Tras dieciséis meses de intensa búsqueda, Petro-Perú solo ha podido despertar el interés de una compañía petrolera para que lo ayude a desarrollar el lote 64 (Loreto), proyecto con el cual se ha propuesto –no exento de polémica– volver a la producción de hidrocarburos luego de dos décadas.
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Según fuentes del sector, el posible socio de Petro-Perú es una empresa de tamaño pequeño y que no aparece en ningún ránking petrolero: la argentina GeoPark.
Trascendió que las negociaciones con GeoPark están muy avanzadas, al punto que Petro-Perú elevaría esta semana a su directorio el contrato de cesión de participación por el cual le transferirá la operación del lote 64.
Un tema que deberá definir es el porcentaje que cederá a la petrolera argentina para que esta se responsabilice de desarrollar el proyecto bajo su propio riesgo.
Si el contrato recibe luz verde, le tocará a Perú-Petro calificar a GeoPark en los ámbitos técnico, económico y legal, para que pueda operar el lote. Se asume que dicha calificación deberá ser más exigente que la implementada para la licitación de los lotes III y IV (Talara), debido a que el lote 64 posee un mayor potencial.
Pedro Touzett, presidente de Petro-Perú, advirtió días atrás a este Diario que el lote 64 no atraería a empresas grandes, sino a medianas. GeoPark está presente en Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Produce menos de 18 mil barriles equivalentes de petróleo al día, según reporta en su web.