Newmont Corporation y la Compañía de Minas Buenaventura celebraron un acuerdo de compra definitivo en el que la empresa estadounidense adquiere la participación del 43,65% de Minera Yanacocha y con este porcentaje es dueña del 95% de la compañía.
Según el acuerdo, Newmont adquirirá la participación de Buenaventura por US$ 300 millones, más pagos contingentes vinculados a precios más altos de los metales de hasta US$ 100 millones. Al mismo tiempo, le transferirá a la minera peruana su participación en el Joint Venture La Zanja a cambio de regalías sobre cualquier posible producción futura de esta operación. Newmont también contribuirá con US$45 millones a Buenaventura que se aplicarán al cierre de dicho proyecto.
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Leandro García, gerente general de Minas Buenaventura, señaló que tomaron la decisión de vender Yanacocha para enfocarse en sus proyectos de San Gabriel, Yumpaq y Trapiche, que necesitaban su aporte y, en el futuro, requirieran de financiamiento.
“Nuestro nivel de financiamiento como Buenaventura ya es alto por los bonos que tomamos en julio pasado, para cumplir con nuestra obligación tributaria con la Sunat”, señaló García.
Así, explicó que, con el nivel de endeudamiento, parte de la estrategia fue desinvertir en algunos activos que ya no iban a generar flujos positivos de caja en los siguientes años y Yanacocha era uno de ellos, en la medida que tienen el gran proyecto Sulfuros por construir y que necesitaría fondos.
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Por su parte, Newmont afirmó que Yanacocha ha sido un activo fundamental en su cartera de inversión durante décadas y tienen un conocimiento estratégico significativo ya que han invertido en la construcción de infraestructura y relaciones en el Perú, y continuarán trabajando de cerca con las comunidades de la Región de Cajamarca y el Gobierno peruano, aseguró en un comunicado el CEO de Newmont, Tom Palmer.
Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas, señaló que Newmont tendría un interés en darle un giro distinto a la conducción de la mina. En Cajamarca hay una oposición frontal a Yanacocha y muchas veces se especuló sobre qué pasaría si otra empresa tuviese la licencia.
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Proyectos
Para García, desarrollar proyectos en el país se ha vuelto un proceso muy burocrático desde hace 15 años debido a los engorrosos trámites y permisos que deben gestionarse. Así, estima que la construcción del proyecto Trapiche (de cobre, en la Región Apuímac) podría iniciarse en el 2026 o 2027. Además, si todo marcha bien, el proyecto Yumpaq (yacimiento polimetálico en la Región Pasco) iniciaría en el 2023.
Por otro lado, el proyecto San Gabriel (de oro y plata en la Región Moquegua) podría iniciar operaciones el último trimestre de este año si la compañía recibe la autorización de construcción, explicó García.
Herrera Descalzi resalta que con 1,2 millones de kilómetros cuadrados de superficie compite en producción con países mucho más desarrollados y con territorios más extensos.
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“Brasil, China, Australia, Estados Unidos, Canadá, tienen alrededor de 8 millones de kilómetros cuadrados. Sin embargo, en muchos de los principales minerales, el Perú está rankeado entre los diez mayores productores del mundo”, dijo.
El extitular de Energía y Minas anotó que, lo que afecta las inversiones en minería son los conflictos sociales, la complicada situación política y el manejo jurídico. “Estar pendientes de anuncios de renegociaciones de contratos sin saber qué se quiere renegociar, por ejemplo. Cuando se supere todo esto, las inversiones en minería vendrán”, anotó.
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Yanacocha Sulfuros
Newmont sostuvo que sigue comprometida con el proyecto de Sulfuros Yanacocha e invertirá al menos US$ 500 millones durante este año, avanzando el proyecto al ritmo que les permita la pandemia, mientras esperan una decisión de financiamiento total a fines del 2022.
“Creemos que el proyecto generará una producción rentable en las próximas décadas, incluida la de cobre, un producto básico importante en la transición hacia una economía más limpia”, señaló la empresa.
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El proyecto desarrollará la primera fase de los depósitos de sulfuros en Yanacocha a través de un circuito de procesamiento integrado que incluye un autoclave para producir 45% de oro, 45% de cobre y 10% de plata.
La compañía prevé que el proyecto agregue una producción consolidada anual promedio de 525,000 onzas equivalentes de oro con costos de mantenimiento totales de entre US$ 700 y US$ 800 por onza durante los primeros cinco años completos de producción (2027-2031).