A poco más de diez días de terminar marzo, surge la duda respecto a si el leasing inmobiliario y el alquiler-venta –ambos mecanismos impulsados por el Poder Ejecutivo– ya son promovidos en el mercado. Esto debido a que el año pasado, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Francisco Dumler, indicó que en el primer trimestre del 2016 se empezaría con la implementación de estos mecanismos por parte de las entidades financieras e inmobiliarias.
Su comentario respondió al escepticismo que se generó en estos actores cuando estos mecanismos fueron creados.
“En el leasing, los bancos están silenciosos, porque no ven por dónde va el negocio. ¿Las inmobiliarias cómo lo ven?”, le preguntó este Diario a Graña y Montero en diciembre del año pasado. “Yo no lo veo”, respondió entonces Mario Alvarado Pflucker, CEO de la compañía.
Un mes después, el ministro de Vivienda afirmó que el Estado había cumplido su rol de establecer normas, pero que el desarrollo de la oferta estaba en manos de las inmobiliarias y los bancos.
“Vamos a retomar reuniones con los bancos para testear cuánto se ha avanzado”, indicó en enero pasado. En esa ocasión incluso mencionó que el BCP y Scotiabank eran algunos de los bancos que habían mostrado interés de participar en estas modalidades.
Este Diario buscó entrevistar a esos dos bancos y a su gremio, Asbanc, pero los tres optaron por no dar declaraciones. Elocuente silencio.
“No ha habido mucho interés en los bancos. Quizás las microfinancieras tengan interés”, señaló Ricardo Arbulú, de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) y gerente general de Ciudaris.
De hecho, este Diario también buscó declaraciones de las dos cajas municipales con mayor participación en el mercado de créditos hipotecarios, pero tampoco tuvo éxito. Hasta el momento, uno de los avances más importantes que ha habido involucra al Banco de la Nación, empresa estatal, pero es insuficiente para dar muestras claras de que el producto se insertará al mercado de forma dinámica.
A finales de febrero, el ministro Dumler anunció que este banco tiene planeado lanzar el leasing inmobiliario en el 2017. “Su incursión se concretará de acuerdo con las condiciones del mercado”, detalló. Es decir, luego de que el sector privado se haya posicionado.
ALGUNOS PROBLEMAS
“Los promotores [inmobiliarios] tendrían que tener varios departamentos libres para ponerlos en alquiler. Cuando los pones en alquiler, tu cancelación de departamento debes verla al final de dos años. Habría que crear un incentivo para que se pueda cobrar anticipadamente el valor del inmueble.
Para los bancos sería difícil, pues el cliente todavía no califica”, observa Arbulú en relación a los problemas que hoy presentan estas alternativas de adquisición de viviendas.
TOMARÁ TIEMPO
Para Rodolfo Bragagnini, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias (ASEI), tomará al menos un año para que los diferentes agentes involucrados en estos mecanismos inmobiliarios puedan conocerlos y acogerlos en su oferta comercial.
“El producto es bueno, en realidad, pero tienen que alinearse las tres patas de la mesa [bancos, inmobiliarias y Estado]”, indicó el ejecutivo. Señaló que, por ejemplo, los bancos deben adecuar sus sistemas internos, entre ellos, los de tecnología.
Bragagnini recordó que el programa Mivivienda también empezó con empresas financieras pequeñas, y que en relación a los instrumentos inmobiliarios recientemente creados, en Colombia y Chile tardaron varios años en difundirse comercialmente.
También reconoció que hay aspectos por mejorar, como la recuperación del inversionista en la construcción del inmueble.