Desde Washington, Liliana Rojas-Suárez, directora de la Iniciativa Latinoamericana del Center for Global Development y presidenta del Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros, conversó con El Comercio, sobre la inestabilidad política peruana que aún se percibe en el exterior, y que complica el panorama de la inversión a largo plazo.
El Banco Mundial rebajó su proyección de crecimiento para el Perú de 2,4% a 2,2%, ¿tiene una visión optimista o pesimista?
Estoy muy pesimista […] Mi mirada es global y en Washington, donde vivo, se habla de ‘policrisis’, es decir, muchas crisis: la crisis del COVID-19, el conflicto de Ucrania, la inflación mundial, las tasas de interés altas. Todos factores adversos que van cayéndole y afectando a las economías emergentes. Pero el Perú, además de todas esas, tiene dos adicionales: los conflictos político-sociales y los fenómenos naturales.
La lotería.
La lotería [sonríe] […] Todas las predicciones indican que El Niño estará mediano o fuerte, y ahorita el Gobierno, entiendo, está tratando de ver qué hace por adelantado, y eso implica una gran cantidad de recursos que no se van a dedicar al crecimiento, sino a tratar de proteger a la población, lo cual es correcto. Pero si tu pregunta es si mi perspectiva es positiva, no puede serlo.
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¿Creceremos menos de 2%?
Para fines de año puede ser, todo depende. Tengo dos incertidumbres grandes: el tema climatológico y el tema político. Además, esto último está afectando tremendamente la inversión.
Alberto Otárola dijo hace algunas semanas que la crisis ya había culminado.
¿La crisis política? Habría que aclarar, hay que ver crisis por crisis. El COVID-19 está controlado, pero la crisis política no ha pasado para nada. Lo que ha pasado son las manifestaciones, las interrupciones de caminos, las protestas sociales. Quizá [Otárola] se esté refiriendo a eso, no lo sé. Pero, no ha pasado de ninguna manera la crisis política, porque en este momento hay una tremenda incertidumbre todavía sobre hacia dónde realmente está yendo el Perú en términos de qué dirección política va a tomar. ¿Tenemos fecha para las próximas elecciones? ¿Tenemos partidos? ¿Tenemos candidatos?
“Hasta los poderes del Estado se han polarizado, lo cual no tiene sentido para gobernar”.
Hace un año, en una entrevista con el diario “Gestión”, indicó que en el Perú no hay líderes que logren consensos para echar a andar la economía. ¿Mantiene esta afirmación?
Totalmente, rotundamente. [En el Perú] no ha cambiado nada [...] ¿quiénes son los candidatos potenciales? ¿Dónde está el liderazgo? Yo como inversionista me hago esa misma pregunta. Llego hasta el 2026, ¿y qué? Es decir, invierto pero de repente tengo una tremenda movilización social que desbarata la inversión que he hecho.
¿Eso nos jugamos en la siguiente elección?
Tremendamente. El Perú se polarizó mucho, lo que dañó al país. En esta polarización dejó de haber búsqueda de consenso. Y un líder, justamente, lo que hace es traer los consensos, porque lo que quiere es gobernar para una población en general y sumamente diversa [...] Si no hay búsqueda de consenso clara con propuestas que efectivamente estén buscando [...] que se llegue a acuerdos con negociaciones, como inversionista privado yo voy a tener un tremendo problema en poner capital de largo plazo. Corto plazo sí, pero a largo plazo lo veo muy difícil.
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¿Está aún la relación entre el Ejecutivo y el Congreso en tensión?
La siento gastada. No me es muy clara [la relación]. Veo al Congreso haciendo propuestas de reforma, mientras que el Ejecutivo va por el otro lado. Aquí no hay gente trabajando junta, hasta los poderes del Estado se han polarizado, lo cual no tiene sentido para gobernar [...] Por ejemplo, una de las reformas más importantes que necesita el Perú es la reforma del Congreso, que no se va a dar nunca.
¿Se refiere a la bicameralidad?
Me refiero a la bicameralidad […] y tienes que tener reelección [...] Pero te estoy hablando de cosas pequeñas. Lo que aquí necesitas es una cuestión integral para ver cómo hacer que el Legislativo entre a jugar correctamente con el Ejecutivo.
