La certeza de que el ciclo de los precios altos de los metales llegó a su fin ha dado como resultado el reciente plan para diversificar la actividad productiva del país. “Hay que ponerle otros motores a la economía”, propuso el ministro de la Producción, Piero Ghezzi.
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Nuestra canasta exportadora está concentrada en un 75% en commodities y solo un 25% en productos no tradicionales. Ese desequilibrio exportador no significó mayor preocupación en la última década, pero hoy sí motiva la presente discusión. Mario Tello, catedrático de la PUCP, está convencido de las bondades de la diversificación, pues a su entender significará una reducción de los impactos de los shock externos.
Aunque, César Peñaranda, director del Instituto de Economía de la CCL, dice que la economía peruana sí se ha diversificado con cierto nivel de profundidad en la última década, aunque se puede seguir con el proceso.
SECTORES ELEGIDOS
Si bien el Produce ha mandado a elaborar un informe para identificar los sectores con potencialidad, Ghezzi ha mencionado la acuicultura, metalmecánica y el sector forestal, entre los que podrían encabezar la lista.
Carlos Gonzales, gerente de estudios económicos de ÁDEX, le da la razón al Produce al señalar que se trata de sectores pobremente aprovechados en la actualidad, pese a su gran potencialidad. “Tenemos espejos de agua y mucha agua dulce para el desarrollo de la acuicultura. En el sector de la minería no metálica, tenemos un gran potencial en mármol. Las concesiones actuales de áreas forestales están trabadas”, refiere.
También el Ceplan está elaborando un estudio para ligar las potencialidades del país con las tendencias de los negocios del futuro. Fredy Vargas, director de Prospectiva y Estudios Estratégicos de esa institución, adelanta que un sector con gran potencial es la bioeconomía, pues contamos con una serie de plantas medicinales y microorganismos que pueden ser usados en la lucha contra enfermedades contagiosas. Menciona que el gobierno de Singapur está dispuesto a establecer laboratorios en el Perú.
En su reciente visita al país, Richard Baldwin, Ph.D. en Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), dejó en claro en una reunión con Ghezzi y el titular del MEF, Alonso Segura, que un potencial del país es la exportación de servicios relacionados con la minería. Si la exportación de minerales cae como hoy, los servicios se pueden seguir ofreciendo a otros países del mundo, resalta.
Tello pide tener claro qué tipo de diversificación se buscará. “Hay que especificar qué se entiende por diversificación. Si solo es exportar paltas en lugar de oro, el problema de (la dependencia en) los recursos naturales persistirá”, sostiene. Respecto a cuáles serían los sectores a promover, responde que eso lo tiene que identificar el sector empresarial.
PASOS A SEGUIR
Las medidas para impulsar esos sectores también generan opiniones divididas. Luis Salazar, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y próximo ponente de la CADE sobre este tema, resalta que la creación de un mayor número de centros de innovación tecnológica (Cites) es el mejor camino. Menciona la presencia gravitante del Citevid para el despegue de la industria pisquera.
Sin embargo, también considera que serán necesarios otros incentivos como se estableció desde hace un década al agro, con regímenes especiales para su despegue. Al respecto, Peñaranda es un férreo crítico. “Las empresas privadas serán las que encuentren sus oportunidades sin ayuda alguna”, dice.
Lo que no está en discusión es que el desarrollo de nuevos motores estabilizará y dará impulso a la economía del país.
DATOS
► US$18.000 millones serán al 2030 las exportaciones no tradicionales, según propone el plan de diversificación.
► 1.700 normas técnicas se tendrá al 2015 para contar con ciertos estándares de calidad en el proceso de produccion.