Los programas de crédito a las empresas, el uso de la CTS para los trabajadores bajo suspensión perfecta y el subsidio a la planilla son algunas de las medidas que escogió el Perú para proteger los empleos de los estragos producidos por el COVID-19 sobre la economía.
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Dichas medidas han sido reconocidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su reciente informe sobre la realidad laboral de la región. Sin embargo, la referida entidad también remarcó que la actual crisis permite repensar la necesidad de nueva legislación.
Fue el director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, quien en conferencia invocó a aprovechar el momento para pensar en estrategias de largo plazo e hizo hincapié en la necesidad de que los países como Perú establezcan seguros de desempleo.
“Hay algunas cosas que son muy claras. En algunos países, nos faltan sistemas efectivos de seguro de desempleo. Los países que no lo tienen, deberán ponerlos en marcha de cara a una próxima pandemia”
Pinheiro recalca que dicho seguro ha sido la estrategia clara de algunos países ante la crisis de cara a mantener el dinamismo de la economía.
A su turno, el director de la OIT para el Cono Sur de América Latina, Fabio Bertranou, acotó que en el informe “Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos en América Latina y el Caribe” elaborado por la organización se pone énfasis en dicho punto.
“Hay un énfasis muy importante de mantener el vínculo laboral. Combinar los instrumentos de regulación laboral con aquellos de protección de los ingresos como el seguro de desempleo. Hay un interés renovado de muchos países de la región como Paraguay, Ecuador e incluso el Perú por introducir seguros de desempleo, puesto que permite mantener vínculos laborales a nivel de las empresas y que los ciclos económicos no produzcan efectos de largo plazo”
La OIT sostiene que este seguro sería el balance frente a un apoyo de los estados a las empresas; pero gatilla tal esfuerzo a la capacidad fiscal y advierte que esto deberá ser parte de un debate en cada uno de los países de la región. Según el informe de la organización, este año se perderían 41 millones de empleos en la región ante los efectos causados por el COVID-19 y la informalidad superará los niveles del 2019.
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El caso peruano
¿Es viable implementar un seguro de dichas características en el país? Para el investigador principal de GRADE, Miguel Jaramillo, resulta inviable implementarlo debido a las marcadas características del mercado laboral peruano. Centró sus comentarios en dos de ellas.
“Primero, la mitad de los trabajadores asalariados son informales. Segundo, dentro de los que sí son formales, cuatro de cada cinco contratos son temporales de relativamente corta duración. Ante ello, el concepto de seguro de desempleo no cabe. Tampoco creo que los trabajadores estén dispuestos a contribuir”
El especialista explicó que en los países donde funciona un seguro de este tipo, el trabajador debe realizar una contribución de al menos un año antes de tener acceso a los beneficios. Algo que no sucede en el Perú.
“Hay que promover la contratación a largo plazo, pero el gran desincentivo es que el despido está criminalizado en el Perú. En ese sentido, las empresas no van a contratar bajo esta modalidad. Lo usan para aquellos trabajadores que les interesa retener y cuyo valor de la productividad marginal es alto”, agregó el economista laboral.
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Estudio del 2017
Jaramillo elaboró un estudio sobre la viabilidad de un seguro de desempleo en el marco de la Comisión de Reforma de Protección Social que, en el 2017, fue convocada por el entonces ministro de Economía, Alfredo Thorne, durante el gobierno del presidente Kuczynski.
En dicho análisis, se pone sobre la mesa que en el año 2000, el uso de contratos a tiempo indeterminado era mayoritario, pero dicha tendencia ha desaparecido y ahora son más frecuentes los contratos a plazo fijo.
Así, el primer desafío que enfrenta un seguro de desempleo es la alta tasa de rotación peruana. Según el estudio que data del 2016, en un mes cualquiera un promedio de 190 mil personas cae en el desempleo y 200 mil personas salen del desempleo.
Dichas rotaciones implican una tasa promedio de entrada al desempleo de 6,6% al mes. Un valor que es superior frente al de países como Francia, España o Inglaterra, donde el valor es de 1%. En Estados Unidos, la tasa no pasa del 4%.
Bajo las características del mercado laboral peruano, se plantea un escenario de contribución a un seguro de desempleo. Dicho ejercicio determinó lo siguiente:
- Si en el ejercicio 2010-2016 el seguro de desempleo estuviese disponible para todos los tipos de contratos y la regla fuera que hayan aportado en 12 de los últimos 24 meses, en el primer mes (enero 2011), solo 2% de los desempleados podrían acceder al seguro.
Un proyecto de ley
Entre los proyectos que ingresaron al Congreso bajo la actual legislatura, se encuentra el promovido por el congresista de la Bancada de Acción Popular, Fernando Meléndez Celiz, quien propone declarar de necesidad pública la creación de un seguro de desempleo.
La propuesta no presenta mayores detalles. Resalta la necesidad de contar con este mecanismo a modo de proteger a los trabajadores ante la pérdida del empleo; pero encarga a la Superintendencia de Banca y Seguros y al Ministerio de Trabajo definir las fuentes de financiamiento. Además, sugiere que la administración de dicho seguro podría ser encargada a alguna aseguradora o incluso a una entidad estatal.
No obstante, cabe destacar que bajo la legislación actual es la Compensación por Tiempo de Servicios la que cumple con el objetivo de subvencionar a aquellos trabajadores durante su etapa cesante. Vale destacar que el proyecto menciona que dicha iniciativa ya había sido planteada en legislaturas anteriores, pero fue rechazado.
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