En esta entrevista, Mosi Mosquera repasa la evolución y la situación actual del ecosistema de startups en el Perú, así como el potencial que tienen estos emprendimientos para ser empresas con un triple impacto en la sociedad.
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—El Perú ha consolidado hoy un número importante de startups, pero empezamos tarde frente a otros países de la región. ¿Cómo califica usted todo lo avanzado?
Si uno ve hace 10 años, ibas a las conferencias donde se hablaba de los ecosistemas y cómo habían avanzado en la región, el Perú ni siquiera estaba en el mapa de los más avanzados. Ya hace varios años que estamos dentro de ese mapa. Hay actores e iniciativas que vienen impulsando ello en el país, pero también nuestras propias startups están ya saliendo del país, lo que hace que haya un movimiento mucho más rápido.
—¿Y dónde está el desafío para continuar creciendo?
Como sabemos, hay factores habilitantes. Uno es el mercado, el financiamiento, la tecnología, la infraestructura de apoyo y la aceleración. En ese sentido, creo que está pendiente desarrollar una cultura de la inversión, más allá de la inversión tradicional, donde participan inversionistas de manera individual para apoyar las distintas fases tempranas y luego los ‘venture capital’ más adelante.
—La inversión, ante el complicado entorno global actual, será más selectiva. ¿Ello es un problema o un desafío para las startups peruanas?
Efectivamente, el capital está siendo mucho más meticuloso. Yo creo que las startups peruanas están en las mismas posibilidades que cualquier startup de la región. No obstante, el principal reto en sentido de competencia es el mercado. Cuando piensen en un mercado no pueden pensar solamente en el Perú, tienen que empezar por el Perú, pero pensar en Latinoamérica como su mercado.
— Entiendo que el triple impacto también le ofrece a la startup escalar en el mercado.
Obviamente debe haber un impacto económico, porque es una compañía y sin rentabilidad no va a existir en el futuro. Pero, efectivamente, existen estudios que indican que las startups que buscan solucionar un problema real de la sociedad tienen en el largo plazo rentabilidad y un éxito con menor variabilidad que otras startups que pueden estar cubriendo necesidades más superfluas.
—Más allá del impacto social, ¿generan algún beneficio dinamizador a la economía del país?
Sí. A veces nos quedamos con la idea de que una startup tecnológica es una startup que vuelve digital lo que es físico, pero también el mundo físico necesita tecnología. Sectores como la manufactura, textil, minería y agro son sectores físicos que requieren tecnología digital, pero también física. Las startups pueden aportar y generar un cambio en la productividad de la región y del país.
—Usted es jurado del premio Startups 4 Perú, ¿cuáles son los criterios que se han considerado al momento de evaluar a los concursantes?
Se han definido ocho criterios básicos de evaluación que van desde revisar si la estrategia empresarial está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la idoneidad del equipo emprendedor, la identificación del mercado potencial, la viabilidad financiera del negocio, entre otros.
—Finalmente, ¿cuál es el aporte que ofrece el premio Startups 4 Perú al ecosistema de emprendimiento innovador peruano?
Sin duda es una forma de apoyar el dinamismo del ecosistema de emprendimiento e innovación, en especial en la coyuntura actual. Es también una forma de visibilizar a las mejores startups del país, mostrándolas como ejemplos para otros emprendedores. Premiando su impacto en el medio ambiente y la productividad del país.