¿Qué otras reformas considera importantes?
En el Perú hay una paradoja muy interesante. Por dentro tú escuchas que todo se está cayendo, pero por fuera, cuando ves los ‘spreads’ –lo que le cobran los inversionistas al Perú por colocar los bonos del Tesoro–, el Perú tiene uno de los más bajos de los países emergentes. ¿Cómo puede ser eso en un país que está destruido, supuestamente?
“Tener a la parte fiscal muy tranquilita tiene también que ver con que no se ejecute el presupuesto”.
Un país que ha tenido seis presidentes en seis años.
Exacto [sonríe], todo mundo en la cárcel, como una novela mal escrita. La razón de la paradoja es porque desde afuera, quienes compran bonos del gobierno se hacen una pregunta muy sencilla: “¿Me devolverá el préstamo el país?”. Y la respuesta es “absolutamente sí”. Esa es la percepción, no tiene que ser la realidad. ¿Por qué eso? Porque ven a un Banco Central que funciona muy bien y ven a la parte fiscal muy en control. Lo que ven es estabilidad macro, pero a costa del crecimiento económico, tanto de corto como de largo plazo. Esto, porque tener a la parte fiscal muy tranquilita tiene también que ver con que no se ejecute el presupuesto [...] Y una arista más: somos un un país sumamente informal.
¿Sería la reforma más importante?
Para mí, lograr vencer la informalidad sería definitivamente central, pero para eso necesitas muchas reformas. El diagnóstico del Perú ya está hecho por muchos. El problema no es diagnóstico, el problema es la ejecución […] En el Perú, la informalidad responde a muchísimos factores, pero uno muy importante es que hay cualquier cantidad de distorsiones que incentivan la informalidad [...] Cuando le das incentivos a una empresa chiquita, lo único que haces es que siempre quiera ser más chiquita y, si crece, se divide. Estudio tras estudio te viene probando a nivel mundial, que la empresa pequeña es mucho menos productiva que la grande.
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¿Y qué tiene el Perú? Un problema de productividad inmenso.
Sí, pero el tema de productividad está muy ligado a esta informalidad [...] Lo que mencioné sobre la falta de ejecución de gasto. La descentralización estuvo muy mal hecha.
¿Fallida?
Fallida, muy mal hecha. En mi opinión, esa reforma se hizo porque era la moda en América Latina. Colombia lo acababa de hacer, pero Colombia tenía ciudades fuertes como Cali, Cartagena, Medellín, Bogotá. El Perú no tenía ciudades fuertes, era básicamente Lima; Arequipa un poquito.
¿Retroceder en la descentralización sería un error?
Es que no retrocedes, sino que la reformas […] Lo que pasa es que descentralizaste demasiado y generaste demasiados núcleos chiquitos y no tienes la capacidad de gestión para tantos. Necesitas juntar módulos. No estoy diciendo que hay que centralizar, lo que estoy diciendo es que en un país como el Perú, en el cual tienes un tremendo problema de falta de capacidad de gestión, no puedes al mismo tiempo tener un montoncito de nódulos que tiene, cada uno, sus propios recursos y su propia carga administrativa, que no está haciendo la labor que debe cumplir.
“No es cuestión de llegar a las próximas elecciones, porque, si llego, ¿por qué no voy a caer exactamente en el mismo problema?”.
¿Qué representó el gobierno de Castillo para nuestra economía?
Me es difícil contestar solamente sobre Castillo porque Perú ya venía con demasiados [problemas]. Castillo es la gota que derrama el vaso. Ya tenías toda esta secuela de presidentes fallidos, de esta falta de respeto a la institucionalidad, esta división en el país en las votaciones en las que se veía claramente que la razón por la que voto por ti es simplemente porque no voto por Fujimori. Gana cualquiera en el Perú, [la fórmula es] solamente quién está en contra de Fujimori. Es un problema más grande que Castillo, porque él se iba a caer en cualquier momento. El vaso estaba muy lleno y ya ni siquiera era agua, era vinagre.
¿Fue la cúspide del deterioro de la gestión pública?
