Miguel Palomino, director gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE), hace un balance de lo que deja el gobierno de Ollanta Humala y da luces del preocupante panorama económico del 2016: un consumo debilitado y una inversión pública baja.
¿Cuál es el balance del gobierno del presidente Ollanta Humala?
Lo que más me preocupa es la situación en la que estamos, una situación de desconfianza y muy negativa; pero pensemos en la situación que se ha dejado para el mediano plazo. Este gobierno ha aumentado mucho el consumo público, porque tenía enormes ingresos, que ya no los tiene. Heredó también un superávit fiscal. Y ahora tendrá tres años de déficit fiscal y creciente. El nuevo gobierno en el 2017 –cuando pueda hacer el presupuesto público– estará muy limitado con las cosas que puede hacer. No digo que este gobierno esté mal, pero ha empujado las cosas hasta donde podía.
¿Qué nos puede sacar de este problema?
Crecer un montón. Si lo hacemos, lograremos recuperar lo que se necesita para equilibrar el presupuesto fiscal.
¿Qué medidas en materia económica debería adoptar el próximo gobierno?
Necesitamos mayor crecimiento, es la única forma de salir adelante. El país mejoró muchísimo porque crecía. El presidente Humala dice “Inclusión para crecer”. Es falso, falso de toda falsedad. Tú creces y con eso puedes incluir. Primero viene el crecimiento; después puedes hacer todo lo que quieras. El Gobierno tiene que ser un agente de crecimiento. El país no crece por milagro; hay motivos para crecer y motivos para decrecer.
¿Cuáles son sus perspectivas del PBI para el 2016?
Es altamente incierto. El mejor estimado es en función a ciertos supuestos que vayan a ocurrir: si EE.UU. aumentará la tasa de interés en tanto, si China retrocederá en tanto. Hay muchas cosas de las que depende. No podemos estar seguros. Pero nuestra expectativa es que el PBI crezca un poco más. Sobre todo por la entrada en actividad de nuevos proyectos mineros: Las Bambas y Cerro Verde. Son operaciones muy grandes.
¿Qué debemos esperar en términos de la inversión privada?
Hay una gran incertidumbre, pues dependerá de quién salga elegido como presidente y qué haga realmente, porque esto último no necesariamente se basa en su plan de gobierno o en lo que haya declarado al público.
Entonces, ¿en el 2016 no deberíamos esperar un avance de la inversión privada?
Depende. En el 2015 la inversión privada se ha retraído fuertemente. Puede ser que en el 2016, incluso, haya un pequeño incremento sobre el retroceso que fue el 2015, pero es muy malo de todas maneras. Dependiendo de cuán seguros se sientan los empresarios en la segunda mitad del año pueden comenzar a invertir. Pero “comenzar a invertir” dista mucho de gastar el dinero: se les ocurre el proyecto, y mientras lo lanzan y consiguen los permisos, y se efectúa [el desembolso de] el monto grande, toma tiempo. Pero si el Gobierno realmente es atractivo para la inversión, entonces el 2016 tal vez no sería bueno, pero ya el 2017 lo sería.
¿Qué esperar en términos de consumo?
Probablemente, el consumo se deteriore muy ligeramente en relación a lo que ha sido el 2015, que ya fue bastante menor a lo que fue en el 2014, y el cual a su vez fue bastante menor al 2013. Ya van cuatro años de desaceleración continua, que no significa retroceso. El 2016 también será un año de desaceleración del consumo privado. Podría ser que la primera mitad del año se vea de cierta manera y la segunda mitad de otra manera.
Con este escenario, la demanda interna todavía sigue débil.
Muy débil.
¿Qué medidas podría adoptar el próximo gobierno en relación con la inversión pública?
Al nuevo gobierno, aunque venga con ganas de hacer bien las cosas, le resultará muy difícil que solo en cinco meses de gestión pueda poner en marcha mucha inversión.
¿Cómo terminará la inversión pública en el 2015?
Caerá en más o menos 6,5% nominal. Entonces, en el 2016 la base comparativa es muy débil. Pero, incluso con ello, no será tan fácil [crecer], pues el gobierno nacional que fue el que salvó la olla este año, el próximo año tendrá dificultades para gastar plata.