En los últimos años, el sueño del auto nuevo se ha vuelto realidad para muchas familias, e incluso ha ido más allá, pues ha pasado a ser una necesidad de transporte satisfecha para los jóvenes. El buen desempeño de la economía permitió el dinamismo de las ventas de autos nuevos.
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Sin embargo, esa tendencia alcista de los últimos años se vio frenada en la primera mitad del 2014. Los ejecutivos de las empresas automotrices coinciden en que esa contracción se debe a la desaceleración económica.
“Lo primero que cae con la economía son las ventas de vehículos, pues estos pueden durar un poco más de tiempo y no significa que haya que cambiarlo inmediatamente”, señala Carlos Chiappori, gerente general de Maquinarias, representante de Nissan y Renault.
Iván Besich, director de la Asociación de Representantes Automotrices del Perú (Araper), declara que la caída de las ventas del primer semestre estaba prevista, aunque fue mayor que lo inicialmente anticipado. “La disminución ha sido mayor de lo que suponíamos. Hemos caído 10% en el primer semestre y pensábamos que máximo iba a ser una contracción de 5%”, comenta Besich.
LA MINERÍA
El sector automotor tiene un apoyo en la minería, por las ventas de camiones volquetes para uso fuera de carretera y de camionetas pick-up. Así, el retraso de proyectos mineros hizo que las ventas de estos vehículos se ralentizara, “pero no solo en estos dos segmentos, porque la minería logra todo un encadenamiento de actividades y va decantando en los contratistas, actividades de servicios como hoteles, alimentación, transporte de personal, logística y eso hace que la demanda de otro tipo de vehículos se vea afectada”, indica Besich.
Esto se percibe, por ejemplo, a través de las compras de flotas por parte de las compañías. Ángelo Chiriboga, gerente general de General Motors Perú –representante de Chevrolet–, comenta que las ventas de flotas para el sector privado no se han estado moviendo mucho, pero sí lo han hecho las del Gobierno.
IMPACTOS
El impacto más inmediato en las automotrices por una caída inesperada en las ventas se da en sus existencias. Ante ello, las compañías optaron por realizar promociones para, así, alentar la demanda. “La competencia se ha puesto muy dura y hay marcas que han tenido una posición de inventarios complicada, que se vieron obligadas a realizarlos lo más pronto posible”, cuenta Chiriboga.
Claramente el segmento de las pick-up ha tenido que ser manejado con cuidado. Toyota, la de mayor participación en este rubro, cuenta que la situación de sus stocks de estos vehículos está controlada.
“Tenemos la suerte de recibir muchos arribos, por eso es más controlable el tema. Lo que pudo haber sido más complicado a principios de año, que eran las pick-up, lo resolvimos”, dice Patrick Huggard-Caine, gerente de Márketing de Toyota del Perú.
Pero el manejo de stocks de una marca no solo depende de la misma empresa, sino de lo que haga su competencia. Si esta última liquida stocks, las otras firmas se verán presionadas a bajar sus precios, para poder competir.
“En algún momento algunas marcas han tenido un stock dimensionado para un mercado en crecimiento, pero el mercado cayó. Eso creó este escenario de promociones muy agresivas, y eso creó el contexto de ‘guerreo’ comercial en el mercado, en algunos segmentos más que otros, por ejemplo, en comerciales ligeros y en las pick-up”, explica Claudio Ortiz, gerente de Hyundai PV & LCV.
Rastreamos otros efectos en las empresas, pero debido a que se considera que la caída de ventas es solo coyuntural, estas apuestan por seguir creciendo.
Así, los ejecutivos mencionaron que no se ha visto una disminución en los servicios posventa, pues estos tienen una relación directa con las ventas de años anteriores, refiere Huggard-Caine. Hyundai tampoco vio una disminución en los servicios. Ortiz declara que los pasos mensuales de Hyundai se mantuvieron en 3.500 autos y los de Gildemeister, con todas sus marcas, en 5.000.
“El servicio posventa ha seguido con buenos rendimientos, ocupación elevada, casi plena, y en algunas marcas incluso hay un déficit de talleres”, cuenta Besich.
El número de vendedores tampoco se vio reducido con la caída de las ventas. “No es una contracción de ventas tan agresiva como para que obligue a hacer recortes de personal”, comenta Huggard-Caine. Besich comenta que en épocas difíciles, lo que se hace es reforzar la fuerza de ventas para colocar más.
PROYECCIONES
Las proyecciones de las ventas del sector son favorables. Los ejecutivos señalan que ya estamos en el punto de inflexión, pero que una recuperación mayor se dará en el 2015.
“El mercado se ha estabilizado en 14 mil unidades mensuales entre ligeros y comerciales. Y el Motor Show ayudará a recuperar volúmenes”, dice Julio Concha, gerente de Mazda.
Ortiz, de Hyundai, señala que las empresas ya están comenzando a cotizar proyectos de renovación de flotas. Por su parte, Araper mantiene su expectativa de que la recuperación de ventas comience en la segunda parte del año y se acentúe hacia el segundo trimestre del 2015. Besich proyecta ventas de 187 mil vehículos nuevos este año, una caída de 6% o 7%, y que en el 2015 habrá un alza de10% o 12%.
Estas percepciones de que la caída ha sido coyuntural y de que las ventas seguirán creciendo explican la continuidad de los proyectos de inversión en el sector. Así, por ejemplo, Ortiz señala que en el caso de Hyundai han aparecido este año nuevos proyectos como un concesionario en el norte chico y otro en Ica que está en pleno desarrollo.
Maquinarias pone otro ejemplo, pues ha anunciado una inversión de US$22millones en un local de15.000 m² en la cuadra 47de la avenida República de Panamá, para Nissan y Renault, que estará listo en mayo del 2015. “La demanda comenzará nuevamente dentro de un año o año y medio”, dice Chiappori.
Así, la confianza empresarial y las expectativas son claves para el sector y para la economía.