¿Cuál fue el primer automóvil que circuló por el Perú?
¿Cuál fue el primer automóvil que circuló por el Perú?

El año en el que circuló el primer automóvil en el Perú no es un dato exacto, pero lo que sí se conoce es que se trató de un Gardner Serpollet, traído por el minero Arturo Wertheman. Según el blog del historiador Juan Luis Orrego, este vehículo llegó a Huaraz en 1899, traído desde Europa para ser armado y circular a más de 4.000 msnm, un récord para la época.

Según escritos de Jorge Basadre, el Serpollet fue importado en 1901, relata el compendio “El siglo XX en el Perú a través de El Comercio”.

“Muchos de nuestros lectores ignoran seguramente que el sistema de locomoción por automóviles se encuentra ya establecido en la hacienda minera de ‘Tarica’, en el departamento de Ancash. Es un automóvil a vapor, de cuatro plazas, empleado en el tráfico cotidiano entre las oficinas de fundición y las minas. Fue construido por la casa Gardner Serpollet el año pasado”, dice un artículo de El Comercio del 16 de octubre de 1901.

Además, se da cuenta de los costos de importación de la época. “Parece increíble que por esta máquina, ya usada, haya tenido que pagar la empresa en la aduana la suma de 653 soles. Nos dice el señor Wertheman, empresario de ‘Tarica’, lo siguiente al respecto. ‘No me sorprendió, porque he introducido muchas novedades y siempre he tenido que pagar disparates. Traje al Perú un par de teléfonos en 1885 y pagué 50% más o menos de su valor’”, según el artículo de 1901.

También hay referencias de automóviles en Cerro de Pasco. Un artículo de *El Comercio* del 23 de octubre de 1902 dice:

“El señor Enrique S. Prevost, representante de la nueva empresa de transportes por automóviles entre Tambo Colorado y el Cerro de Pasco, recibió ayer el siguiente telegrama. ‘Cerro de Pasco, 22. - Automóviles llegaron domingo mediodía. Prefecto avisó llegada. Gran júbilo población. Regresarán jueves con carga’. Los automóviles a que se hace referencia en el telegrama transcrito, son de tracción y construidos en Inglaterra. Recorrieron los 100 kilómetros que dista el Cerro de Pasco de Tambo Colorado en 36 horas”.

EL PRIMERO EN LIMA
El primer automóvil que vieron los limeños fue un Locomobile, a vapor y de origen europeo, importado en 1903 por Ricardo L. Flores.

“En 1905 llegó el primer auto norteamericano marca REO, traído por Abraham y Miguel Elguera, quienes se convirtieron en los primeros comerciantes de venta de autos en Lima”, indica Orrego en su blog.

Un hecho a destacar es el de Alberto Grieve, quien en 1907 inició el diseño y construcción del primer automóvil peruano, que llevó su nombre.

Según el libro “Países sin futuro. ¿Qué puede hacer la universidad?”, de Eduardo Ísmodes, Grieve construyó el auto en su taller del jirón Washington 117. “A fines de 1908 estaba listo el primer automóvil diseñado y construido en América del Sur”, señala el texto. Su costo fue de 300 libras, la mitad de lo que costaba  un carro europeo similar.

Grieve habló con el presidente Leguía para, con auspicio del gobierno, construir vehículos para el correo y la prefectura, a lo que el presidente dijo: “Nosotros necesitamos de los productos de países avanzados y no de experiencias con productos peruanos”.

LOS PRECIOS
Un aviso muestra el precio de un REO a principios del siglo XX: entre 1.500 soles y 5.500 soles. En la época, el metro cuadrado en Lima costaba entre 53 soles y 58 soles. Una libra peruana (10 soles) eran US$4,8. Según esos datos, un REO estaba entre unos US$720 y US$2.600.

El extracto de un artículo de El Comercio del 10 de enero de 1904 da cuenta de los temores de la época.

“En la mañana, desde las primeras horas, se oye el ruido ensordecedor de las máquinas de los señores ‘Chauffeurs’; todo el día respiramos su olor nauseabundo [...]. Lo peor del caso es que los que cometen alguna falta con sus automóviles difícilmente pueden caer en manos de la policía, a causa de la misma velocidad con que van; y, así, se ha visto no ha mucho que, para capturar a uno de esos contraventores de las ordenanzas municipales, fue necesario perseguirlo, en bicicleta por 66 cuadras, y se le pudo atrapar debido solo a que quien se impuso esa tarea era un miembro de la policía que había ganado los primeros premios en un match de ciclistas”.

Pero por otro lado, ya había algunos devotos del carburador. Un artículo de El Comercio del 1 de mayo de 1907 enumera los participantes de una travesía entre el Paseo Colón y La Punta: estaban Ricardo L. Flores, Enrique León García, Genaro Magella, Alberto Grieve, Abraham Elguera, Emilio Godoy, César Bentín, Francisco Graña, Gerbollini, Tomás Miró Quesada, entre otros.

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