Entre las acciones a implementar tras la fuga de petróleo resaltan la instalación de refuerzos en el lugar de ruptura del ducto y la realización de un monitoreo ambiental en la zona (Foto: referencial)
Entre las acciones a implementar tras la fuga de petróleo resaltan la instalación de refuerzos en el lugar de ruptura del ducto y la realización de un monitoreo ambiental en la zona (Foto: referencial)
Juan  Saldarriaga

El jueves pasado las autoridades de  solicitaron al Gobierno que declare en emergencia la industria petrolera en la selva norte, debido a la detención del  (por un nuevo acto de sabotaje).

Revelaron que esto está ocasionando un serio problema de desabastecimiento de combustibles en la región, al que se añaden otros, como el racionamiento de electricidad (que en Iquitos se genera con diésel) y la pérdida de trabajos.

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“Solo en el lote 192 se han perdido 12.500 puestos laborales: 2.500 directos y 10 mil indirectos. Eso, sin contar los despidos en grifos y en empresas comunales que proveen servicios a las petroleras”, señala Jarrison Pinedo, contratista del lote 192.

Por estas razones, el Ministerio de Energía y Minas considera que su principal objetivo es conseguir la operatividad y confiabilidad del oleoducto, como la mejor manera de proporcionar tranquilidad a la población y a las empresas petroleras.

“La posibilidad de salir por Ecuador o Brasil es una cuestión que deben definir en su momento las petroleras, pero el objetivo principal nuestro es la integridad y modernización del oleoducto. Es allí hacia adonde debemos apuntar”, remarca el viceministro de Hidrocarburos, Eduardo Guevara.

Añade que esta meta debería ser complementada con el transporte de crudo ecuatoriano por el Oleoducto Norperuano, siguiendo las negociaciones emprendidas por Petro-Perú y Petroamazonas.

“Ello permitiría reducir la tarifa de transporte, haciendo que la exploración petrolera se vuelva más atractiva en Loreto”, indica.

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