Para inicios del 2015, de cada dos usuarios de televisión por cable (TV pagada) uno será informal, porque en los últimos 10 años hemos incrementado en 4.112% la adopción de alternativas piratas, mientras que la TV pagada formal solo creció 171%. Así lo estimó Fernando Cáceres, director ejecutivo de Contribuyentes por Respeto (CpR), quien lamentó que hayamos pasado de 30 mil a más de 1,3 millones de conexiones informales.
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De acuerdo con las cifras de Osiptel, al cierre del primer trimestre del 2014 los cuatro principales operadores formales de este servicio tenían poco más de 1,3 millones de clientes, de los cuales el 66,7% pertenecía al líder Movistar, que facturó S/.107 millones en el segundo trimestre e incrementó en 18% sus ingresos. Sin embargo, el panorama no es del todo alentador porque la encuesta nacional de penetración de TV pagada indicó que al cierre del 2013 existía un 40% de hogares con el servicio (62% en Lima); es decir, 3’024.977 de conexiones, entre formales e informales.
La situación es tan grave que nos lleva a liderar los niveles de informalidad en la región, añadió Andrés Calderón, analista de CpR. Mientras que Chile tiene un 27% de penetraciones clandestinas y Colombia un 37%, nosotros llegamos al 50%, lamentó. “El nivel de informalidad en el Perú es tres veces superior al de Argentina, mientras que el nivel de cobertura (penetración) del servicio es casi tres veces menor que en ese mismo país”, añadió.
Según Calderón, luego de analizar la situación que se vive en la región, queda claro que los países con menor penetración del servicio y con más informalidad tienen mayor nivel de precios que aquellos donde la formalidad está consolidada.
¿SOLO POR PRECIO?
De acuerdo con la encuesta de Osiptel, la mitad de los que no cuentan con TV pagada estarían dispuestos a pagar hasta S/.20 y el 41% hasta S/.40, lo cual los ubica en el precio promedio local (S/.42,9) que registra el INEI considerando formales (arriba de S/.75) e informales. Es más, según Calderón, la penetración del servicio subiría 19,8% si ingresara un nuevo competidor, como TV Azteca, al mercado. El problema, aclaró Calderón, es que por cada tres usuarios nuevos que capturan los informales, uno viene de abandonar a un operador formal atraído por los menores costos. Esto desincentiva la llegada de nuevos competidores.
El precio, añadió, no es la única causal del incremento de la piratería. Según sus estudios, los departamentos con más de 70% de informalidad, como Tumbes o San Martín, no son las regiones con mayor pobreza, sino con menos densidad poblacional, por lo que los operadores no encuentran un grupo crítico atractivo. “Buena parte del problema se soluciona si los formales bajan sus tarifas, pero también se tiene que mejorar la fiscalización de la piratería. Si no, seguirán existiendo zonas donde [los formales] no tendrán incentivos para invertir”, concluyó.