Los retos del MTPE, por María Rosa Villalobos

Según Aníbal Torres, el gobierno continuará con la línea trazada por la ex ministra de Trabajo, Betssy Chávez, que a su vez siguió los pasos de su predecesor, Iber Maraví.

La señora Chávez fue nombrada en octubre pasado titular de uno de los sectores más importantes para la reactivación y lamentablemente, durante su gestión poco ha hecho el sector por impulsar el empleo formal y avanzar en la lucha contra la informalidad.

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Entre febrero a abril de este año, el empleo adecuado en empresas de 51 trabajadores a más fue de 17,3% menos que en el 2019. Las caídas se repiten para las empresas de menor tamaño. Además, los subempleados totales en Lima Metropolitana alcanzaron los 2,2 millones: 31,1% más que hace tres años. A estas cifras se le suma la pobreza monetaria en el 2021, que alcanzó al 25,9% de la población a nivel nacional, un 5,7% por encima del 2019.

Así, hay mucho por hacer en el sector trabajo. Si se continúa promoviendo la agenda de los últimos meses, el 2022 llegará a su fin sin mayores cambios. Por ejemplo, la discusión del Anteproyecto del Código Laboral tomaría al menos cinco meses en el Consejo Nacional de Trabajo (CNT), pues temáticas como la eliminación de modalidades de contratación temporal o la eliminación del tope máximo de la indemnización por despido arbitrario deberían conseguir el consenso de las partes. Y, aunque el Gobierno al final puede decidir presentar el texto final al Congreso, lo ideal sería que cuente con la aprobación de los involucrados en este diálogo social, que es la razón de ser del CNT.

En ese sentido, este espacio debería continuar fortaleciéndose, y sirviendo de filtro para los temas que se necesita continuar impulsando en el sector. Seguir promoviendo la llamada Agenda 19 o continuar apoyando la prohibición de la tercerización (nuclear) sería un error. Aún hay tiempo para hacer de este año uno que valga la pena en el frente laboral.