Así como la minería juega un papel fundamental en la economía mundial, la digitalización también tiene un rol protagónico en este sector al ayudarla a afrontar los desafíos que la industria exige: reducir costos, aumentar la productividad y hacer un uso responsable de la energía.
Si bien los retos no son nuevos, esta exige nuevos esquemas y estrategias disruptivas que no se resuelven en su totalidad con la adquisición de costosas y robustas maquinarias.
Según explica Sergio Campana, gerente de Industria Minera para Latinoamérica de Rockwell Automation, la tendencia en la minería es contar con soluciones de automatización, que, si bien son intangibles, pero sabiendo cómo y dónde aplicarlas, mejoran la competitividad, la toma de decisiones (en tiempo y forma), así como la seguridad a las personas y procesos, entre otros beneficios.
“La transformación digital en la industria permite a las mineras enfrentar la volatilidad de los negocios, la presión que reciben desde el punto de vista de mantener niveles de operación, asegurar el retorno de inversión, reducir los costos de operación y garantizar la buena utilización de la energía y el agua, entre otros recursos fundamentales”, añade el ejecutivo.
De acuerdo con lo señalado por Campana, las ventajas de tener una mina conectada apuntan a incrementar la eficiencia operacional, permitir la integración de la cadena de valor, optimizar la utilización de activos y mejorar las condiciones de seguridad de los trabajadores.
“El día de hoy la seguridad de las personas es un valor intransable en la gran mayoría de las compañías mineras, por ello, las empresas están subiendo sus estándares de seguridad debido a que sus clientes, quienes compran los minerales, necesitaban saber y entender que no hubo daños en la vida de los trabajadores en el proceso de la producción que están comprado”, subraya.
Campana señaló que la crisis sanitaria que vivimos debido a la pandemia por el coronavirus aceleró la transformación digital de las empresas mineras, quienes buscaban el manejo remoto de procesos, procedimientos y la centralización de la información fuera de la planta, es decir, en otra ciudad a través de un centro de operación.
“Hoy fue el coronavirus, pero no sabemos qué es lo que va a ser mañana. Entonces mientras más tiempo tardemos en tomar este tipo de decisiones, en torno al uso intensivo de las tecnologías, más espacio vamos a perder a la competencia”, precisa el gerente de Rockwell Automation.