María Rosa Villalobos

— Falta poco para que acabe el año, ¿Cuántas APP terminan el 2022?

El 2022 vamos a terminar con un mejor ritmo de adjudicaciones del que hemos tenido estos dos años. Deberíamos terminar adjudicando 6 proyectos por un monto estimado de US$ 450 millones, ya hemos adjudicado 3 proyectos y hemos firmado 3 contratos de APP a la fecha. De hecho, hemos firmado nuestra primer APP de colegios la semana pasada y por delante tenemos 3 proyectos más que vamos a adjudicar.

— En estos meses…

En estos meses. Tenemos un concurso de dos proyectos para noviembre y un concurso de un proyecto para diciembre.

— ¿Podemos saber de qué sectores o qué tipo de proyectos sería?

A inicios de año el primero que se adjudicó fue el de COAR CENTRO que son los colegios de alto rendimiento de Cusco, Pasco y Huancavelica, nuestra primera APP del sector educación. Luego los proyectos de la línea de transmisión Reque - Nueva Carhuaquero en el norte y la Subestación Tumbes y la Línea de transmisión Nueva Tumbes también en el norte. Esos son los que hemos adjudicado y, hacia adelante, tenemos la Línea de Transmisión Piura Nueva Frontera, que es la interconexión con el sistema eléctrico del Ecuador y el proyecto de una Línea de Transmisión y Subestaciones del ITC Caclic – Jaén, es un paquete de varios componentes del sistema eléctrico.

— Los proyectos del sector eléctrico son los que más han sido adjudicados, por lo menos en los últimos años…

Yo diría que tenemos en este momento 4 sub portafolios grandes, uno es el caso de los proyectos eléctricos, sin duda son parte importante, tenemos cerca de US$ 1.100 millones en esos proyectos eléctricos que están en concurso y esto es importante de destacar. Este año, más allá de lo que estamos adjudicando, también hemos incorporado 14 proyectos en una fase preliminar que son de formulación, planeamiento y programación a fases más maduras que son de estructuración y de transacción; es decir, de concursos.

Hemos movido 14 proyectos de esta fase temprana a una fase más madura y, entre esos proyectos que hemos avanzado, hay proyectos eléctricos, que es una cartera de cerca de US$ 1.100 millones, tenemos proyectos de agua y saneamiento por US$ 1.400, tenemos proyectos del sector educación por US$ 650 millones y proyectos del sector de hospitales por cerca de US$ 750 millones.

Hemos hecho 9 convocatorias en este año, cuando salimos con una versión inicial del contrato y entramos en fase de transacción propiamente, por eso creo que el 2022 es un año que cerraremos con muchos avances y, más allá de la eléctrica, con una cartera que yo llamaría con un alto componente de infraestructura social de colegios, hospitales y proyectos de agua y saneamiento que tiene un impacto importante en la población.

— Este 2022 termina entonces con 6 proyectos, ¿Qué podemos esperar para el 2023?

Para el 2023 esperamos adjudicar poco más de US$ 3 mil millones que es donde vamos a cosechar lo que hemos venido sembrando este año. Esta cartera que está madura de procesos que ya están en concurso en fases avanzadas. Es una cartera bastante diversificada: agua y saneamiento, colegios, hospitales, líneas de transmisión y también tenemos algunos de transportes.

— ¿Tiene el monto?

El total debe ser algo más de US$ 3 mil millones en 13 proyectos, vamos a convocar 3 nuevos proyectos para el próximo año y también tenemos declaratorias de interés de 9 proyectos.

La declaratoria de interés es como el hito para las iniciativas privadas. Una vez que se declara el interés hay un periodo de 3 meses para que alguien más levante la mano y diga que también quiere el proyecto, nuestro objetivo es generar competencia. Si eso ocurre abrimos un concurso.

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— ¿Qué podría haber de diferencia entre el 2022 y el 2023 para que la cantidad de proyectos el próximo año sea significativamente mayor?

Es parte de un proceso de maduración. Tenemos un proceso bien estructurado que se mueve por estas 5 fases, desde planeamiento, programación, formulación, estructuración y transacción. Nuestros proyectos se han ido moviendo y madurando. Este año se han movido de formulación a estructuración y transacción y el próximo año ya se cierra la transacción y debería terminar con la adjudicación, es como si se movieran en pelotón.

— ¿Tiene algo que ver con el cambio regulatorio a raíz de las facultades delegadas?

En algunos casos puede que ayude, pero creo que esos cambios en el marco normativo de APP que van en la línea de agilizar los procesos sin sacrificar la calidad de los proyectos van a beneficiar a los nuevos proyectos que nos puedan encargar, sobre todo, va a haber un encargo grande que debería llegar a fin de año por parte del Ministerio de Energía y Minas y creo que igual va a tener un impacto importante.

Lo importante es que estamos avanzando con la cartera y esperamos llevar procesos muy competitivos, que ha sido una característica de los proyectos que hemos sacado.

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— Este año tal vez los G2G han tomado algo más de protagonismo respecto a las APP ¿Crees que esto continúe? ¿Cómo es la convivencia actualmente entre las Obras por Impuestos, G2G y APP?

Creo que los Gobierno a Gobierno, APP, Obras por Impuestos o Proyectos en Activos son varias herramientas que el Estado tiene en la caja de herramientas para desarrollar y cerrar las brechas de infraestructura, pero de servicio de infraestructura en particular.

El Gobierno a Gobierno ha sido algo que se ha utilizado en el pasado y ha sido muy efectivo, ha ocurrido con la Reconstrucción con Cambios, ahora con las Escuelas Bicentenario y más que una competencia lo veo como una gran oportunidad porque, si bien son muy valiosos y han sido muy buenos para desarrollar infraestructura con altos niveles de calidad, lo que aún está por resolver y hay una gran oportunidad ahí es quién va a operar y mantener.

Creemos que las APP son una manera de garantizar la sostenibilidad y la calidad de los servicios de infraestructura con estos proyectos, lo que estamos trabajando es la posibilidad de que Proinversión y el sistema puedan complementar ese valor que está generando los contratos Gobierno a Gobierno para diseñar contratos para hacer el mantenimiento que garantice el servicio público de calidad por 10 años o más.

— En términos de ejecución y por cómo se encuentra la regulación actualmente ¿Tal vez los G2G sean mecanismos más céleres para ejecutar diferentes proyectos que las APP?

Son mecanismos distintos, cada mecanismo tiene ventajas y desventajas. Las APP tienen esta gran ventaja que te garantiza la sostenibilidad del servicio de largo plazo. Ciertamente son procesos que requieren una estructuración y por ser muy transparente y competitivo tenemos que identificar los riesgos de manera temprana y un proceso de estructuración que incluye diseño, construcción, operación, mantenimiento y financiamiento. Eso a veces requiere que los procesos sigan sus pasos.

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