad, pero no es una normalidad estar en estado de emergencia tampoco. Yo esperaría que este plan de emergencia ayude a que sea más rápida la solución de conflictos. Después de eso, lo que convendría, pienso yo, es que el Gobierno que ha demostrado tener un Gabinete bastante más técnico pueda implementar una política de inversión y de recuperación de capital destruido.
— Este año la incertidumbre ha sido permanente. Frente a ello, ¿un adelanto de elecciones abonaría más incertidumbre o ya es un escenario incorporado en el riesgo?
Las elecciones tempranas van en añadir un elemento de riesgo porque no se sabe el resultado. Los resultados en el Perú siempre son sorpresivos, pero creo que la polarización ha llevado a que las alternativas posibles también son muy extremas y eso genera bastante más incertidumbre.
— ¿Cuál es la previsión de crecimiento para el 2023?
Nuestra previsión es 2,4% para el 2023.
— ¿Y en el caso de la inversión privada?
Se proyecta una caída de 2,3% este año y para el 2023, una caída de 3,6% porque ya no se tendrá el efecto de Quellaveco. Y tras Quellaveco, ya no hay más proyectos de inversión. Lo que hemos visto es que casi no hay inversión en expansión. Estamos viendo un poco de inversión en logística, reducción de costos y tecnología de digitalización.
— Con bajo crecimiento y caída de inversión en el 2022, ¿podemos esperar que la pobreza retroceda en el 2022?
Mi temor es que puede haber aumentado. Hay dos cosas que pesan. Para que baje, necesitas empleo y para ello necesitas inversión. El otro factor que no lo habíamos visto en mucho tiempo y que afecta a la pobreza es la inflación. La inflación hace que la gente con el mismo ingreso sea más pobre.