Petrobras abandona el Perú sin haber podido avanzar la exploración del lote 58 (Cusco), proyecto vital para el éxito del Gasoducto Sur Peruano. Las causas: trabas burocráticas y ambientales y, más recientemente, un percance con la comunidad de Puerto Huallana, la cual demandó una indemnización de US$10 millones a la brasileña, a cambio de permitirle el libre acceso a los terrenos superficiales del lote.
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Trascendió que esta exigencia paralizó las faenas de exploración desde junio hasta fines de octubre, cuando –tras arduas negociaciones– los pobladores convinieron en recibir US$1 millón en efectivo.
La raíz del conflicto, según refirieron fuentes del sector, fue un reclamo de indemnización ambiental derivado de ciertas labores de exploración efectuadas previamente por la petrolera brasileña.
Los indígenas habrían exigido una compensación de US$10 mil por el supuesto daño ambiental, pero incrementaron sus exigencias a US$10 millones cuando abogados procedentes de Lima se hicieron cargo del litigio, dijeron las fuentes.
La brasileña encargó una auditoría ambiental para evaluar el problema, pero hubo de abandonarla y sentarse a negociar a fin de transferir el proyecto, libre de problemas y si más demoras, a su nuevo propietario, la china CNPC. Como se sabe, esta tomó posesión de los lotes X, 57 y 58, operados por Petrobras en el Perú, el pasado 11 de noviembre.
DRAMA ETERNO
Según Jorge Pérez Taimán, socio del estudio Muñiz, Ramírez, Pérez-Taiman & Olaya, lo sucedido en el lote 58 no es un acontecimiento fortuito, sino un evento cotidiano en el sector minero-energético.
“Ahora se debe investigar si realmente se dio el daño ambiental”, refirió.
La exploración del lote 58 es fundamental para el país porque es uno de los cuatro proyectos en los que el sector hidrocarburos centra sus esperanzas para alimentar el Gasoducto Sur Peruano. Los otros son el lote 88, de Pluspetrol; el 57 de Repsol y CNPC; y el 76, de Hunt Oil.
El lote 58 alberga reservas probables de 2,5 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, pero tiene el potencial para develar 5 o 6 TCF, esto es, la mitad del gas que yace en Camisea. Necesitará, empero, varios años para ser desarrollado; responsabilidad que está ahora en la cancha de CNPC. Este es precisamente un tema álgido, pues la concesionaria encargada de la construcción del ducto ha anunciado que tendría listo un primer tramo en el 2017.