JUAN SALDARRIAGA V.
El mapa de lotes petroleros en el Perú continúa encogiéndose. Hace dos años eran 80 los contratos de hidrocarburos vigentes en el país, pero estos se han reducido ahora a 73 (uno menos que en enero pasado). Ello, tras el reciente retiro de la española Repsol y la colombiana Ecopetrol del lote 109.
Repsol y su socio planeaban emprender un vasto programa de prospección sísmica para delinear posibles objetivos de perforación entre las regiones Loreto y San Martín, pero no llegaron a iniciarlo. En vez de ello, decidieron abandonar la exploración y devolver el lote a Perú-Petro, según consigna la agencia petrolera en su resumen ejecutivo de febrero de 2014.
Con este suman siete los casos de contratos de hidrocarburos terminados en los últimos doce meses, debido a conflictos sociales, demoras en trámites y pobres resultados alcanzados cuando sí se pudo realizar exploración.
Los otros seis casos corresponden a los lotes 179 (Ecopetrol), 188 (Hydrocarbon), 121 (Perenco),117 (Petrobras), 163 (Emerald) y 141 (Pan Andean), en Puno.
La región altiplánica, donde está certificada la existencia de petróleo desde 1890, acoge actualmente dos lotes: el 105 de la rusa Siboil y el 156 del Grupo Petrolero Sudamericano. Ambas empresas enfrentan situaciones de fuerza mayor (parálisis de actividades) debido a conflictos sociales y por ello evalúan seriamente retirarse del país, según información proporcionada a este Diario por el ingeniero Víctor Sanz, catedrático de geología de la UNI.
Si ello sucediera, el número de contratos de hidrocarburos vigentes en el Perú se reduciría a 71.
PARÁLISIS EXPLORATORIA
La fuerza mayor constituye el principal problema a resolver por parte del Gobierno para evitar el éxodo de empresas petroleras que intentan desarrollar exploración en el Perú.
Según estadísticas de Perú-Petro, el 87,5% de los lotes paralizados deben su estado a conflictos sociales y a demoras en la elaboración y aprobación de instrumentos ambientales para exploración.
Luis Ortigas, presidente de Perú-Petro, señaló al respecto que el principal objetivo de su representada es resolver los casos de fuerza mayor. “Es una vergüenza que salgamos al exterior a hacer ‘roadshows’ para traer más inversionistas, y que cuando estos viene no puedan desarrollar exploración porque los trámites se alargan o porque las comunidades no los dejan”, lamentó.
Consideró, en tal sentido, que es más útil para el país destrabar los casos de fuerza mayor que convocar a nuevas licitaciones, particularmente en la selva, donde la consulta previa viene postergando el concurso de 26 lotes petroleros.
“La gran preocupación es el gran potencial de hidrocarburos que tenemos y lo poco que estamos logrando en resultados de exploración”, anotó Eva Arias, presidenta de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.
Opinó que las empresas petroleras necesitan obtener trámites más rápidos pero sin relajar la normativa ambiental o de lo contrario la situación no mejorará.