Totalmente. Pero quizá Castillo no hubiera ni siquiera llegado si hubieras estado arreglando el problema de institucionalidad. Para mí no es cuestión de llegar a las próximas elecciones, porque si llego, ¿por qué no voy a caer exactamente en el mismo problema? Como dice el dicho, “es de locos pensar que vas a hacer siempre lo mismo y esperar que el resultado sea diferente”.
¿Cómo salir de esta trampa?
Regreso a las reformas regionales [...] Lo que tendrías que hacer son intentos fuertes de mejoras de gestión de quienes están [al mando] en el momento […] Imagina que soy un mal gestor y pertenezco a un distrito o a una provincia en la que se han visto manifestaciones sociales. ¿Cuál va a ser mi incentivo? Mi incentivo sería –y es chistoso porque es lo que Trump haría– llamar a mi población y decir: “¿Ven? Me quieren sacar porque yo los represento” […] Necesitas un líder en el que la gente crea por la forma en que se comunica y porque habla con todos, y no solamente dialoga, sino pone las propuestas de ambos y trata de llegar a algo, incluso con propuestas extremas. Lo peor que le puede pasar al Perú ahorita es que alguien diga: “Técnicamente yo sé lo que se tiene que hacer. Los demás no saben”.
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Como Descartes. Tengo la conclusión y hago todo para llegar ahí.
Exacto. Y se acabó, no quiero escuchar a nadie más. Hay que traer todos los puntos extremos y negociar. Yo no te estoy hablando de algo que se tiene que hacer de la noche a la mañana, te estoy hablando de procesos. Un proceso de negociación en el que los extremos poco a poco se cierran, se van achicando. Toma tiempo pero se va moviendo.
¿Cuáles son los riesgos que deberíamos mitigar para llegar al rango meta de la inflación en el 2024? ¿Y cómo abordar el tema de la inversión privada?
Sobre el Banco Central me siento bastante tranquila [...] Lo único que hay que hacer es proteger su independencia. Y sobre la inversión, eso sí lo veo mucho más difícil. Con el menor nivel de conflictos, quizá la parte de minería surja y eso ayuda al crecimiento [...] Pero cuando me hablas de inversión, así en general, por todos los temas mencionados, yo veo difícil que se recupere en lo que resta el año. Mi percepción de inversión solamente viene por rebotes […] Más adelante no veo a la inversión fuerte.
¿Cómo percibe la guerra entre Rusia y Ucrania?
Es un tema de muy largo plazo. Esta guerra va a continuar, van a haber diferentes movimientos, se va a utilizar políticamente muchísimo tanto por Europa como por Estados Unidos. Y, a la hora de la hora, los más perjudicados –no solamente los ucranianos– son todas las volatilidades en los mercados internacionales que ocurren debido a esta guerra. Veo esta situación como algo que vamos a tener de vez en cuando como chispazos [...] Es como un ciclo que no es predecible. No le veo final a esta guerra en el corto plazo.
El crédito es más caro.
Exacto. Los bancos se comienzan a volver mucho más adversos al riesgo, y eso sumado a las altas tasas de interés te podría generar un ‘credit crunch’. Es decir, una disminución fuerte de la tasa de crecimiento del crédito. Ese es uno de los elementos muy importantes a escala global que se está observando.
En el Perú, con la ley del tope de tasas de interés y los eventos climatológicos, la colocación de créditos ha sufrido.
Claro, pero lo que está pasando se da a nivel mundial. De hecho, es posible que se pueda esperar una recesión para Estados Unidos y Europa en el último trimestre de este año por las tasas de interés altas, los problemas en el crédito, el hecho de que la inflación aún sigue persistente. Además, hay un rezago entre el efecto que se tiene al subir la tasa de interés y lo que pasa en la actividad económica. No es que tú subes la tasa e inmediatamente disminuye la actividad económica, eso demora una serie de meses. Tienes una economía mundial muy compleja que se viene en la segunda mitad del año.
¿Es una crisis, es una alerta, es catastrófico?
No es catastrófico. El problema no es tanto para los países avanzados [...] Además, la situación de EE.UU. se pone más compleja por el comienzo del ciclo electoral. Donde es mucho más problemático es en los países emergentes, porque las tasas de interés van a seguir altas y el costo de financiamiento externo es mayor.