En medio del escándalo desatado por el posible otorgamiento de un nuevo rescate financiero a Petro-Perú, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) dio a conocer que la estatal petrolera ya no forma parte del gremio minero-energético.
Esto, debido a su reiterada negativa a transparentar su información, en especial, el plan de reestructuración desarrollado por Arthur D. Little, el cual “no nos lo querían entregar”, revela Víctor Góbitz, presidente de la SNMPE, en esta entrevista.
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— ¿La SNMPE ha asumido una posición sobre el nuevo el rescate financiero que Petro-Perú solicita al Gobierno? Lo digo porque la petrolera estatal forma parte del gremio minero-energético.
Primero debo comentar que Petro-Perú renunció a formar parte de la SNMPE el año pasado. Sin duda, porque teníamos puntos de vista distintos y no los compartíamos. Eso es importante saber.
— Usted señala que Petro-Perú se retiró de la SNMPE el año pasado. ¿Se refiere al 2023, es decir, hace muy poco?
Así es, renunció en el 2023 porque, claro, en la SNMPE tenemos un Código de Conducta y en función a eso tenemos toda la capacidad de pedir a nuestros asociados: ‘Por favor entréguennos esta información’, o, como ahora: ‘Por favor acláranos este punto’. Y Petro-Peru no quiere aclarar nada. Entonces, eso es falta de transparencia. Una compañía pública tiene que tener un nivel de transparencia muy grande.
— ¿Qué tipo de información no quería entregar Petro-Perú?
Hay un reporte (plan de restructuración) de una firma, Arthur D.Little, que le pedimos y no nos lo querían entregar. Entonces, ¿Qué es lo que nos revela esto? Falta de gobierno corporativo. Si yo manejo una compañía según mi criterio y no rindo cuentas a nadie, pero cuando fallo tengo que pedir un rescate financiero, hay un problema de fondo.
— ¿Cabría la posibilidad de que Petro-Perú vuelva al SNMPE?
Sin duda. Si la compañía se maneja con transparencia y con un directorio independiente formado por profesionales con experiencia e idóneos, que respondan ante sus decisiones, en buena hora, pueden regresar a la SNMPE. Pero más importante es dejar en claro que ese rescate financiero que están pidiendo, el cual, prácticamente, es ineludible, no puede ser gestionado por los mismos funcionarios que han fallado.
— ¿Quiénes han fallado? ¿El presidente y los miembros del directorio de Petro-Peru? ¿Y también el ministro de Energía y Minas, quien no ha renunciado a ser funcionario de Petro-Perú y que diseña normas a la medida de esta empresa?
Es todo eso. En una empresa privada lo que uno tiene que evitar son los conflictos de interés. Yo no puedo ser juez y parte. No puedo tener el sombrero de trabajador y también el sombrero de director porque se confunden los roles. Ese es uno de los tantos temas que deben corregirse.
— ¿Qué otros temas deben ser corregidos?
Claramente, tiene que haber un plan de restructuración que debe ser conocido, porque no se trata solamente de darle más dinero a Petro-Perú. Lo importante es ver qué vamos a hacer para que la compañía vuelva a ser solvente, y qué tenemos que hacer para que la compañía pague lo que adeuda a todos sus acreedores.
— Si entiendo bien, ¿en la SNMPE piensan que el rescate es ineludible y que hay que dárselo a Petro-Perú?
Cuando decimos que es ineludible no significa que el Gobierno debe otorgar un rescate a Petro-Perú tal cual esta se maneja ahora. Tiene que haber una gestión distinta, un directorio distinto, transparencia y eliminar todos los conflictos de interés. Eso es lo que tiene que suceder. No es ‘dame el cheque y seguimos como estamos’.
— Bueno, en el 2022 el MEF exigió a Petro-Perú un plan de reestructuración a cambio de rescatarlo financieramente. Sería insistir en lo mismo.
Esto no puede ser más de lo mismo. No debemos olvidar que el Perú tiene metas macro-económicas y ratios que cumplir. Entonces, otro rescate sin condiciones de Petro-Perú pone en riesgo el grado de inversión del país. Así de importante es el tema. Tiene que haber una decisión bien diseñada, que minimice el impacto en las cuentas nacionales y en la calificación de riesgo del país. Si seguimos girando cheques ponemos en riesgo hasta la calificación crediticia del Perú, porque es un barril sin fondo. Esa no es la solución. Es más de lo mismo.
— ¿Cuál es la solución, entonces?
Tenemos que reestructurar a esa compañía, y lo ideal sería hacerlo a través de un proceso concursal ante Indecopi, pero eso es muy difícil en el contexto actual, donde el Estado es accionista.
— ¿Petro-Perú debería entrar a Indecopi como ocurriría con cualquier empresa privada?
