Petro-Perú regresa a la explotación de hidrocarburos después de tres décadas en asociación con la canadiense Altamesa Energy. Juntos relanzarán el lote 192 (Loreto), el más grande del país. De esto y del interés de la estatal petrolera en los lotes de Piura, conversamos Eduardo Guevara, presidente de Petro-Perú.
MIRA: Lote 192: Petroperú designa nuevo socio cuatro meses después de salida de Frontera Energy
— ¿Cuántas empresas fueron seleccionadas para desarrollar el lote 192?
Nosotros recibimos al principio cinco propuestas. Al final, consideramos tres ofertas y optamos por la de Altamesa Energy [que será el operador].
—¿Cuáles son las credenciales de Altamesa? En su web no mencionan ninguna operación petrolera o proyecto en marcha.
Esta es una empresa nueva, con ejecutivos que tienen abundante experiencia en el sector petrolero. En el caso peruano, han estado mirando oportunidades hace tiempo. Por ejemplo, han solicitado tres convenios de evaluación técnica (CET) con Perú-Petro. Tienen, además, un financiamiento en el que están trabajando y cuentan con el respaldo técnico de Schlumberger, una de las empresas de servicios petroleros líderes en el mundo.
—¿El criterio para seleccionarla ha sido, entonces, la experiencia de sus ejecutivos y su capacidad de financiamiento?
Eso es cierto, pero no han sido los únicos criterios. Para nosotros lo más importante era que cumplan nuestras exigencias mínimas de trabajo, expresadas en ejecución de pozos e inversiones adicionales, en función a la cual determinamos cual era la propuesta más conveniente para el lote 192 y Petro-Perú.
—¿Cuál es la inversión mínima requerida para reiniciar el lote?
Sí. Hay un monto de inversión mínima, pero por motivos legales no podemos dar cifras precisas. Lo que sí podemos decir es que nuestra intención es ingresar lo antes posible al lote. Pero, primero tenemos que esperar a que concluya la consulta previa, que está a cargo del Minem y de Perú-Petro.
—¿Hay un plazo de tiempo para terminar la consulta previa?
El proceso esté en curso. Pero hay que esperar que eso vaya fluyendo, porque ha habido restricciones para este tipo de reuniones debido al COVID-19. Yo entendería que se podría terminar en julio o agosto. Eso da tiempo para que nos organicemos y para que Altamesa vaya preparándose, porque tiene que ser calificada por Perú-Petro.
— Allí hay un problema, porque Perú-Petro acaba de descalificar a Altamesa para el lote 8. ¿Qué garantiza que la calificará positivamente para el lote 192, que es más grande?
No conozco la forma cómo Altamesa planteó su calificación para el lote 8. Pero para el caso del 192 pedimos a todos los postores que presenten la información necesaria para que Perú-Petro los pueda calificar. Y esa información, por lo que hemos revisado, permitiría la calificación (positiva) de Altamesa
—¿Qué tipo de información?
Son requisitos financieros y técnicos. Lo técnico no solamente es que los líderes de Altamesa tengan experiencia, sino también la compañía, lo cual se puede acreditar a través de su asociación con Schlumberger. Esa es la manera en que planean ser calificados porque no pueden acreditar producción o pozos perforados, porque son una empresa nueva.
— ¿Cuánto petróleo comenzarían a producir, entendiendo que el lote está parado desde febrero y su detención habría dañado los pozos?
Nuestra idea es arrancar con 10 mil barriles diarios. Al comienzo eso va a demorar, pero en el lote queda petróleo de Frontera Energy (anterior operador) que no ha podido ser transportado por el Oleoducto Norperuano. Esa será la primera producción que saldrá, y de allí vendrá lo que empecemos a producir con Altamesa.
LOS LOTES DE PIURA
—¿No es necesario que Petro-Perú tenga experiencia en explotación petrolera? ¿Tienen ya un equipo entrenado?
Es evidente que desde la década de los 90, en que se privatizaron los lotes de Petro-Perú, esa experiencia se fue al sector privado o fuera del país. Recién cuando entramos al lote 64 (Loreto) comenzamos a armar un equipo, que ha sido el responsable de articular el proceso del lote 192. Es un equipo que tendrá que crecer para hacer el seguimiento de la ejecución del contrato de este lote. Eso es lo primero. Luego vendrá el trabajo con el lote 64 para relanzarlo con un socio, y también mirar los otros lotes en los que estamos interesados: los de Talara, cuyos contratos terminan en los próximos cinco años.
—¿Piensan participar en esos lotes?
Tenemos el firme interés de participar en los lotes de Talara porque son muy importantes para la nueva refinería.
—¿El interés está puesto en los lotes X y VII-VI, de CNPC?
