Según cifras del INEI para el segundo trimestre del 2023, el empleo adecuado en Lima Metropolitana alcanzó a 3 millones: un 4,7% por debajo de lo que se observó en el 2019. Por el contrario, los subempleados en la capital llegaron a los 2, 2 millones, estando un 26,8% por encima de lo observado en el 2019.
A decir de Miguel Jaramillo, investigador principal de Grade, dicha composición del mercado laboral no es la más óptima y tampoco se está tomando acciones efectivas desde los poderes del Estado para enfrentarla. En entrevista con El Comercio, el experto en materia laboral hace un repaso del mercado actual, quiénes son los más afectados y reflexiona sobre el incremento del sueldo mínimo.
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— A punto de celebrarse un nuevo aniversario patrio, ¿qué es lo que podemos decir del mercado laboral al que se enfrentan día a día los peruanos?
Lo que observamos es una recuperación que, de alguna manera, está tocando sus límites y que no nos ha llevado siquiera a recuperar los niveles que teníamos antes de la pandemia. Vemos una recuperación bastante insatisfactoria del empleo, lo que es sorprendente porque la producción sí se ha recuperado frente al 2019.
— ¿A qué responde ello? ¿El crecimiento no es el que jala el avance del empleo?
Es bien interesante. Varias cosas pueden estar ocurriendo. No olvidemos que hay una fuerte asociación entre generación de empleo y la inversión. Y la inversión está estancada. En este periodo, la generación de nuevo empleo no ha venido por ahí. Por otro lado, existe un deterioro en el contexto normativo del mercado laboral. Un Congreso muy populista y que está constantemente sacando normas que no tendrán un impacto grande, pero que sumadas contribuyen a dos circunstancias peligrosas: a un clima de incertidumbre –porque no sabemos con qué despropósito nuevo saldrá el Congreso– y que las normas publicadas están haciendo más onerosa la contratación formal.
— Hoy se habla de que la economía peruana está camino a una recesión. Ante ello, ¿el empleo en la segunda mitad del 2023 tenderá a deteriorarse aún más?
Es difícil de decir, pero ciertamente no se augura buenos resultados. La impresión es que vamos a seguir en una senda mediocre de escasa generación de empleo. Y el empleo que se genere será de pobre calidad. Ese es el indicador más claro de qué tan recuperado está el mercado laboral: la calidad del empleo.
— ¿No es acaso más importante ver el desempleo?
A diferencia de lo que con frecuencia escuchamos de los políticos, despedir trabajadores en el país es muy costoso. Las empresas evitan despedir trabajadores. Entonces el desempleo no es la principal variable de ajuste. En ese sentido, vemos aumento del subempleo por ingresos, un empleo adecuado que no llega a niveles prepandemia e ingresos que, en términos reales, han decaído.
— Para el mercado laboral de Lima Metropolitana, ¿cuál ha sido la recuperación del empleo adecuado?
Si vemos el empleo adecuado, efectivamente hay una recuperación. Si miramos el primer trimestre de este año, el empleo adecuado creció 10% con relación al año anterior. Esta cifra parece estupenda, pero debemos entenderla en el contexto de dos años en los que el empleo adecuado ha tenido una ‘performance’ muy pobre. Sin embargo, esa recuperación no ha continuado en el segundo trimestre. El subempleo por ingresos aumentó en el segundo trimestre y el empleo adecuado no parece haber continuado su senda de mejoría.
— Siendo así, ¿qué tanto se ha logrado recuperar el ingreso que perciben los limeños producto de su trabajo?
Lo que vas a observar es una tendencia positiva de los ingresos, si lo observas en términos nominales. Sin embargo, una vez que tomas en cuenta la inflación, los ingresos no han podido mantener el ritmo de la inflación. En términos reales, todavía estamos por debajo del periodo pre pandemia. Al primer trimestre, a nivel nacional, estábamos un 12% por debajo del 2019 a pesar de que en el 2022 los ingresos crecieron 10% nominalmente.
— Entendería que son los jóvenes los más perjudicados al momento de hablar del empleo. ¿En qué magnitud?
Hay algo muy interesante. Si miras el empleo adecuado, hay una recuperación hasta fines del 2021. Del 2022 en adelante, la tendencia del empleo de los jóvenes es a caer. Y con datos del segundo trimestre del año, tenemos unos 220 mil jóvenes menos empleados en el mercado laboral frente a lo que teníamos en la pandemia. En cuanto a ingresos, si tu miras jóvenes entre 15 y 29 años, el subempleo por ingresos en Lima Metropolitana alcanza masomenos 400 mil jóvenes.
— En su opinión, ¿por qué cree que, pese a la evidencia, no se dan leyes efectivas para el mercado laboral? ¿Qué es lo que no comprende el legislador en el Perú?
Hay una visión simplista y poco científica de cómo funciona el mercado laboral. La lógica parece ser ‘los trabajadores tienen remuneraciones bajas, entonces saquemos una ley que la suba’. Esta visión particular sobre salario mínimo, en parte, se traslada a cualquier problema del mercado laboral.
— Por ejemplo, recientemente se han aprobado nuevos feriados en el Congreso. ¿Esto es realmente lo que se necesita?
Me imagino que lo que está detrás de hacer feriado el 23 de julio es que, para los legisladores, no tenemos suficientes feriados en el Perú. El Perú es el quinto país con más feriados en el mundo. No son malas intenciones, sino que hay una visión simplista del mercado laboral.
