A 40 años de su fundación, la firma industrial Vainsa está más vigente que nunca. Prueba de ello es que, a pesar de la caída en el sector construcción (al que provee), en los últimos meses más de una empresa latinoamericana ha estado interesada en su compra.
En exclusiva para Día_ 1, tres de los directores de Vainsa, la compañía de griferías más antigua del Perú –Julián Carrión, José Luis Canessa y Piero Canessa– cuentan qué hay de cierto sobre estas especulaciones y comparten sus nuevos proyectos.
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En los últimos meses se especuló mucho sobre la posibilidad de que vendan. ¿Qué hay de cierto en eso?
Piero: No hay nada de eso. Si nosotros estuviéramos pensando en vender la empresa, estaríamos concentrados al 100% en maximizar actividades, maximizar el Ebitda, y no estaríamos realizando las inversiones que venimos haciendo.
Pero, ¿hubo ofrecimientos?
Julián: Ofrecimientos han habido siempre. El Banco de Crédito, entre otras empresas, nos han perseguido durante tiempo. Ahora último hasta cuatro grupos de afuera nos buscaron. Lo que pasa es que cuando eres una organización tan grande puedes sentarte a escuchar para saber cuánto es lo que vales.
¿Y si les cambian un poco la oferta, si les plantean una fusión?
Julián: Posiblemente. Si mañana viene el grupo Corona, que es uno de los que nos ha estado tocando la puerta, y nos dice: nos fusionamos para agarrar el mercado latinoamericano estratégico, pero por supuesto que sí. Uno no crece solo sino de la mano. Nosotros ya tenemos mapeados a los fuertes de la región; si algún fuerte de la región te busca, pero por supuesto que sí. De la sinergia se hace el crecimiento. Y si nos están buscando de Brasil, Colombia y Argentina es porque somos alguien.
José Luis: El mercado peruano es un mercado que tiene mucho crecimiento a futuro. De ahí el interés.
¿Esto a pesar de que no se está atravesando por una buena etapa en el sector?
José Luis: Si bien la construcción ha caído, en el caso de Vainsa hay mucha reposición. Es decir, que el cliente compra Vainsa cuando busca con qué reponer su grifería. Nosotros tenemos ese gran mercado a nuestro favor, que es lo que nos permite, a pesar de la crisis de la construcción, estar dentro del presupuesto, o con un indicador razonable: al cierre de junio estamos 4,5% por debajo de lo previsto.
¿Cuál es el balance semestral de sus ventas?
José Luis: A junio reportamos un crecimiento de 3% en comparación al primer semestre del año pasado. Esto nos motiva a seguir apostando por el país con una fuerte inversión.
¿En qué invierten?
Piero: Invertimos en una nueva planta de griferías en Lurín de 30.000 m2. Su construcción demoró un año y medio y ya estamos operativos ahí desde mayo. Cuenta con 16.000 m2 de naves industriales y 900 m2 de oficinas. Además, hemos abierto nuestro primer ‘concept store’, una tienda especializada en baños en esta planta. La inversión ahí fue de US$15 millones, pero su implementación con máquinas robotizadas y modernas asciende a US$25 millones en los últimos tres años.
Lurín será su centro estratégico
Piero: Antes estábamos en el centro industrial de Lima en la avenida Argentina y la camisa ya nos estaba quedando corta, por lo que era necesario mudar nuestras dos fábricas (la de Vainsa y la de Italgrif) a un lugar más grande. Ahora nuestras dos plantas están integradas, con lo cual logramos muchas ventajas competitivas. Ya con esta planta tenemos posibilidades de crecimiento para los próximos 20 años. Y lo otro importante es que este local está al costado de nuestra planta de sanitarios (operativa desde el 2008) de 33.000 m2. Podríamos decir que en un terreno de 63.000 m2 tenemos integradas actualmente nuestras tres plantas.
¿A qué más le apuestan?
Piero: Se ha hecho también una fuerte inversión en una planta italiana de tratamiento de agua. Esta planta permitirá tratar toda el agua que se usa en nuestro proceso industrial, en especial en nuestra planta galvánica, que usa muchos químicos y requiere mucha agua. Para esta planta se invirtieron US$500 mil y se terminó de implementar en marzo de este año.
¿Y en el rubro de sanitarios?
Piero: Nuestra intención es automatizar la producción de inodoros que tradicionalmente es bastante manual a nivel mundial. Para ello hemos invertido US$2,5 millones en maquinaria europea. Esto debemos estar acabándolo para el último trimestre del 2015, lo que nos va a permitir duplicar nuestro actual volumen de fabricación de inodoros ‘one piece’, que es la tendencia.
¿A qué apuntan con ello? ¿En qué nichos de mercado están pensando?
Julián: En la exportación, ese es el objetivo, en esa línea queremos crecer.
Piero: Si el Perú no crece tenemos que mirar necesariamente hacia el exterior. Y eso significa entrar de manera más agresiva a países del Pacto Andino y países de Centroamérica.
¿En qué destinos se van a enfocar?
Piero: Nuestro principal mercado estratégico es Ecuador. El 20% del total de nuestros envíos al exterior va a ese país. Sin embargo, allá se ha complicado por la barrera arancelaria de 45% que ha impuesto el Gobierno Ecuatoriano sobre productos de afuera. Por eso, nos interesa entrar con más fuerza a otros países en los que ya participamos como Bolivia, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Estados Unidos y Chile.
¿Con qué productos?
Piero: Más que todo, con la venta de sanitarios, porque en griferías lo asiático es lo que más vende, ya que es más barato. Los sanitarios son nuestra punta de lanza y a partir de eso vendemos nuestra grifería. Pero diría que es un 60% sanitarios y un 40% grifos.
Así, ¿a cuánto pueden crecer sus exportaciones?
Julián: Aunque nosotros venimos exportando ya desde hace 20 años, el mercado interno nos tenía ocupados, debido a su ritmo explosivo hasta el 2013. Con la mudanza a la nueva planta y una mayor capacidad productiva, las exportaciones deberían mejorar enormemente. Actualmente, son el 15% de nuestras ventas y aspiramos a que para el 2017 lleguen a ser el 25%.
Mirando a corto plazo, ¿cómo esperan cerrar el 2015?
José Luis: Pensamos que podríamos estar entre el 5% y 7% de crecimiento sobre el 2014 a pesar de la caída de la construcción, como hemos dicho.
Tendrán que seguir buscando nuevos nichos de mercado. No hacerlo e invertir pese a la caída de la construcción es un tanto ingenuo
Julián: Hace varios años, un alto ejecutivo de un reconocido banco en la época de la estatización nos dijo: “hay que ser bastante ingenuos para invertir en el Perú”. Y nosotros justo íbamos a armar una empresa y pensamos que ahí teníamos el nombre. Y se llamó así: Inversiones Los Ingenuos. Y a partir de esa etapa para adelante hemos seguido trabajando con esa mística. En los peores momentos es cuando más tenemos que trabajar.