El ministerio de energía y minas (Minem) adopta un nuevo derrotero tras la polémica gestión de Óscar Vera, ministro y funcionario de Petro-Perú al mismo tiempo, quien orientó sus mejores esfuerzos a salvar a la estatal del despeñadero, sin mayor éxito.
Muestra de ello es el precario estado de la empresa petrolera, que cerró el 2023 con una pérdida de US$822 millones y un déficit de capital de trabajo de US$2.498 millones.
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El nuevo timonel del sector, Rómulo Mucho, ha señalado que su prioridad será el destrabe de los proyectos mineros. Sin embargo, los economistas y especialistas en energía consideran que lo primero que debe hacer es manejar la “papa caliente que es Petro-Perú”.
Petro-Perú y Perú-Petro
“Lo que ahora esperamos del nuevo ministro es que coordine con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para que lleguen a una solución sensata sobre Petro-Perú o nos digan cuánto nos va a implicar su agonía”, señala el economista Alejandro Indacochea.
Al respecto, Mucho dijo a RPP que Petro-Perú es una empresa quebrada y que si no se realizan cambios en la forma de gestionarla su “recuperación es imposible”.
“Tenemos que recuperar, (hacer) que esté eficiente, en la medida de lo posible. Posiblemente, estructuralmente, cambiar la administración, la gobernanza de la empresa”, señaló.
En esa línea, el ministro de Economía y Finanzas, José Arista, indicó que se debe cambiar todo el directorio la estatal, incluyendo a su presidente, Pedro Chira.
Se trata, a decir de Arturo Vásquez, ex viceministro de Energía, de una medida que tiene que ser complementada con la reorganización de Perú-Petro debido a que esta entidad “ha abandonado su rol promotor de la inversión para asignar lotes a dedo a Petro-Perú sin ningún criterio técnico”.
Esto, en claro acatamiento con los designios nacionalistas del saliente ministro Óscar Vera.
De allí, la necesidad de que Rómulo Mucho haga una “revisión de las personas que están encargadas en Perú-Petro, para que no tenga esas injerencias políticas”, agrega Angela Grossheim, directora ejecutiva de la SNMPE.
Lo que se espera con estos cambios, explica María Julia Aybar, presidenta del comité de hidrocarburos de la SNMPE, es generar una política que consiga atraer la gran inversión que el país necesita para poner en valor sus recursos hidrocarburos, especialmente el gas natural.
“Somos un país bendecido que tiene gas y petróleo, pero si no le damos el valor lo vamos a perder. Y ese valor requiere inversión de riesgo en exploración, la cual no la puede hacer el Estado porque ese dinero es necesario para construir colegios, carreteras, hospitales, etc.”, apunta Aybar.
De acuerdo a la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), este esfuerzo debe ir acompañado con la actualización del sistema de regalías, la reducción de la tramitología y la promoción de la libre competencia en la concesión del lote X, el cual debe ser licitado y no entregado a dedo a Petro-Perú.
Minería: Destrabe de proyectos
En lo que respecta al sector minero la prioridad del Minem, según declaración del mismo Rómulo Mucho, será “echar a andar los proyectos que ya tienen licencia para mover la aguja del crecimiento económico”, como es el caso de Tía María (Arequipa).
“Tía María debería salir porque es una necesidad para Arequipa y el país. […] Hoy la minería moderna existe y cuida todos sus impactos, emisiones; en cualquier parte del mundo funciona”, ha mencionado el ingeniero puneño.
Proyectos que cumplen con esos criterios son también Reposición Antamina, cuyo MEIA (modificación del EIA) acaba de recibir luz verde del Senace, y Zafranal, iniciativa de Teck que “podría adelantar su construcción, desde el 2025 al segundo semestre de este año”, refiere Guillermo Shinno, ex viceministro de Minas.
Esto, si el nuevo ministro logra reunirse con los gerentes del proyecto y llegar a un consenso para acelerar esta inversión de cerca de US$1.300 millones.
A entender de Shinno la tarea principal de Mucho debe ser el destrabe de estos y otros grandes proyectos mineros, lo cual “no quiere decir que se relajen los estándares en seguridad y medioambiente sino en hacer una regulación mucho más eficiente para que los permisos y autorizaciones salgan lo más rápido posible”.
Y lo segundo, añade, tiene que ver con “cómo hacer para disminuir, gestionar o prevenir los conflictos sociales”, que es lo que paraliza las inversiones y los proyectos.
Se trata, señala Indacochea, de labores en la que el ingeniero puneño podría tener éxito por su “gran trayectoria y reconocimiento en gestión minera” y porque “sabe llegar a nivel popular”.
Retos eléctricos
Finalmente, la nueva gestión del Minem debe poner atención a tres puntuales problemáticas en el sector eléctrico, empezando por el desafío de construir más líneas de transmisión eléctrica.
Esto, debido a que “de nada sirve tener mucha generación eléctrica si no hay transmisión para llevarla a los consumidores finales”, apunta César Butrón, presidente del Coes.
La solución para ello, indica el especialista, consiste en gestionar con el MEF la reducción de los plazos para las licitaciones de nuevas líneas de transmisión, que son muy largos (tres años).
Del mismo modo, urge agilizar los trámites relacionados con los nuevos proyectos de generación eléctrica (renovables en su mayoría) para “poder atender el crecimiento de la demanda”.
Y, finalmente, se requiere atender la problemática de las distribuidoras del Estado, que “tienen muchas limitaciones para cumplir adecuadamente con la calidad del servicio”, agrega Butrón.