El reto de transformar al Perú en un país de primer mundo, tema de la CADE 2014, pasa por caminar hacia la institucionalidad así como ofrecer seguridad y servicios de valor agregado a los ciudadanos.
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En ese contexto, convertir a Lima en una 'smart city' (ciudad inteligente) contribuye a alcanzar ese sendero de modernidad, explicó Ben Schneider, past presidente de CADE Ejecutivos y presidente de Indra Perú.
"Ser una 'smart city' implica tener una cantidad de sensores conectados a un software para poder brindar información, tanto a autoridades como ciudadanos, sobre aspectos de su ciudad en tiempo real", explicó a El Comercio.
Y alcanzar este estatus que uniformice los sistemas de información a través de la tecnología es una realidad alcanzable para la ciudad. "Lima puede volverse una 'smart city' en un plazo no mayor a diez años", proyectó el experto.
Pero ¿cómo es posible que se pueda implementar toda esta infraestructura en ese plazo? De acuerdo a Schneider, contar con redes de fibra óptica posibilita este montaje tecnológico. "Los elementos están ahí. Hay que tomar conciencia que la congestión y el desorden se pueden volver intolerables", anotó.
ATAQUE A LA INSEGURIDAD
"Cuando hablas de seguridad ciudadana, por ejemplo, sabemos que tenemos cámaras en toda la ciudad. Pero esas cámaras tienen que estar integradas, a su vez, a un centro de control", apunta el ejecutivo.
Y es que para una ciudad que reclama respuestas ante los delitos que se comenten a diario por las calles, se debe tener un centro integrado de seguridad y emergencias, que además de ser más eficiente en la lucha contra el crimen, también está en capacidad de atender situaciones de emergencia, como accidentes de tránsito.
"Para saber el costo se edificar este centro se debe hacer un diagnóstico. Pero te diría que si partes de la base que la ciudad ya tiene un tendido de fibra óptica, cuenta con considerables cámaras de vídeo en sus distritos, creo que no pasaría los US$10 millones", calculó.
¿Valdría la pena invertir en estos centros? Sí, ya que según Schneider, tanto en ciudades muy violentas como en otras más calmas, se podría reducir en 50% la incidencia de criminalidad con la puesta en marcha de este centro de vigilancia, que van más allá de cámaras filmando como elemento probatorio de la fiscalía.
ALIGERAR EL TRÁNSITO
De otro lado, ser una 'smart city' también redunda en la mejora del caótico transporte que circula día a día en la ciudad. El uso de GPS, servicios satelitales y sensores en los semáforos permiten reducir el tiempo perdido en el tráfico, la contaminación ambiental y generan el ahorro de combustible.
"Un semáforo inteligente no es aquel que cuenta los segundos para cambiar de color; un semáforo inteligente mide con sensores el flujo vehicular y se va a justando según las horas del día y la zona", aclaró.
DATOS
► En el Perú cada cinco minutos sucede un accidente de tránsito y cada diez, una personas sufre una lesión.
► Cada dos horas una persona fallece producto de un accidente vial.