El sector turismo se encuentra en una crítica situación luego de las revueltas que pusieron en jaque al país a fines del 2022 e inicios del 2023.
Sin embargo, Casa Andina ha seguido creciendo y se apresta a abrir un nuevo hotel a orillas del río Tambopata, en Madre de Dios. Sobre esto y otros temas conversamos con Juan Stoessel, CEO de la firma peruana.
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— ¿Percibe que se están dando las medidas adecuadas del lado del Ejecutivo para impulsar el sector?
Se están dando medidas, pero un tema bien importante es que no tenemos tiempo. El sector está muy afectado. Gran parte del sector está totalmente quebrado. Ya se acabó la gasolina y se acabó el oxígeno. Todo se tiene que hacer mucho más rápido. Hay un sentido de urgencia que tenemos que inyectar a todas las personas que tienen que tomar decisiones.
— Entiendo que el Gobierno ha otorgado bonos a algunos trabajadores del sector turismo. ¿Este mecanismo es el apropiado?
Eso ayuda, pero son curitas. Es importante, ciertamente, para las personas que necesitan seguir viviendo, pero yo me refiero a solucionar problemas clave para convertirnos en un gran destino turístico. La infraestructura es clave. Todavía no tenemos resuelto el acceso al nuevo Aeropuerto de Lima, por ejemplo.
— ¿Los vaivenes que ha experimentado el turismo se han visto reflejados en los resultados de Casa Andina en el 2023?
Más que vaivenes, este ha sido un año sumamente difícil. Hemos comenzado, prácticamente, de cero, sobre todo en turismo receptivo, por las revueltas que hubo a fines del año pasado y a principios de este año. Pero, por suerte, ya el último trimestre (la situación) ha mejorado un poco. Ya no tenemos los travel warnings que tuvimos después de las revueltas, pero, igual, ha sido un año muy por debajo en cuanto a cifras de visitantes al Perú respecto al 2019.
— ¿Cuáles son las proyecciones de Casa Andina para el 2024?
El 2024 se presenta bastante mejor. Tenemos un buen volumen de reservas bastante interesantes.
— ¿Qué tanto más respecto a este año?
En lo que es el turismo receptivo creo que vamos a poder crecer por lo menos un 60%. Hablamos de Casa Andina, pero también de lo que sucede en el turismo, y en el segmento del turista que viene de vacaciones, sobre todo, a destinos como Cusco. El próximo año se ve bastante mejor, sin embargo, todavía hay una serie de nudos y trabas que tenemos que resolver.
— ¿Casa Andina se va a haber perjudicado por la recesión económica? ¿Los tickets van a disminuir?
Después de la pandemia el mundo cambió. El perfil del turista que viene a visitarnos no es necesariamente el mismo perfil del turista que venía a visitarnos antes de la pandemia. Hay muchos más viajes de familias que siguen buscando destinos tranquilos con Naturaleza, y Perú tiene todo eso. Hay que ajustar, sí, algunas leyes y temas donde todavía somos deficitarios, pero el potencial está acá, y tenemos que comenzar a recuperar todo lo que hemos perdido.
— Ustedes abrieron un rooftop en San Isidro. ¿Habrá más inversiones de este tipo en 2024?
Nosotros, inclusive, en pandemia y con Pedro Castillo, hemos seguido creciendo. En los últimos años hemos agregado a la cadena 14 hoteles en destinos importantísimos como Paracas. Hace unos días hemos entrado a Cajamarca. Hemos entrado también a Moyobamba y Chachapoyas. Y vamos a seguir creciendo en las distintas modalidades. Pronto vamos a abrir un hotel lindísimo a orillas del rio Tambopata en Madre de Dios.
— ¿Para cuándo está programado?
Estamos abriéndolo para el 1 de marzo del próximo año.
— Casa Andina también se ha deslistado de la Bolsa de Valores. ¿Qué hay detrás de esta decisión?
Fue una decisión muy sencilla. En su momento lo creíamos importante. Hoy no nos está sumando nada. Después de la pandemia, al igual que todas las empresas del rubro, nos hemos ajustado, somos mucho más eficientes, y estar listados tiene un costo y un costo importante en dinero, abogados y personal dedicado a eso. Entonces, lo hemos dejado, pero no significa que en un futuro no podamos regresar. Simplemente es por una eficiencia.