También tenemos que incluir el lote Z-B (Savia). Nosotros somos los dueños de las plataformas petroleras de ese lote. Así que, cualquier cosa que se vaya a hacer con él, Petro-Perú va a jugar un rol fundamental, al igual que nos interesa mirar los otros lotes de Talara. Nos gustaría participar de manera ordenada, sin afectar las finanzas de la compañía, pero también pensando en la nueva refinería que vamos a iniciar en noviembre. Necesitamos asegurarle el suministro de crudo.
"La mayoría de las empresas petroleras trabaja sola y sin el acompañamiento del Estado, que debería ser el primer interesado en poner los yacimientos en valor".
—¿Piensan solicitar la adjudicación directa de los lotes o esperan conocer el resultado de la licitación que prepara Perú-Petro?
Nosotros estamos haciendo el seguimiento a la licitación. Hemos manifestado de manera formal a Perú-Petro nuestro interés en participar. Pero, más allá de que se haga o no una licitación, se necesita reactivar la producción de esos yacimientos con alguna fórmula, la que sea. Y nosotros estamos interesados en evaluar qué opciones tenemos.
— ¿Los lotes de Talara son pieza fundamental para la nueva refinería?
Los operadores de esos lotes no invierten ni producen más petróleo porque sus contratos están próximos a vencer. Si tuviéramos contratos vigentes en Talara por más de 25 a 30 años, esa producción comenzaría a escalar y podríamos estar pensando en que la refinería de Talara se alimentará en gran parte con los pozos de la zona. Los próximos cinco años son clave para hacer eso de manera organizada y conjunta, y no de manera aislada. Porque la mayoría de las empresas petroleras trabaja sola y sin el acompañamiento del Estado, que debería ser el primer preocupado de que todos esos yacimientos se pongan en valor.
— ¿Esa fórmula podría ser la nacionalización de los recursos a la boliviana, como propone Perú libre?
Ese es un tema que no he analizado a profundidad. Lo que puedo decir es que Petro-Perú es una empresa muy grande, que está metida en muchos proyectos y que tiene mucho interés en regresar al upstream (exploración y explotación). Si miramos a Ecuador y Colombia, veremos que sus empresas nacionales tienen participación en muchas operaciones petroleras. Creo que Petro-Perú podría jugar ese rol. No sé si al estilo de Bolivia. Pero se necesita un mayor acompañamiento del Estado para que estos proyectos se puedan concretar, como ocurrió con Camisea.
— ¿A través de Petro-Perú?
Si es necesario que Petro-Perú tenga un porcentaje de 25% o distinto, para que el Estado ponga mayor interés, podría ser una formula. No creo que sea la de Bolivia o la de Ecuador, que ha significado para el estado ecuatoriano una indemnización millonaria.
LA NUEVA REFINERÍA DE TALARA
— ¿En noviembre arrancará producción la nueva refinería de Talara? ¿Es una fecha inamovible?
Inamovible para nosotros. Todo está orientado a eso. Estamos trabajando arduamente con los dos contratistas, haciendo el seguimiento de los cronogramas. Ahora, nuestro rol es cumplir con ese menos de 5% que nos falta para completar la refinería. Y el siguiente paso es operarla de manera eficiente para justificar que Petro-Perú haya realizado ese proyecto. Y, sí, noviembre es la fecha.
— ¿Cuántos barriles empezara a producir la nueva refinería? Será un arranque gradual. imagino.
Va a ir gradual, pero nuestro objetivo es llegar a los 95 mil barriles por día (a partir de los 60 mil barriles originales). Obviamente, hay todo un proceso de ajuste, pero vamos a tener que ir acompañados con los contratistas y las empresas cuyas tecnologías estamos usando para poder producir esa meta.
"Nuestro objetivo es utilizar el crudo que tenemos en el Perú. Y de allí el enorme interés nuestro de participar en los lotes de Talara"
—¿Dada la coyuntura, de lotes parados en la selva y menor producción de Talara, el suministro vendría de Ecuador?
Si. Es algo que está dentro de los estudios que se hicieron para el proyecto. Se consignaba el escenario de tener que importar. La refinería es viable con eso. Obviamente, nuestro objetivo es poder utilizar el crudo que tenemos en el Perú. Y de allí el enorme interés nuestro de participar en los lotes de Talara, y que se reactiven lo más pronto posible.
—¿Qué falta para eso?
Allí necesitamos el esfuerzo de parte de Perú-Petro, para que la legislación se haga con tiempo razonable, de tal manera que cuando termine el contrato, al día siguiente pueda ingresar el nuevo operador. Lo que no puede suceder, y ese debe ser el reto para Perú-Petro en el próximo gobierno, es que llegue el día de la transferencia y el lote tenga que apagar las maquinas, deje de bombear y demore 4 o 6 meses en volver a arrancar. Eso no puede suceder.
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