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Essalud dejó de captar S/.4.100 mlls. por exoneración a 'grati' - 1
Marienella Ortiz

Luego de quedar para siempre las gratificaciones inafectas a los descuentos, a se le presenta una seria dificultad sobre el camino que debe tomar la administración de esta elefantiásica institución, con cerca de 11 millones de asegurados y con más de S/.9 mil millones en ingresos, para solucionar sus problemas financieros sin afectar el servicio de salud que ofrece a sus asegurados. 

De acuerdo a las autoridades de la institución, el forado es de S/.900 millones anuales. La discusión de si debe regresar el aporte parece hoy ociosa, el tema quedó zanjado desde el Parlamento. 

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Una primera solución que ensayó el Ejecutivo inmediatamente de aprobada la inafectación fue la de incrementar el aporte, que es de 9%. La OIT propuso que suba a 10,4% en el 2012. Sin embargo, ya el propio Essalud advierte que esa solución demoraría, pues cualquier incremento deberá pasar por el Congreso, instancia que ya recortó sus ingresos. 

Así las cosas, a la hora de pedir a los expertos en temas de gestión de salud y economistas su opinión sobre cuáles son las salidas para que las finanzas de Essalud no trastabillen, se plantean diferentes reformas, muchas de ellas complementarias y de impacto profundo. 

MEJORAR LA GESTIÓN 
El primer punto que se critica es que la institución tiene una mala gestión, lo que impide un uso eficiente de sus ingresos y una mejora de la calidad. Por ejemplo, el 55% se va al pago de personal y el resto se destina casi en su totalidad a compras de medicinas y equipos sin que quede mucho para la inversión. 

Al respecto, el gerente general de la institución, Miguel La Rosa, descarta que exista una excesiva burocracia de personal administrativo. Asegura que, por el contrario, hay un déficit de personal de la salud. Por cada mil pacientes debiera haber 2 médicos, pero hoy solo es uno. 

Además, adelanta a El Comercio que están creando una nueva estructura institucional que generará ahorros: se aglutinarán las compras que hoy hacen dos gerencias por separado y se estandarizarán los criterios de compras de los bienes y medicamentos que hoy recaen en diferentes instancias. 

Adicionalmente se plantea la necesidad de avanzar en la tercerización de parte del servicio, ya sea a través de alianzas con las clínicas existentes o vía asociaciones públicas privadas –como las experiencias de los complejos hospitalarios de Villa María del Triunfo y el Callao–.

Manuel Marroquín, gerente comercial del Complejo Hospitalario San Pablo, dice que la seguridad social debe transferir parte del riesgo al sector privado, que tiene la capacidad de absorber un gran porcentaje de las atenciones de Essalud

Con ello se reducirá las grandes inversiones planificadas, porque se puede hacer uso del personal, los equipos e infraestructura de los operadores privados, agrega. “En parte se ha avanzado, pero es aún muy lento”, apunta. 

¿ASEGURAR O PRESTAR?
La tercerización, en un marco de negociación transparente, puede cumplir con dos criterios: menores costos y mejor calidad de atención, señala Fernando Barrios, ex presidente de Essalud.

Para el ex funcionario, Essalud debe actuar más como un administrador del fondo o un asegurador que como un prestador del servicio de salud. “Es poco eficiente que en una misma institución sea la que financie y la que preste la atención, porque siempre hay un sesgo en no controlar la calidad”, señala.

Considera que las asociaciones públicas se han parado y, por el contrario, debería ser la ruta que siga Essalud. Sobre este punto, el gerente general de la institución menciona que carecen de terrenos, lo que vuelve imposible presentar algún proyecto de inversión y avanzar con ese esquema.

Radiografía financiera de la institución

Más allá de si se debe contar con inversión privada que acompañe la prestación de la institución, Alfredo Guzmán, consultor en temas de salud, deja en claro que los problemas de gestión pasan porque hay clínicas demasiado especializadas y otras con servicios muy básicos, sin instancias intermedias.

Por ello, dice que se debe tener un plan claro para tener un anillo de policlínicos que descentralice y agilice la atención sin esperar que empeore el paciente. 

Entre otros temas de gestión, se considera que el actual directorio está formado por personas sin formación en temas financieros. Históricamente, el presidente ejecutivo es una persona ligada a la profesión de la salud.  

“Hablando de una empresa que es la sexta en ingresos en el país, detrás de Antamina y delante de Southern, tiene un directorio muy flojo sin mucho peso, porque quien decide es el presidente ejecutivo”, apunta el consultor en temas de salud, Nelson Gaviria.

Según César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la CCL, el directorio debería estar formado por más representantes del sector privado, quienes debieran elegir al presidente. “Se requiere un manejo profesional para administrar una empresa de esas dimensiones”, puntualiza. 

En tanto, la economista Margarita Petrera destaca que otros ahorros se pueden conseguir si se revalúa el pago que hace la institución a la Sunat por el cobro de los aportes. La tasa de 1,4% le parece excesiva y considera que en esta coyuntura podría renegociarse.

Sobre el tema, La Rosa menciona que están terminando de renegociar otro esquema con el ente recaudador para que 1% sea una comisión fija y el 0,4% restante sea variable, en función a resultados.

La deuda por cobrar de Essalud también es otra de las soluciones mencionadas por los consultados para equilibrar sus ingresos. De acuerdo a La Rosa, la institución tiene por cobrar S/.5 mil millones en deudas, de las cuales unos S/.3.500 millones corresponden a deuda tributaria (aportes). 

El funcionario adelanta que están elaborando un plan agresivo de cobranza para que este año se firmen convenios con los deudores y se salden deudas con la entrega de terrenos. Refiere que en estos días el Consejo Directivo dará visto bueno a esa resolución.

Pese a ello, dice que solo será posible el cobro del 20% de ese total. Otra propuesta que lanza la OIT es la de retirar el Impuesto General a las Ventas a las compras anuales, en el caso de equipos y medicinas. 

Solucionar la gestión no es, pues, una tarea que pueda posponerse. Essalud advierte que los menores ingresos tendrán cada año mayor impacto en la institución, porque la población envejece –se acaba el bono demográfico–, las medicinas cuestan más y se incrementan los casos de enfermedades crónicas. Se estima que solo para cubrir hoy el déficit de camas y de médicos se requiere una inversión de S/.17 mil millones.

Las soluciones quedan abiertas para que continúe la discusión. Al ser un tema sensible se espera que sea uno de los primeros puntos del debate en las próximas elecciones presidenciales. 

Ojo, la inafectación no puede servir de pretexto para que en los próximos meses el servicio de salud empeore en perjuicio de los miles de pacientes.

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