— El Congreso aprobó la Ley del Joven Empresario, que en su contenido considera beneficios a la contratación de jóvenes. ¿Será efectiva?
Un subsidio ciego no contribuye necesariamente a mejorar el empleo de los jóvenes. Y, efectivamente, el título de la ley es equívoco. La ley aplica beneficios a empresas, independientemente de si son lideradas o no por jóvenes. Por otro lado, asumiendo que la ley beneficia a jóvenes empresarios o emprendedores, en general habría que entender que trabajadores independientes, entre los jóvenes, hay muy pocos. Entre 20 y 29 años hay bastante menos emprendedores que entre 30 y 39 o entre 0 y 49. No sé si tiene mucho sentido promover empresas de empresarios jóvenes. Así no se va a generar más empleo.
— Con esta ley, ¿ve riesgos de sustitución de jóvenes bajo el beneficio de la ley por jóvenes que están próximos a vencer su contrato?
Sí, eso entra en la ecuación. Los contratos temporales son el 80% de los contratos laborales. Muchos de ellos probablemente vencen en el último trimestre de este año.
— ¿Qué espera escuchar usted en el Mensaje a la Nación de la presidenta Boluarte este 28 de julio?
No tengo muchas expectativas. En general, en el Mensaje me gustaría que se pongan los caballos delante de la carreta y que se plantee que tenemos un déficit enorme de empleos de calidad y que las políticas se orientarán a mejorar esta situación.
—¿Espera que ello esté en el mensaje?
Es lo que me gustaría, pero no lo que espero. El tema laboral siempre es motivo de reflexión en el contexto de Fiestas Patrias. Creo que es necesario establecer cuáles son las prioridades. Y esa debería ser generar buenos empleos. Asimismo, iniciar una discusión a nivel nacional en la que debe tener un rol central el Consejo Nacional de Trabajo. No se trata de ir a dar medidas a los trabajadores con empleos formales a tiempo indefinido y mejorarlas. Porque se trata de menos del 10% de la fuerza laboral y no se trata de hacer menos accesibles ese tipo de empleos. Pensemos en los trabajadores en conjunto.
— ¿Qué opinión le merece la política laboral del Gobierno de Dina Boluarte?
No necesitamos una política pro empleo porque el empleo se genera. No hay manera de sobrevivir si es que no tenemos un trabajo. La gente saldrá a trabajar en lo que pueda. Lo que se necesita es una política para promover el empleo formal. Un elemento importante para ello es tener estabilidad en las reglas para los contratos laborales.
— ¿No se está logrando esos objetivos desde el Ministerio de Trabajo?
No he visto muchas señales de acciones concretas del Ministerio de Trabajo que uno diga ‘esto parece bien encaminado’. Aunque hay ciertas cosas que sí me parecen alentadoras. Por ejemplo, el esfuerzo pro convocar nuevamente al Consejo Nacional de Trabajo que nunca debió haberse cerrado. Me parece que fue una pésima decisión de políticas que más parece haber venido de Palacio de Gobierno que del Ministerio de Trabajo.
— ¿Y qué es lo que debería estar haciéndose?
Yo esperaría mayores actividades para mejorar ese empleo de calidad. Lamentablemente la mayor parte de jóvenes van a terminar en un empleo informal, porque las primeras experiencias laborales son determinantes de las experiencias futuras.
"Si antes de los 30 años, un individuo no ha tenido una experiencia de trabajo formal, ya no la va a atener. No es porque yo lo diga, sino es lo que los números muestran"
Miguel Jaramillo, investigador principal de GRADE
— El Ministerio de Trabajo tiene programas como las ferias de empleo para acercar a los jóvenes con esta oferta formal en el país. ¿No son suficientes?
Yo tengo dudas sobre qué tan efectivas son estas ferias de empleo. Si yo necesito trabajadores, ¿voy a esperar a que haya una feria de empleo para ir a buscarlos? Se necesitan mecanismos más efectivos y dinámicos. Hay un Servicio Nacional de Empleo que necesita ser dinamizado. Yo esperaría más en términos de políticas activas. Una política que está cantada es una de pasantías para jóvenes de hogares en desventaja en empresas del sector formal.
— ¿Ve condiciones para un incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) en el corto o mediano plazo?
No me parece que sea el mejor camino. Si miras los ingresos en el mercado laboral, los que más han crecido son de los asalariados formales. Y siguen subiendo. Entonces, no me parece que se necesiten medidas para ese sector particular de la población.
— ¿Y cómo enfrentar la coyuntura de precios que aún se mantiene alta? ¿No ha restado ello capacidad adquisitiva al trabajador?
Si estuviera el empleo creciendo a una tasa saludable, yo pensaría en políticas en ese sentido. Pero ahorita no me parece una prioridad.
— Existe la expectativa de que el Consejo Nacional de Trabajo discuta, entre otros temas, un incremento del salario mínimo y sus mecanismos para la actualización. Pero no es la primera vez que se busca un acuerdo. ¿Ve posibilidades en este contexto?
Yo creo que los elementos técnicos tienen que estar presentes. Creo que hay consenso en la necesidad de un mecanismo técnico para actualizar el valor del salario mínimo. Pero un tema anterior a ese es si el nivel del salario mínimo actual es el adecuado. Ese análisis me parece interesante. Un informe de la OCDE de hace algunos años sobre jóvenes en el mercado laboral mostraba que el salario mínimo en Perú es más alto con relación a la mediana de salarios en la Unión Europea. Lo que debemos evitar es que el salario mínimo genere brechas más grandes entre el mercado formal e informal.