Ante una situación como esta se debe tomar una decisión. Si Petro-Perú fuera una compañía privada se iría a Indecopi para ser reestructurada. Pero cuando una compañía se reestructura, son los acreedores quienes tienen que tomar esa decisión.
— Pero eso es algo que el Gobierno no dejará que suceda nunca.
Seguramente, es una medida extrema la que estoy proponiendo, pero la solución que tiene que haber es un cambio en la forma en que se opera este negocio. Y eso empieza con la salida de los gestores actuales. La historia nos está indicando que no han tomado decisiones acertadas y que no han seguido los procedimientos adecuados. La solución no es cerrar Petro-Perú, pero sí se requiere una reestructuración que va a requerir un gobierno corporativo distinto.
— ¿En la SNMPE no creen que Petro-Perú debería ser cerrado o vendido?
Eso podría suceder en un mundo ideal, pero hay que ser pragmáticos. La dimensión de la compañía, su trayectoria, su número de trabajadores y el despliegue geográfico en la función que cumplen en la economía no es menor. Este no es un restaurante que puedo cerrar por no ser eficiente. Pero también tengo que ser pragmático y serio en señalar cual es la causa raíz del problema.
— ¿Cuál es la raíz del problema?
La causa es que se han tomado decisiones de inversión pésimas. El mejor ejemplo es la inversión en la nueva refinería de Talara que se salió de control.
— Hablamos de una inversión que supera ya los US$6.500 millones.
Lo que eso revela es la falta de un gobierno corporativo robusto, que tenga transparencia, independencia y profesionales con más conocimientos, capacidades y responsabilidad. ¿Esto es posible? La respuesta es sí. El Banco Central de Reserva del Perú es un ejemplo de eso, porque tiene un directorio eficiente. Eso es lo que tenemos que lograr.
— ¿Petro-Perú tiene que aspirar a funcionar como el BCR?
Déjame usar este ejemplo simple. Petro-Perú es como el joven que le pide la tarjeta de crédito a su padre para comprar un Toyota, pero regresa con un Lamborghini. Ese es el problema. Por esa falta de gobierno corporativo tenemos ahora un proyecto que, si bien era necesario para desulfurizar la producción de combustibles, debía estar en el orden de US$1.000 millones, pero ha terminado costando US$6.000 millones.
— ¿Fue una mala decisión de inversión, entonces?
Básicamente, porque se ha construido una nueva refinería, cuando solo se tenía que modernizar la existente. Y es una refinería con un estándar muy alto, que bien se pudo construir de ese modo, pero con un sustento financiero. Y eso no existe. Por otro lado, la solución tampoco está en otorgar pozos petroleros a Petro-Perú porque es solo un paliativo.
— Pero Petro-Perú señala que eso ayudará a la producción petrolera y al país.
Eso es engañar y no abordar el problema de fondo. Con eso Petro-Perú genera caja por los próximos dos años, pero no soluciona sus problemas de largo plazo. Por el contrario, crea un problema para el país porque esos lotes, sin exploración, se vuelven ineficientes. Esos pozos requieren reinversión y empresas que la ejecuten, con solidez financiera, lo cual no es el caso de Petro-Perú. Si esta quiere los lotes petroleros para aliviarse financieramente estamos sin resolver el tema de fondo.
— ¿Pero la responsabilidad no es solo de Petro-Perú?
Allí falta la responsabilidad de Perú-Petro, que tiene un mandato claro que no está cumpliendo. Esos funcionarios (de Perú-Petro) van a tener problemas porque, al entregar los pozos en manos de Petro-Perú, lo que están queriendo hacer es salvarlo financieramente en el corto plazo, pero no están solucionando sus problemas de fondo.
“Si el Gobierno quiere dar muestras de buen gobierno corporativo, debería decir quiénes conforman esa comisión (que evaluará el rescate de Petro-Perú) porque lo que está en juego es el dinero de todos los contribuyentes”.
— ¿Si esto ocurriera en una empresa privada todos esos directores y funcionarios estarían fuera?
Así es. Todos estarían en su casa. Pero no solo no se van, sino que, encima, quieren seguir tomando las decisiones.
— ¿Finalmente, estarán atentos a lo que suceda esta semana con el nuevo rescate de Petro-Perú?
Sí. Se habla de un grupo de trabajo que evaluará ese tema. Sería importante saber quiénes los conforman para que sus resultados no tengan un tinte político. Esta debe ser una decisión técnico-financiera. [El grupo de trabajo] debe estar integrado por personas que conozcan el mercado de hidrocarburos, no solo en el Perú, sino en el mundo, para que pueda tomar la mejor decisión. Si el Gobierno quiere dar muestras de buen gobierno corporativo, debería decir quiénes conforman esa comisión porque lo que está en juego es el dinero de todos los contribuyentes. Esa es una cuenta que la vamos a pagar todos.